Marisela Escobedo murió tres veces. Su primera muerte ocurrió en 2008, cuando Sergio Rafael Barraza asesinó a su hija menor. Rubí Marisol Frayre, de 16 años, era pareja de Barraza. En esa época la palabra feminicidio casi no se escuchaba en México, pero para muchas estaba bien claro que en Ciudad Juárez ser mujer es casi una condena de muerte. En medio del dolor, Marisela tuvo una certeza: sería ella quien debía exigir justicia, pues esta no vendría por iniciativa del Estado mexicano.
El camino que recorrió Marisela a sus 52 años para esclarecer el femicidio de su hija es narrado en toda su complejidad en Las tres muertes de Marisela Escobedo, un documental coproducido por VICE Studios y Scopio que se estrenará el próximo 14 de octubre en Netflix. Dos años duró la arriesgada lucha de esta madre que marchó y golpeó puertas denunciando una y otra vez la violencia de género y las fallas del sistema de justicia de México.
Aunque tuvo un final fatal, la búsqueda de la verdad la convirtió en una valiente en un país donde la violencia contra las mujeres y niñas es constante: diez mujeres son asesinadas todos los días y la mayoría de los casos quedan impunes.
Hablamos con Carlos Pérez Osorio, director del documental, y Laura Woldenberg, productora ejecutiva junto a Ivonne Gutiérrez, sobre cómo fue el proceso de investigación y desarrollo de esta historia que esperamos todas las personas tengan en sus memorias para siempre.
VICE: ¿Cómo llegaron a la historia de Marisela y por qué decidieron contarla particularmente en este momento?
Carlos: Yo llegué a la historia porque colaboré durante muchos años con el Centro de Derechos Humanos de las Mujeres de Chihuahua en sus diferentes frentes. Ellas atienden violencia de género, desaparición forzada, feminicidios, y otros casos, tanto en sus procesos emocionales como poniendo el cuerpo. El estar con ellas desde el lado audiovisual me fue abriendo a ciertos acontecimientos y familias en particular. La historia de Marisela estaba siempre alrededor y presente. Me tocó estar en algún aniversario de su muerte. Era la historia más extraordinaria que había escuchado y sentía tenía el acceso; así fue como hace cuatro años aproximadamente le pedimos permiso a la familia para poder contarla. Ha sido un trabajo con ellos, de entender bien los hechos, de buscar la información. Por mi parte ya traía avanzado una parte del trabajo, pero cuando nos juntamos con Laura (Woldenberg) e Ivonne (Gutiérrez) pudo armarse el equipo de investigación y darle forma. El momento no se eligió por algo en particular, sino que fue el resultado de muchos años de trabajo que recién termina.
¿Cómo fue el proceso de investigación? ¿Pudieron integrar toda la información que iban encontrando?
Carlos: Tuvimos que desplegar toda la información que había y escoger algunas cosas. Parte de la investigación nació de la información que teníamos y algunas cosas no las llegamos a profundizar porque nos han negado el acceso a expedientes, por ejemplo. Pero lo que se ve en el documental fue una selección dentro de todo el espectro que había; son pequeñas bombas de indignación que fuimos eligiendo para luego llevar una narrativa coherente. Así la audiencia no se perdía, era tanta información que podías perder el hilo de una historia sentimental y humana.
Laura: En México es una historia que sonó en su momento, pero como ya pasaron diez años, realmente no es una historia que hoy la gente conozca. Si bien se ha convertido en una referente del feminismo de hoy, no es algo que la gente recuerde (lamentablemente tenemos una memoria súper corta).La investigación lo que hace es unir todos los puntos, recopilando los archivos personales de Marisela. Ella era como una detective: tenía un diario personal donde anotaba todo, iba documentando cada paso que hacía. Eso fue un archivo muy valioso que tuvimos por parte de la familia. También accedimos al diario personal de Juan Manuel, su hijo, y a todos los expedientes de las investigaciones.
Hay que tener en cuenta que no se trata de un solo expediente y una sola investigación, son muchísimos casos: el de Rubí, el de Marisela, y otras líneas que surgieron por el mal manejo de los acontecimientos. La suma de los expedientes y todas las solicitudes de acceso a la información que se hicieron nos dieron muchos documentos que permitieron contar la historia con contexto y entender cómo un hecho dramático, como es el feminicidio de una niña de 16 años, desencadena el mal manejo del aparato de justicia mexicano.
