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miércoles, 20 de mayo de 2020

Estas son las razones para no confiar en los diagnósticos que encuentras en Google

Artículo publicado originalmente por VICE Australia.

Una persona que no ha descubierto mediante su teléfono que esa extraña punzada que siente en su tobillo es probablemente un padecimiento mortal es un espécimen raro entre nosotros.

No se pudo hacer nada. Buscaste en Google demasiado tarde.

La próxima vez que internet te dé malas noticias sobre tu salud, debes saber que hay esperanza: una investigación publicada recientemente en The Medical Journal of Australia muestra que los sitios web que diagnostican tus síntomas en línea son precisos solo un tercio de las veces. Según una nueva investigación realizada por la Universidad Edith Cowan (ECU), se da un diagnóstico correcto como primer resultado solo el 36 por ciento del tiempo, y dentro de los tres resultados principales solo el 52 por ciento.

Podríamos decir que en realidad es una cifra bastante alta. Pero tratemos de verlo como un diagnóstico incorrecto el 64 por ciento de las veces.

El estudio analizó 36 sitios web y apps con presencia internacional, en nombre del aproximadamente 40 por ciento de australianos que buscan en internet la evidencia de su inminente fallecimiento. En una declaración, la autora principal y estudiante de maestría en la ECU, Michella Hill, dijo:

"La mayoría de las veces, los sitios web que diagnostican síntomas no son confiables en el mejor de los casos y pueden ser peligrosos en el peor. La realidad es que estos sitios web y apps deben usarse con mucha precaución ya que no tienen acceso a la toda la información, no conocen tu historial médico u otros síntomas.

"Las personas que carecen de conocimientos sobre salud podrían pensar que el consejo que reciben es correcto o que su condición no es grave, cuando podría serlo".

La investigación encontró que la recomendación del "protocolo de intervención" en internet, es decir, cuándo y dónde debes buscar atención médica en persona, arrojó resultados más precisos. "Encontramos que la recomendación para buscar atención médica en casos de emergencia y atención urgente fue apropiada cerca del 60 por ciento de las veces, pero en las situaciones que no eran emergencias solo alcanzó un 30 o 40 por ciento", dijo Hill.

Sin embargo, "el error en la recomendación del protocolo de intervención se encuentra del lado de la precaución, que de alguna manera es algo bueno, pero también podría hacer que las personas acudan al área de urgencias cuando realmente no lo necesitan".

Esto no quiere decir que el contenido de salud hallado en internet no sea valioso. Para las personas que cuentan con un diagnóstico oficial, los sitios web de diagnóstico de síntomas pueden proporcionar información válida junto con las visitas al médico. Además, estos sitios son de gran provecho en la pandemia actual, revela Hill. "Por ejemplo, el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido está utilizando estas herramientas para monitorear los síntomas y las posibles ubicaciones de 'puntos críticos' para la enfermedad a nivel nacional".

El problema se debe en gran medida a la falta de control de calidad, ya que casi no existen regulaciones gubernamentales que supervisen los sitios web de diagnóstico de síntomas. No sabemos realmente de dónde provienen los datos, dice Hill, o si son verificados de alguna manera.

"También descubrimos que muchos de los sitios internacionales no incluyen algunas enfermedades que existen en Australia", señala, "como la fiebre del río Ross y el virus Hendra, y no muestran servicios relevantes para Australia".

Lo entendemos; Google es como un segundo y más perezoso cerebro. Pero pedirle que determine —a través de algunas palabras clave escritas de manera apresurada— la condición de tus sistemas corporales inmensamente complejos es inútil. Los cerebros de la vida real siguen siendo, en 2020, las mejores máquinas de todas.

Rebecca Kamm https://ift.tt/eA8V8J

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