Este artículo apareció originalmente en VICE Australia.
El Dr. Joshua Chou, investigador de medicina espacial, quiere poner algunas células cancerosas en órbita para ver cómo reaccionan en una gravedad cercana a cero. El científico australiano, de la Universidad Tecnológica de Sydney, se está preparando para enviar una pequeña muestra de células a la Estación Espacial Internacional (EEI) después de que algunas pruebas hechas en la Tierra indicaran que la capacidad del cáncer para sobrevivir podría verse radicalmente afectada en condiciones de baja gravedad, según ABC.
Las células serán colocadas en un dispositivo más pequeño que una caja de pañuelos, la cual pondrán en un cohete que luego será lanzado hacia la EEI. Si tienen éxito, se espera que el experimento conduzca a una mejor comprensión del cáncer y de cómo puede ser tratado en el futuro.
Aparentemente, todo se reduce a un proceso llamado descarga mecánica, que en el caso de las células se refiere a la forma en que responden cuando hay una falta de gravedad y, a su vez, una falta de fuerza. “Esto, de hecho, afecta cómo se mueven las células, cómo funcionan y también dicta su supervivencia”, explicó el Dr. Chou en el programa 7.30 de ABC . “Nuestra hipótesis es que las células ya no pueden sentir su entorno y, por lo tanto, entran en estado de apoptosis o muerte celular”.
Esa hipótesis fue puesta a prueba por el Dr. Chou y uno de sus estudiantes, Anthony Kirollos, quien colocó cuatro tipos diferentes de cáncer (ovario, seno, nariz y pulmón) en un simulador de microgravedad, el cual reduce drásticamente la gravedad e imita las condiciones del espacio.
“Lo que descubrimos fue que en 24 horas de estar en esta condición de microgravedad, del 80 al 90 por ciento de las células cancerosas en realidad mueren sin tratamiento farmacológico”, dijo el Dr. Chou. “Esto es simplemente en un entorno de microgravedad”.
Según el Dr. Chou, las muestras que se enviarán al espacio “son algunos de los cánceres más difíciles de erradicar”. Y cuando el cohete que las llevará sea lanzado el próximo año, marcará la primera misión de investigación de Australia en la EEI.
Sin embargo, antes de que eso suceda, hay algunos obstáculos que superar, incluida la miniaturización de gran parte de la tecnología para que se ajuste a los límites de las dimensiones de peso y tamaño. Se cree que esto tendrá un costo de aproximadamente 200.000 dólares; pero se espera que el experimento haga una contribución valiosa al progreso de las estrategias de tratamiento del cáncer.
“A mi entender, se supone que esto no es una cura, pero puede funcionar en paralelo con las terapias existentes, los tratamientos farmacológicos, etc., para ayudar a aumentar la eficacia del tratamiento actual”, dijo el Dr. Chou. “Cuando comencé este proyecto, mucha gente me llamó loco. Y, ¿sabes?, ese lanzamiento realmente será un hito en mi vida”.
“Creo que voy a llorar un poco”, agregó, “pero estaré muy feliz por ello”.
Gavin Butler https://ift.tt/eA8V8J
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