Artículo publicado originalmente por VICE Estados Unidos.
Al entrar al sitio web de la Ciudad de Los Ángeles, te encontrarás con un recorrido virtual por Echo Park. Una vista aérea del lago justo a la hora del crepúsculo se extiende hacia la fuente espumosa; los botes de remos blancos en forma de cisne se balancean a la espera de los turistas; y los dientes afilados del horizonte del centro de Los Ángeles se agudizan en la distancia. Lo que no ves son angelinos. El parque está vacío, con solo un poco de tráfico deslizándose con gracia a lo largo de sus bordes. Este no es el Echo Park de Mi Vida Loca, rebosante de hermandad, sacrificio y sentimientos melancólicos. La ciudad de Los Ángeles que aquí se anuncia es una ciudad sin personas.
Canciones como "Walking in LA" implican una cierta alienación social: una ciudad de solitarios encerrados en sus autos, conduciendo de un restaurante orgánico a otro. Chris Kraus abrió su libro Social Practices [Prácticas sociales] con la observación de que Los Ángeles, de hecho, no es una ciudad "inmune a las fuerzas de la gentrificación global". Esta visión de L.A. como una prístina pizarra en blanco tiene consecuencias peligrosas. Según el Centro para el Conocimiento del Vecindario de la UCLA, la gentrificación aumentó en un 16% en el condado de Los Ángeles entre 1990 y 2015. En 2013, LA Weekly reportó que casi 13,000 latinos, que representan el 8% de la población del área y el 17% de la población latina en general, abandonaron Hollywood y East Hollywood entre 2000-2010 debido a los esfuerzos de reurbanización. El director ejecutivo de la Coalición para la Supervivencia Económica, Larry Gross, calificó a esos cambios como un "tsunami económico". La vida y el legado de aquellos que le dieron vida al arte, el entretenimiento y el estallido culinario de Los Ángeles ahora corren el riesgo de ser borrados.
Pero ante este vertiginoso desplazamiento, los artistas latinxs están utilizando Instagram para repoblar esta percepción de Los Ángeles y crear un archivo de su presencia actual e histórica en la ciudad. Al repoblar a través de la moda, la fotografía y la narrativa, su trabajo responde a la pregunta de quién realmente consigue ser "de" L.A.
La periodista, fotógrafa y productora Samanta Helou Hernández documenta historias del vecindario Virgil Village de Los Ángeles, una comunidad históricamente centroamericana donde, como ella dice, "la calle Virgil Avenue llena de árboles Tabebuia es su arteria principal". Catalizada por su propia experiencia de desplazamiento, la cuenta de Instagram de Helou Hernández This Side of Hoover mezcla retratos y narraciones para hacer una crónica de los cambios de la comunidad. Al combinar imágenes impactantes con subtítulos poderosos, perfila a los lugareños, rinde homenaje a las instituciones culturales caídas (por ejemplo, la amada panadería Super Pan de East Hollywood o el infame bar Smog Cutters), y crea conciencia sobre la demolición de casas históricas. The Side of Hoover funciona como un álbum de recortes digital, y sus seguidores responden a las publicaciones con comentarios entusiastas sobre su restaurante favorito de la infancia, un amigo con el que fueron a la preparatoria o una mujer que les arreglaba el pelo. Al desplazarse por la cuenta, es evidente que algo está fructificando a través de estas cadenas: amor, solidaridad, vinculación o un foro para que las personas se conecten, recuerden y vivan su duelo; un álbum de recortes colectivo que une a las personas con las mismas experiencias, el cual une sus recuerdos colectivos de Virgil incluso mientras todo esto desaparece. Al vincular el desplazamiento con la narrativa personal, Helou Hernández hace que la gentrificación deje de ser un problema abstracto e inicia un diálogo en torno a la política de la reurbanización. A través de la remembranza radical, Helou Hernández reformula, honra y afirma la latinidad en Los Ángeles.
