Antes se hablaba de los Cyber Mondays, la gente enloquecía con los Taco Tuesdays y había congregaciones multitudinarias tanto digitales como físicas ante los muy célebres Black Fridays. Hoy, bajo una nueva conciencia —para qué ropa si no hay planeta, para que vacaciones sin playas limpias, para qué familia o trabajo si no se puede respirar—, jóvenes de todo el planeta se sienten convocados a marchar para decirle al mundo y a sus mandatarios que los viernes son por el futuro: Fridays For Future.
Movilizados por la activista sueca de 16 años Greta Thumberg, miles de jóvenes salieron a las calles el pasado viernes 20 de septiembre con carteles que decían No hay planeta B, Acción climática ya, dejemos de lado la Bio-lencia, entre otros. En Australia y ciertas ciudades de Estados Unidos las marchas fueron multitudinarias y convocaron este sentido de urgencia y demanda de una generación que considera necesario un cambio político y social. En Latinoamérica, más allá de las marchas de México (1.000 asistentes en CDMX aproximadamente) y Brasil (en donde protestaron cerca de 20 ciudades), el evento no alcanzó los números que tuvo en otras latitudes. Se espera que para la semana del 23 al 28 de septiembre ocurran cerca de 250 actos en varios países de la región.
VICE le pidió a tres jóvenes activistas ambientales del continente que compartieran su percepción sobre las movilizaciones del pasado viernes. Esto fue lo que nos dijeron.
Bogotá
Juan Pablo Sierra. 19 años, hace parte de Fridays For Future Bogotá y Pacto por el Clima.
"En la ciudad de Bogotá ha sido difícil convocar a la juventud para que se sume masivamente (como se ha visto al rededor del mundo) al llamado global de la acción climática, bien sea por la situación de inseguridad local, la general estigmatización sobre la protesta social o la incomprensión del mensaje del cambio climático.
"Sin embargo, el pasado viernes 20 de septiembre se logró una convocatoria de aproximadamente 500 personas en la Plaza de Bolívar, una multitud que en su gran mayoría representaba la juventud. Llegaron en grupos grandes de amigos, en “parches” de las diferentes universidades y colegios, algunos niños acompañados de sus padres o familiares. Sin duda alguna, esa manifestación representó un precedente para las movilizaciones ambientales en Colombia: los jóvenes se abanderaron de la causa. Después del evento, se dejó claro que el germen de la acción climática está comenzando a esparcirse entre la juventud bogotana.
"El evento tuvo grandes retos, que sirven para aprender y mejorar el movimiento global por la acción climática. Bogotá se encuentra en época electoral y el proselitismo no faltó. Por otra parte, el hecho de que los espacios del ambientalismo se comenzaran a llenar de jóvenes, trajo consigo la incomodidad de algunos sectores sedientos de controlar los espacios para fines electorales, y a su vez dejó en evidencia un cierto “paternalismo” por parte de algunas figuras del ambientalismo que pretenden decirle a la juventud cómo movilizarse y qué exigir. Esto sin duda alguna abre las puertas para que los jóvenes comiencen a repensar la manera en la que durante muchos años se han movido los activismos ambientales, también nos muestra que cada vez la juventud se apodera más de estos espacios, se hace evidente la necesidad de un relevo generacional que permita proponer los cambios que antaño no se hicieron, permite exigir #AcciónClimáticaYa y permite que sin tapujos los jóvenes y los niños digan la verdad, como es de costumbre, a los hoy día políticamente correctos adultos quienes no supieron hacer los cambios necesarios cuando el planeta tierra lo pedía.
"Si se necesita resumir en una palabra lo que fue la manifestación del pasado viernes 20 de septiembre, esta sería: cambio".
Ciudad de México
"Mi nombre es Camila González Colistro, tengo 16 años y hace tan solo seis meses, cuando el movimiento de Fridays for Future llegó a México, tomé un papel activo en la lucha contra la crisis climática.
"México es uno de los países que se verán más afectados por la crisis climática y, sin embargo, no se han tomado medidas drásticas para prevenir las severas consecuencias que traerá el cambio climático a este país. Me preocupa terriblemente que la gente no esté consciente de lo que es esta crisis y de los graves efectos que deberemos soportar en los próximos años si no actuamos hoy. Es de extrema importancia que los gobiernos declaren emergencia climática, lo que moverá fondos y recursos para tratar esta crisis como lo que verdaderamente es.
"Lo que ha logrado hacer Greta Thunberg junto con los millones de jóvenes al rededor del mundo es realmente impresionante. Fridays for Future ha logrado hacer lo que no se había logrado antes: presionar a los gobiernos, a los políticos, a las empresas y a los gobernantes a abrir los ojos a la realidad del cambio climático y hacerlos entender que no es una cosa a la que pueden cerrarle la puerta e ignorar.
"A los más jóvenes no se nos toma en cuenta para tomar decisiones importantes en la sociedad y no se nos empuja; al contrario, es mal visto por los adultos que un niño o niña les reclame. Toda mi vida me han hecho pensar esto. Sin embargo, este movimiento nos proporcionó una voz. Y hoy, somos los jóvenes quienes estamos protestando por nuestro futuro, por el derecho a que nosotros, así como las generaciones venideras, tengan un planeta sano en el cual vivir".
Buenos Aires
"Mi nombre es Sofia del Castillo, tengo 28 años y hace más de cuatro años participo activamente en la lucha contra el cambio climático en Argentina. Desde muy chica que me intereso y me preocupo por las cuestiones ambientales, y por eso decidí capacitarme y estudiar al respecto. Hoy mi trabajo consiste en colaborar en el desarrollo de políticas públicas de cambio climático, el diseño de proyectos para hacer frente a las consecuencias del cambio climático, promover la articulación con otros actores para potenciar la acción climática, entre otras cosas.
"La movilización global contra el cambio climático que se está dando en todo el mundo me parece impresionante, y a su vez necesaria. La verdad que lo que logró Greta es sin precedentes: logró instalar el tema como una prioridad en lugares donde antes no se hablaba de cambio climático: desde los medios, el sector privado, y entre muchas personas que por no saber o no dimensionar el problema, antes no se movilizaban por la causa. La presión de todos nosotros es necesaria para que los gobiernos tomen las decisiones correctas, y por eso tenemos que seguir movilizándonos y exigiendo acciones concretas y urgentes. No podemos esperar a tomar acciones, porque el costo de la inacción es muy alto: derretimiento de glaciares, pérdida de ecosistemas y especies, millones de personas afectadas por inundaciones o eventos climáticos extremos, aumento del nivel del mar.
"Para mí el crecimiento económico y desarrollo de los países puede y debe ir de la mano del cuidado ambiental, porque es imposible pensar en desarrollo si no tenemos un ambiente sano".
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