También es interesante destacar que se usaron todas las locaciones reales. Filmamos en la casa de Marisela, en la colonia de Sergio, se trató de un trabajo muy minucioso para encontrar los lugares. Fueron dos equipos en paralelo que buscaban, aparte los materiales para licenciar, los archivos, los sitios y la reconstrucción de las líneas de tiempo.
Dentro de todas las puertas que se abrieron en la investigación ¿qué fue lo que más les llamó la atención?
Laura: Creo que una de las cosas de mayor indignación para mí fue darme cuenta cómo no solo le falla la justicia a Marisela varias veces sino cómo le vuelve a fallar una vez muerta, en definitiva: el aparato estatal de crear falsos culpables y no continuar por la presión pública.
Carlos: Sí, a mí lo que me sorprendió fue la distancia del gobierno para fabricar falsos culpables. Todo ese proceso lleva tiempo y realmente es sorprendente cómo optan por eso en vez de hacer una investigación real, la que deberían. Siempre fueron por el camino incorrecto. Si hubieran hecho lo correcto no habría historia.
¿Han notado avances respecto a los casos de violencia contra la mujer?
Laura: Es paradógico, porque existe un movimiento feminista muy fuerte y mucha visibilidad en los medios pero por otro lado las cifras crecen. Actualmente en la pandemia la violencia se ha incrementado, la impunidad continúa.
Carlos: Creo que continúa existiendo una falta de confianza en las instituciones. Es cierto que hay mayor visibilidad, pero todavía no están fortalecidas las fiscalías. De hecho creo que hay una frase clave en el documental por parte del procurador de Zacatecas, él dice que las fiscalías del país están rebalsadas. Esto muestra cómo archivan las causas.
La voz de Marisela está presente desde el comienzo ¿cuál fue el motivo principal por el que decidieron contar la historia de Rubí a través de ella?
Carlos: Es importante entender dónde están los puntos más fuertes. Tuvimos muchas discusiones sobre cómo contextualizar, pero era importante darle voz a la propia Marisela, que ella misma sea la protagonista de contar su historia. Por suerte esos recursos existieron con entrevistas de audiencias y prensa. Es importante que el público la conozca desde que empieza a buscar a su hija. Queríamos que comenzara con la sensación de lo que significa tener una persona ausente. Al final del día conocemos muchas historias de feminicidios pero nunca vemos en profundidad lo que pasa dentro de las personas que están viviendo eso.
Laura: El decidir contarlo desde su punto de vista fue el puntapié para hacer un orden cronológico. Nos parece que funcionó porque resulta siendo un persona que genera valentía y fuerza, siempre pensando en que lo último que queríamos hacer respecto al guión era revictimizar a la familia.
¿Por qué algunos de los hijos de Marisela hablaron y otros no?
Carlos: Juan Manuel es el que lleva al frente casi todo. Y aunque nos contactamos con todos sus hijos hay razones de seguridad por los que algunos no quieren participar. Ciudad Juárez no ha cambiado tanto y tienen miedo. De todas maneras estamos abiertos a recibir cualquier cosa que necesiten hasta el día de hoy.
¿Qué esperan que ocurra cuando se lance el documental?
Laura: A mí me gustaría que esto se vuelva a debatir. Aunque este caso se supone que está cerrado en la Comisión Interamericana, todavía hasta el día de hoy el asesino de Marisela es la persona equivocada. Sería ideal que se cierre ese caso como debería. Este problema continúa siendo de gobierno, en cómo está tan descompuesto el tejido estatal, ojalá desate un debate que logre atajar en profundidad con programas, educación, atención a las víctimas y a las familias.
Carlos: Una gran victoria para mí sería romper la burbuja. Me gustaría que este documental no se quede en el círculo de siempre, sino que llegue a estar en las conversaciones de personas que no están dentro de los movimientos de mujeres. Eso sería una victoria. Y a la larga que haya reparaciones para las familias de las víctimas.
Paloma Navarro Nicoletti https://ift.tt/eA8V8J
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