Artículo publicado originalmente por VICE Estados Unidos.
Fue a mediados de julio cuando Milagro Alvarado recibió otro mensaje de una madre preocupada que sospechaba que su hija de 12 años estaba embarazada y había sido violada.
"No te preocupes, cuéntame lo que pasó", dijo Alvarado. "Intenta no tener miedo".
Alvarado, activista de una coalición de mujeres sin fines de lucro que trabaja en salud sexual, dice que el abuso sexual ha aumentado durante la pandemia como resultado de que las niñas están encerradas en sus hogares y no pueden escapar de la conductas sexuales no deseadas de sus familiares y otros agresores.
Los reportes informales de embarazos no planeados en niñas y adolescentes a organizaciones sin fines de lucro que trabajan en derechos sexuales han aumentado desde que el gobierno de El Salvador introdujo estrictas medidas de confinamiento en un intento por prevenir la propagación del coronavirus.
"Este problema va a empeorar, es un problema complicado al que se enfrentan las niñas y adolescentes", dice Alvarado. Según ella, muchos embarazos no se reportan oficialmente porque las mujeres no pueden movilizarse para hacerlo y tienen miedo porque están recluidas con sus agresores. Las estimaciones de las organizaciones sin fines de lucro para los nuevos embarazos en menores son más altas que las cifras del gobierno.
"Estoy muy preocupada por las denuncias, que son bastantes".
Otro grupo registró un aumento del 76 por ciento de embarazos en adolescentes en los meses de abril, mayo y junio, y un aumento del 71 por ciento de mujeres embarazadas de 15 a 19 años durante ese tiempo.
“Las niñas y adolescentes no han salido de sus casas para ir a la escuela o hacer otras cosas, y [el aumento de los embarazos] muestra que son cada vez más las víctimas de violencia sexual, abuso y violación en el hogar. Están expuestas a embarazos forzados como resultado de abuso sexual”, dijo Roxana Rodríguez de la organización PROES a medios locales.
Hacen falta datos e investigaciones oficiales que expliquen el aumento de embarazos en niñas tan jóvenes, pero algunos trabajadores del gobierno coinciden con las organizaciones sin fines de lucro en la causa. "Los casos de abuso sexual y embarazo en niñas han ido en aumento durante la pandemia”, dice Mario Soriano, médico de la Unidad de Atención de Adolescentes del Ministerio de Salud.
Quienes trabajan con mujeres dicen que el abuso sexual de menores en el hogar es común incluso cuando no existen medidas de confinamiento. Silvia Juárez, coordinadora de la organización feminista Mujeres Salvadoreñas por la Paz (ORMUSA), afirma que en épocas normales más de la mitad de las mujeres con las que trabajan denuncian abusos en el hogar.
La falta de acceso a los servicios de anticoncepción debido a las restricciones de movilidad también es un factor que impulsa los embarazos no deseados, dice.
El Salvador tiene algunas de las leyes antiaborto más severas del mundo. La interrupción del embarazo está prohibida en cualquier tipo de circunstancia, incluso en casos de violación y abuso sexual. Mujeres que han sufrido abortos espontáneos actualmente están cumpliendo sentencias de cárcel por cargos de homicidio, según organizaciones de derechos humanos.
Alvarado dice que las autoridades son parte del problema. “La policía dice que procesar los informes [de embarazos en menores] no es una prioridad, y el gobierno dice que las mujeres están más seguras en casa”.
Foto de portada: Mujeres gritan consignas y sostienen pancartas contra el acoso y la agresión sexual durante una protesta en San Salvador, El Salvador el 4 de noviembre de 2019. Foto de Camilo Freedman/Getty Images)
Julia Gavarrete https://ift.tt/eA8V8J
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