Mientras Helou Hernández ancla al espectador en la geografía del hogar, la artista Amina Cruz captura la similitud de los espacios latinxs alternativos en Los Ángeles. Las fotos de Cruz de la fiesta Latinx queer punk Club sCUM muestran las prerrogativas espaciales que la música puede proporcionar. La lente de Cruz está en sintonía con las actitudes, la energía y las estrategias de emancipación de las contraculturas latinxs, y su capacidad de expandir nuestra comprensión de la identidad latinx. Con el respaldo de antecesores como Martin Crudo de Los Crudos y Limp Wrist, el apoyo de sCUM de las rarezas de Los Ángeles atrae a artistas de renombre como Rafa Esparza y San Cha, al tiempo que mantiene una vibra local. Cruz, quien también ha filmado vídeos para el icono Chicanx punk Alice Bag, fotografía esta ensoñación de arte, moda y alegría queer vanguardista en un estilo similar al de artistas como Harry Gamboa Jr., Guadalupe Rosales, y Aydinaneth Ortiz. Sus retratos de sCUM expanden la comunidad al ámbito digital y presentan un uso radical del espacio social. Fuera de sCUM, las fotografías y la cuenta de Instagram de Cruz conectan las escenas punk a lo largo de Los Ángeles, Colombia y México, lo cual es una implicación de las experiencias compartidas de migración y conflicto social que vinculan la expresión creativa de los Latinxs en todos los continentes.
La artista y diseñadora Gabriela Ruiz, también conocida como Leather Papi, usa Instagram para sintetizar el misticismo, el clamor y la hibridación dentro de las comunidades latinxs de Los Ángeles. La página de Ruiz es un lugar donde las polaridades y los períodos de tiempo se difuminan: el catolicismo se mezcla con lo erótico; la antigüedad clásica se funde con el BDSM. Al llevar el arte fuera de los espacios institucionales, Ruiz ha supervisado instalaciones surrealistas en el Grand Park de L.A. y sesiones fotográficas de moda en medio de sus esculturas amarillo girasol que coronan las colinas de Elysian Park. Una foto muestra a Ruiz pintada de azul sobre un fondo de estatuas grecorromanas en miniatura. Ella rompe con el canon occidental, reimaginando la representación y la agencia estética de los latinxs a través de la moda, la escultura y el arte performance audaces que se aferran a un sentido de hogar que abarca California y México. Al alternar entre Los Ángeles y la Ciudad de México, las publicaciones de Ruiz representan un portal estético entre estos dos centros culturales. Por ejemplo, Nostra Fiesta, un mural que Ruiz creó con Rafa Esparza en The New Jalisco Bar en el centro de Los Ángeles, rinde homenaje a la representación del ilustrador José Guadalupe Posada de una redada policial queer en 1901 en la Ciudad de México.
Cielo Oscuro, una mujer indígena trans, no binaria, radicada el centro sur de Los Ángeles, lleva la alta moda a partes de Los Ángeles que rara vez aparecen en las revistas. Tratando la moda como una realidad más que como un telón de fondo, las tomas sin filtro de Oscuro muestran habitaciones infantiles, patios traseros cubiertos de maleza y amplios bulevares de Los Ángeles con delgadas palmeras que se alzan a grandes alturas. Este compromiso con el arte y lo cotidiano implica un efecto igualador, que saca a la moda de las revistas lujosas y la inserta en las manos de las personas y los lugares que Hollywood explota o ignora. El suyo es un audaz compromiso con la autorrealización en una industria en la que las personas latinxs, trans e indígenas no suelen verse representadas (por ejemplo, en 2017 solo el 4.3% de las personas en la lista Bussiness of Fashion 500 eran latinas). La cuenta de Oscuro afirma que la moda no necesita de bombillas de 500 vatios y equipos completos de maquillaje; la moda puede (y debe) suceder en las comunidades donde vivimos y reflejar quiénes somos.
Helou Hernández describe su misión de la siguiente manera: "Dado que Los Ángeles cambia vertiginosamente y desplaza lo viejo por lo nuevo, siento la urgencia de crear un registro del legado de las personas que hicieron vibrante esta ciudad en primer lugar. Sus historias no deberían ser olvidadas. De esa manera, sabemos exactamente lo que perdemos en el proceso de gentrificación". Todos estos artistas, a su manera, remueven el recubrimiento estéril de Los Ángeles que la hace ver como una ciudad vacía, para revelar sus capas de historia, comunidad e innovación creativa. Mediante el uso de Instagram para promocionar su arte, estos artistas contrarrestan el impacto de la gentrificación, documentando su propia vitalidad y exigiendo un espacio en la ciudad que ellos pusieron en el mapa.
Más allá de afirmar que son de L.A., lo que están diciendo es, nosotros hicimos L.A. De nada.
Rosa Boshier https://ift.tt/2NhUbPy
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