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martes, 11 de agosto de 2020

La transición a las energías renovables puede cerrar la brecha de género

Esta nota es presentada por Iberdrola México.

La transición a las energías renovables necesitará de más mujeres que se capaciten en áreas que resultan en trabajos mucho mejor pagados y una brecha salarial de género reducida. A pesar de los claros beneficios que trae para todos la equidad de género, queremos saber porque no hay más mujeres haciendo esto y cómo lo podemos cambiar.

Los sectores de energías renovables como lo son la solar, eólica y el biogás son algunas de las industrias de más rápido crecimiento en el mundo, potencialmente empleando hasta 29 millones de personas para el año 2050. Son el futuro de cómo iluminamos nuestros edificios, cocinamos nuestra comida, escuchamos música, hacemos maratones de Netflix, texteamos borrachos a nuestros exes, etc. Son el futuro del trabajo que todos hacemos.

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La forma en que hagamos esta transición determinará si la oportunidad que presentan las energías renovables nos mueve hacia una sociedad con un crecimiento económico más sostenible y con menos desigualdades de las que existen ahora. El potencial para cambiar la vida de las mujeres a través de las energías renovables, y cambiar nuestras sociedades en el proceso, es enorme.

La igualdad de género ya viene con beneficios ambientales comprobados: las empresas con mujeres en roles de liderazgo tienen más probabilidades de invertir en energías renovables y reducir las emisiones de carbono, y los países con más mujeres en el parlamento toman medidas para reducir las emisiones de carbono con mayor frecuencia. El sector de las energías renovables requerirá más personas calificadas en materias STEM (por sus siglas en inglés) -Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas. Áreas en donde las mujeres ganan más y donde la brecha salarial de género es menor, un mayor número de mujeres que certificándose en STEM podría transformar la desigualdad salarial. Por supuesto, hay un beneficio general para la sociedad al hacerlo, porque al eliminar la brecha salarial de género también se aumenta el PIB, en algunos casos casi lo duplica.

Las energías renovables ya lideran el campo de trabajo sobre otros tipos de energía, con una fuerza laboral compuesta por un 32% de mujeres, en comparación con un 22% en el campo de energías no renovables como el petróleo. Han brindado oportunidades innovadoras para las mujeres en zonas rurales, que a menudo experimentan pobreza y exclusión del empleo por completo. Programas como Barefoot College en India, equipan a las mujeres en zonas rurales latinoamericanas y africanas con experiencia en paneles solares, les dan conocimiento y poder para así tomar decisiones dentro de sus propias comunidades.

Pero más allá de los entornos rurales de bajos ingresos, las mujeres en el área de energías renovables todavía se concentran en los roles de publicidad, comunicaciones y administración. Trabajan con menor frecuencia como técnicos, analistas financieros, ingenieros, fabricantes o instaladores. Los estereotipos de género pueden hacer que el problema se perpetúe a sí mismo; ¿Cuántos de nosotros hemos oído hablar de Emily Roebling, la ingeniera que construyó el Puente de Brooklyn, o Alice Ball, una científica que curó la lepra ? Debido a que vemos menos mujeres que son ingenieras, científicas o que instalan paneles solares, las mujeres son consideradas menos capaces, incluso con capacitación, para cumplir con estos roles. Un enfoque diferente por parte de las empresas o los gobiernos puede cambiar esto; por ejemplo, un programa llevado a cabo hace una década por el gobierno brasileño, el cual capacitó a mujeres en proyectos hidroeléctricos las llevó, en cantidades significativas, a trabajos en infraestructura mejor remunerados. Muchas veces, estos son trabajos que las mujeres ni siquiera saben que existen, o que pueden adquirir las habilidades para realizarlos.

El aspecto más importante de este problema es la educación: a nivel mundial, muchas menos mujeres, en comparación a hombres, optan por estudiar las materias STEM que se requieren para muchos trabajos de energías renovables. En México, solo el 8% de las mujeres elige el área de STEM, a pesar de que existen todos los incentivos para hacerlo: 8 de cada 10 de los trabajos mejor pagados en México están relacionados con STEM, y las mujeres con antecedentes en STEM  ganan el 33% más que aquellos con otras cualificaciones. La brecha salarial de género también es significativamente menor: 14% para trabajos en STEM, 21% para otras áreas.

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Aunque las mujeres actualmente no eligen STEM, la tendencia global hacia estos trabajos podría ser una buena noticia para la paridad de género. El futuro de nuestra economía se concentra en estas áreas: a medida que la tecnología avanza y los empleos se pierden por la automatización, estos parecen ser reemplazados por personas con cualificaciones STEM, lo que significa que elegir esta área podría ofrecer una carrera estable a largo plazo. Así es, mientras tropezamos con el apocalipsis capitalista tardío, los ingenieros bien pagados serán los únicos que sobrevivirán. Y más de ellos necesitan ser mujeres.

A medida que las energías renovables prosperan, también existe la posibilidad de hacer que las carreras de las mujeres sean más sostenibles, lo que significa que haya más mujeres en puestos de liderazgo de las que hay actualmente. Aunque la mayoría de los puestos de nivel directivo en las empresas de energías renovables todavía están ocupados por hombres, los acuerdos de trabajo flexibles que probablemente sean cada vez más populares post-Covid son una oportunidad para que las empresas retengan su talento femenino. El rápido crecimiento también podría significar una oportunidad para que las mujeres que han pasado períodos sin trabajo vuelvan a calificar para estos. En México, la tutoría de organizaciones como Movimiento STEAM puede ayudar a las mujeres a encontrar su camino en estos campos para que puedan contribuir a la naciente industria de las energías renovables.

La transición energética podría significar que las mujeres están mejor pagadas, con vidas laborales que se ven diferentes. Pero para que esto suceda, el trabajo debe hacerse ahora para que las mujeres sean centrales en la configuración de nuestro futuro; colectivo y sostenible.

Esta nota es presentada por Iberdrola México, que junto con la Universidad Tecnológica de los Valles Centrales de Oaxaca, colaboran en programas como Impulso STEM que se centra en guiar a las mujeres en distintas disciplinas, entre ellas la energía renovable. El programa funciona desde el nivel de escolarización, ofreciendo talleres de ciencia, tecnología y capacitación docente, hasta becas universitarias.

Ali Sargent https://ift.tt/2XTxiWu

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