Artículo publicado originalmente por VICE Estados Unidos.
Los peligros de mirarse en el espejo mientras tomas psicodélicos son material de leyendas urbanas. El arte aconseja no hacerlo. Los foros de mensajes en internet debaten los terrores potenciales. Los usuarios psicodélicos producen videos para recrear la experiencia. ¿Acaso solo es superstición? ¿Mirar tus propios ojos bajo la influencia de alucinógenos realmente te puede llevar a la perdición?
Antes de tomar LSD, fue lo único que mis amigos de la universidad me advirtieron que no hiciera. ¿Qué es tan aterrador? El viaje psicodélico puede revelar una imagen aterradora y distorsionada de ti mismo, que puede estar más cerca de la verdad de quién eres de lo que estás listo para aceptar. "Cuando hablamos de la leyenda urbana de 'no mirarse en el espejo', esencialmente tu ego se suspende, abriendo un nivel de vulnerabilidad", dijo Ronan Levy, cofundador de Field Trip, un grupo de investigación psicodélica y terapia.
Me miré en el espejo. Mi cabello rubio teñido se veía enfermizo y se notaba el esfuerzo de mis raíces marrones por crecer. Estaba mirándome con tres y media dosis de ácido encima. Era mucho más que cabello; mi verdadera naturaleza estaba luchando contra una conformidad fallida. Era el verano anterior a mi último año en una pequeña universidad del sur dominada por el estilo de vida griego y los conservadores. Cuando regresé (días después) a la Tierra, supe que mis intentos de querer encajar habían terminado. Me teñí el cabello de negro y comencé a redirigir mi energía para hacer lo que fuera necesario para graduarme temprano y marcharme a la ciudad de Nueva York.
Cuando entré en ese baño hace una década, sabía que estaba tomando un riesgo al ver mi reflejo en un estado alterado. Sin embargo, a diferencia de otras leyendas urbanas psicodélicas, como el hombre que accidentalmente bebió una botella completa de LSD líquido, contemplar tu reflejo puede proporcionarte ideas profundamente útiles, incluso si la experiencia es tan aterradora como sugiere la leyenda urbana.
Shelby Hartman, editora en jefe de la revista de psicodélicos DoubleBlind, recordó haberse mirado al espejo en la universidad durante su primer viaje de hongos. "Mis mejillas parecían grandes nubes de hongo, y mis ojos estaban distorsionados de una manera extravagante", dijo. Si bien Hartman ha tenido experiencias más intencionales al mirar su reflejo desde aquella experiencia —que fue tan terapéutica que ahora considera que tomar psicodélicos es algo medicinal—, señala que en la comunidad psicodélica, los viajes no se dividen en buenos o malos. “Un gran principio de viajar es dejarse llevar. Existe la idea de que todo lo que te ocurra es algo en lo que debes concentrarte", explicó.
Hay viajes difíciles, pero incluso éstos pueden ser terapéuticos. "Lo que sugiere la ciencia es que no existe un mal viaje, solo viajes difíciles", dijo Levy. "Repasan cosas en tu psique que son difíciles de manejar pero que al acercarte a esas experiencias y tratarlas directamente, hay un crecimiento y una conciencia emocional".
Chris Timmermann, investigador de DMT del Grupo de Investigación Psicodélica en el Imperial College, dijo que los viajes "desafiantes" pueden brindarte una gran revelación. "La evidencia muestra que las experiencias desafiantes pueden producir resultados beneficiosos, especialmente si la persona ha sido capaz de atravesar esa experiencia difícil enfrentando los obstáculos necesarios", dijo Timmermann.
Hay una razón por la cual los psicodélicos son drogas que se usan para el despertar espiritual. No se supone que brinden una descarga rápida de dopamina. Cuando le preguntaron por qué mirarse en el espejo bajo la influencia de psicodélicos puede ser difícil, el escritor y ocultista psicodélico Julian Vayne dijo: "La respuesta obvia es porque estás mirándote a ti mismo". Luego agregó: "cuando nos miramos en el espejo, tenemos la opción de ver nuestra belleza y la forma en que nos hemos formado, y realmente apreciar la naturaleza notable de ser un humano encarnado".
La razón por la que mirarse en el espejo puede provocar discernimientos novedosos o alterar visualmente nuestro reflejo es porque los psicodélicos pueden desactivar lo que se conoce como Red de Modo Predeterminado. La red de modo predeterminado se refiere a cómo funciona nuestro cerebro en la vida cotidiana; lo que la comunidad psicodélica a menudo se refiere como tu ego. Mirarse en el espejo es una forma efectiva de observar directamente nuestro cerebro en ese estado infantil.
