Artículo publicado originalmente por VICE Reino Unido.
Al describir a Beavis and Butt-Head en 1996, el legendario crítico de cine Roger Ebert escribió que: "Estudiar a Beavis and Butt-Head es aprender sobre una cultura de narcisismo, alienación, analfabetismo funcional, gratificación instantánea y zombis televisivos".
Hay que reconocer que es una evaluación bastante intelectual de un programa que, para muchos, era el orinal de la televisión. Quizás algo más fácil de digerir es el comentario que hizo el guitarrista de Primus, Larry Lalonde, un par de años después, de que Beavis y Butthead eran "los mejores críticos musicales que jamás hayan existido".
Ese es el verdadero legado de la repugnante y brillante creación de Mike Judge: en los 90 ningún otro programa tenía el mismo alcance o caché que ese.
A lo largo de su transmisión de cuatro años por MTV, a partir de 1993, en las desventuras de la pareja se presentaron unos 592 videos musicales, de los que hablaban de manera directa e indirecta.
En una época en la que aparecer en MTV era crucial para el éxito de un artista, el programa era uno de los activos más importantes del canal, y cada semana desagradaba a millones de hogares en todo el mundo. Centrado en los dos personajes principales –un par de metaleros con un nivel de ignorancia y estupidez que los escritores convirtieron en una genialidad– el show duraba casi lo mismo que un episodio de Tom & Jerry y retrataba sus vidas en su ciudad natal de Highland, Texas, donde iban a la escuela, trabajaban en Burger World, pasaban el rato en la tienda y nunca podían impresionar ni a las mujeres ni al héroe y líder de pandillas, Todd.
El humor era en gran parte comedia, y la mayoría de las conversaciones involucraban culos, tetas, pedos, mojones, mocos, penes y masturbación. Cualquier cosa que pudiera sonar remotamente sexual les causaba esa interminable y monótona risa. Los televidentes nunca habían escuchado formas tan creativas y descriptivas de hablar sobre un pene.
Pero eso era lo especial: eran tan viles que lo único que podían tener era éxito. Y a diferencia de los presentadores humanos de MTV, como Riki Rachtman y Kurt Loder, Beavis and Butt-Head no necesitaban seguir una línea para mantener una conexión con la audiencia. Tenían pase libre para decir lo que quisieran.
Ni siquiera era realmente un programa de música como todos lo conocían. Simplemente hablaban mierda sobre lo que fuera que estuviera en su televisor. No calificaban del 1 al 10 los videos, ni otorgaban el galardón al álbum del mes: las bandas simplemente o eran "geniales" o "apestaban" y, a menudo, veían videos sin siquiera decir específicamente si pensaban que eran buenos o no. Sin embargo, de alguna manera, al final de un video, siempre sabías si algo les había gustado o no. Y casi siempre estabas de acuerdo con ellos.
“Recuerdo que Beavis And Butt-Head instantáneamente hicieron que el periodismo musical [sobre el metal] fuera irrelevante y obsoleto”, recuerda el legendario periodista musical y exeditor del Kerrang!, Paul Brannigan. “Un comentario de ‘estos tipos apestan’ era más salvaje y dañino que cualquier reseña en Kerrang!. Y en el otro extremo de la balanza, hacían que las bandas tuvieran éxito. Durante un tiempo, en nuestro mundo, eran los únicos críticos que importaban".
Las bandas a las que les iba bien, fueron las más importantes de los 90: Nirvana, Metallica, Green Day, Primus, Radiohead, Nine Inch Nails, Faith No More, Snoop Dogg, Cypress Hill, Smashing Pumpkins, Marilyn Manson, Björk, Beastie Boys, Type O Negative y más. Obviamente, sería ridículo decir que estas bandas llegaron a donde llegaron gracias a Beavis And Butt-Head, pero ganar su aprobación era pasar una prueba cultural. Si algo era evidentemente bueno, ya sea musicalmente o simplemente porque el video tenía potencial, se reflejaría como tal.
"Lograr que Beavis y Butt-Head hablaran de tu video era uno de los logros más grandes que una disquera y una banda podrían esperar", dice Monte Connor, que entonces trabajaba en Roadrunner Records, hogar de una gran cantidad de bandas que aparecieron en el programa. “Un ejemplo perfecto fue el video de 'Tribe' de Gruntruck, que realmente tuvo éxito gracias a ellos. Ese álbum de Gruntruck, Push, se convirtió en nuestro lanzamiento de rock con mayor éxito en ventas hasta ese momento en 1993. Todavía éramos una discografía de metal en 1993, y no teníamos mucha experiencia en vender bandas de rock. Pero ese álbum de Gruntruck tuvo mucho éxito después de que apareció en Beavis And Butt-Head".
Para aquellos que no tenían tanta suerte, era casi un anuncio de que estaban acabados. El amigo de la pareja, Stuart, una versión aún más mandilona de Milhouse, siempre aparecía usando mercancía de los metaleros Winger. El líder de la banda siempre ha profesado que el programa arruinó su carrera.
Pero por más crueles que pudieran ser, haciendo estallar egos con alfileres hechos de bromas sobre penes, muchas veces solo decían la verdad. Con el grunge, el nuevo punk estadounidense, el hip-hop y una ola de bandas de metal de nivel callejero como Pantera y Sepultura en aumento, la decadencia de los 80 parecía particularmente barata. Lo único que hacían Beavis y Butt-Head era estirar las ligas hasta que se rompieran.
Por el contrario, cuando se estrenó su largometraje Beavis And Butt-Head Do America en 1996, las bandas hacían cola para aparecer en a película: Red Hot Chili Peppers ofreció "Love Rollercoaster" como tema alternativo, mientras que la animación del viaje psicodélico en el desierto de Beavis fue basada en las obras de Rob Zombie.
A pesar de su obsesión por el sexo y por tratar de seducir a las chicas, sus esfuerzos siempre se veían frustrados por su propia cuenta. Aunque eran intencional e inadvertidamente horribles con todas las mujeres con las que se cruzaban, sobre todo con su compañera de clase Daria "Diarrhea" Morgendorffer, a la que le harían su propio spin-off, en última instancia siempre recibían su merecido.
Mientras se preparan para su regreso este año en Comedy Central, Beavis And Butt-Head llegarán a un mundo muy diferente al de antes. Por un lado, el ritual de los viernes por la noche de sentarte con tus amigos a ver videos en MTV ahora una reliquia. Es algo que incluso sabían que pasaría y fueron lo suficientemente inteligentes como para señalarlo.
"Ya no sacan tantos videos", observó Butt-Head, confundido sobre si "Buddy Holly" de Weezer era una promoción musical o una repetición de Happy Days. "Lo único que pasan son programas de snowboard y esas cosas". De hecho, en su regreso de 2011, los guionistas los hicieron ver videos de Jersey Shore, una combinación que dio muy buenos resultados.
Para mí, es una tristeza que la música ya no sea el centro de todo como antes. Las posibilidades de que un niño cure su gusto musical gracias a las quejas de dos idiotas, como me pasó a mí cuando era fanático del metal cuando tenía 10 años, son escasas. Pero en un mundo donde reinan tanto la opinión como el #contenido, tal vez Beavis y Butt-Head vuelvan a ser las voces astutas, si no las más repugnantes, en la televisión.
Nick Ruskell https://ift.tt/31ZMCCb
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