"Cuando nos miramos a nosotros mismos, tenemos la oportunidad de experimentarnos desde diferentes puntos de vista. Podemos ver nuestra belleza, podemos ver la posibilidad de transformación, podemos ver la naturaleza de nuestra propia muerte", dijo Eva Césarová, activista e investigadora de sustancias psicodélicas. "Podríamos ver lados de nosotros mismos que normalmente no conocemos".
Cuando tomas psicodélicos, puede ver las cosas desde una perspectiva que es más difícil de alcanzar en la vida cotidiana. Mirarse en el espejo cuando estás drogado ofrece información y nuevas formas (a veces aterradoras) de comprenderse a uno mismo. Las raíces marrones no son solo un recordatorio de que es hora de programar una cita con tu estilista: son una señal de que es hora de dejar de querer encajar en un grupo social que ni siquiera te gusta.
"Estaba fascinada y completamente hipnotizada por lo hermoso que era mi propio rostro. Todo lo que amo de mi cara parecía amplificado", dijo Sophia, de 27 años, sobre mirarse al espejo bajo una combinación de psilocibina y LSD. "Para alguien con baja autoestima crónica, se sintió como un momento trascendente y afirmativo en mi vida".
Michelle Janikian, autora del libro Your Psilocybin Mushroom Companion: An Informative, Easy-to-Use Guide to Understanding Magic Mushrooms, también tuvo una experiencia transformadora al mirarse en el espejo. "Estaba luchando con muchos problemas corporales; me estaba recuperando de la anorexia, siempre había sido más peluda que otras chicas", dijo. "También había estado lidiando con la depresión durante la mayor parte de mi adolescencia. Pero esa noche, mirándome en el espejo, por primera vez en mi vida me di cuenta de que era hermosa, digna y especial, y fue un gran momento para mí, una gran revelación y creo que realmente me ayudó a seguir adelante".
No fue una experiencia alegre: Janikian dijo que verse a sí misma fue difícil, pero que fue capaz de tomar lo que aprendió durante el viaje y aplicarlo a la vida cotidiana, en beneficio propio. "La integración es cómo la persona aplica el aprendizaje de su experiencia en su vida cotidiana", dijo Timmermann.
Sugirió escribir un diario como una forma de integrar las experiencias psicodélicas en la vida cotidiana. Como se practica en algunos círculos de ayahuasca, Timmermann también habló de compartir lo que sucede en los viajes con los otros participantes. Incluso si el momento de revelación durante un viaje no se produce al mirarse en un espejo, Timmermann señaló que la introspección obtenida de los psicodélicos es un espejo en sí mismo, lo que añade un giro a la experiencia.
"Si aumentas el nivel de abstracción y consideras un espejo como la idea de una perspectiva psicológica, las personas pueden cambiar la forma en que ven la realidad y la naturaleza de la conciencia después de una experiencia psicodélica", dijo Timmermann. Actualmente, la mayor parte de la investigación sobre psicodélicos se realiza en un puñado de instituciones, pero dijo que un día la experiencia se combinaría idealmente con la psicoterapia.
Según Vayne, mirarse en el espejo también puede actuar como un barómetro para tu regreso a la sobriedad. "Mirarse en el espejo es como un proceso de anclaje", dijo. "Mírate a ti mismo cuando comiences a regresar a la realidad a la mañana siguiente, tal vez en el mismo espejo, para ver cómo se desarrolla este proceso iterativo. ¿Cómo fue la noche anterior cuando veías una serie de imágenes fractales, y cómo es ahora cuando te miras a ti mismo?
Si bien los efectos visuales y las distorsiones de las drogas psicodélicas juegan un papel en la extrañeza de tu imagen, la experiencia hermosa o aterradora de mirar tu reflejo mientras estás drogado se reduce al hecho de que, debido a los cambios en la red de modo predeterminado, te observas a ti mismo como nunca antes lo habías hecho. Y aunque ese estado mental puede proporcionarte una nueva apreciación por las telarañas, no estamos hablando de intimidar a un insecto. La criatura más inquietante que puedes mirar mientras estás bajo la influencia de psicodélicos eres tú mismo.
Sophie Saint Thomas https://ift.tt/eA8V8J
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