Artículo publicado originalmente por VICE Reino Unido.
Advertencia de contenido: lesiones autoinfligidas.
¿Cuánto deberías revelar en una primera cita? ¿Deberías hablar de la vez que literalmente robaste en una tienda de beneficencia? ¿Y qué hay del hecho de que prefieres los alimentos cuya fecha de caducidad ya pasó o de que rechinas los dientes al dormir? A algunos les gusta poner todas sus cartas sobre la mesa desde un inicio, mientras que otros prefieren limitarse a temas más ligeros: música, astrología, el significado real de Thinking Of Ending Things.
Para aquellos que luchan con la violencia autoinfligida y las autolesiones, esta puede ser una pregunta difícil, especialmente cuando se trata de desnudarse ante otra persona. No siempre es posible ocultar los cortes y cicatrices de las lesiones autoinfligidas y su visibilidad suele abrir la puerta a preguntas invasivas. Se supone que dormir con una nueva pareja es divertido, no requiere que desempaques tus traumas y tu historial de salud mental, pero las autolesiones complican esto. Quizás solo querías una cita para tener sexo, no una cita para terapia, pero con las marcas en tu cuerpo tu cita se convierte en una extraña combinación de ambas.
Como en el caso de cualquier síntoma de enfermedad mental, no existe una respuesta "ideal" y estandar ante el descubrimeinto de que tu pareja lucha contra la violencia autoinfligida o que lo ha hecho en el pasado. Sin embargo, una buena regla general es escuchar y no juzgar. La mayoría de las reacciones que he experimentado son bien intencionadas, pero en última instancia contribuyeron a intensificar la culpa y la vergüenza que siento por mis autolesiones. Un ex me decía que usara ropa de manga larga al salir con nuestros amigos porque no quería que vieran los cortes que yo me había hecho en el brazo recientemente y pensaran que había sido él. Algunos me han mirado profundamente a los ojos y dicho: "Por favor, no lo vuelvas a hacer. Hazlo por mí". Otros han besado mis cicatrices y dicho que son hermosas, lo que honestamente me asquea un poco.
Olive, de 24 años, también ha experimentado diversas reacciones ante sus cicatrices de autolesión. “Mi primera pareja me dijo que nadie me querría por mis cicatrices en un intento de evitar que terminara la relación”, dice. “Algunas personas han tratado de romantizar mis cicatrices antes de ofrecerse a besarlas, lo que me parece un poco nauseabundo. Sin embargo, la mayoría de las personas con las que he tenido intimidad reaccionan con amabilidad y cortesía".
Olive siempre les cuenta a sus nuevas parejas sobre sus cicatrices desde un inicio, pero es cautelosa al momento de abordar el tema. "Racionalmente, sé que la gente debería aceptarme sin emitir juicios", dice, "pero cada vez que conozco a alguien tengo el temor de que encuentre mis cicatrices o el "bagaje emocional" detrás de ellas poco atractivo, así que normalmente trato de estar preparada para un rechazo. Con regularidad cancelo mis citas porque no quiero tener que abrirme y hablar de mis cicatrices. Abrirme a las personas de esa forma me resulta emocionalmente agotador".
Cuándo, cómo y si decides abrirte a nuevas parejas y contarles de tu historial de autolesiones depende de la persona en cuestión y de las circunstancias. Sin embargo, es algo que siempre tengo en mente al estar en una cita. Para mí, el mejor escenario es aquel en que ignoran mis cortes o cicatrices y esperan hasta que yo me sienta lo suficientemente cómoda para hablar de ello. Si bien las circunstancias pueden ser variadas, señalar o mirar insistentemente las marcas y luego hacer preguntas invasivas suele ser la manera incorrecta de abordar el tema.
Dani, de 23 años, está de acuerdo. "Creo que la mejor reacción sería que no hubiera ninguna reacción", dice. “Realmente no veo la diferencia entre las cicatrices de las heridas autoinfligidas y las del acné o cualquier otro defecto o inseguridad que sea perceptible a la vista. No creo que sea realmente algo sobre lo que alguien deba hacer comentarios. Todos tenemos inseguridades y creo que mencionarlas es muy insensible, así que espero que cualquier persona con la que salga lo deje pasar y no sienta la necesidad de comentar".
Siempre está presente la preocupación de que mencionar las autolesiones pueda hacer que una relación se vuelva demasiado intensa o se termine, dependiendo del rumbo que tomé la conversación y cómo se aborde el tema. Dentro de las relaciones, todavía hay un gran estigma en torno a la salud mental: no quieres que te perciban como una "loca"; además, estoy bastante segura de que hay gente que se ha desaparecido de mi vida después de descubrir mis autolesiones. Aunque, siendo realista, no me gustaría salir con alguien que tenga ese tipo de reacciones.
Jessie, de 22 años, no deja que los cortes o las cicatrices la detengan cuando se trata de salir con alguien porque "mi depresión ya me ha privado de suficientes cosas", dice. “Pienso en vestir ropa de manga larga o una chaqueta, pero si me da calor, siempre me la quito. A veces, al irme de una cita, pienso que tal vez fui demasiado intensa y que tal vez no debí haber compartido toda esa información personal; pero el haber tenido cicatrices durante la mayor parte de mi vida amorosa me ha obligado a ser abierta".
No es fácil hablar de la violencia autoinfligida, sin importar si eres quien se autolesiona o la pareja de quien lo hace. Laura Culshaw, investigadora especializada en la comprensión de las autolesiones entre los estudiantes universitarios, en el área de doctorado de la Universidad de Westminster , dice que es importante que las parejas no presionen a la personas que se autolesionan para que se abra de inmediato. “Hacerle saber a tu pareja que hablarás con ella cuando te sientas listo puede ser reconfortante para todos”, dice.
Si estás saliendo o estás en una relación con alguien que se lesiona intensionalmente, el mejor enfoque es centrarte en el apoyo emocional en lugar de en el acto de la autolesión. “Regularmente intentamos hacer que las autolesiones paren”, dice Culshaw, “en lugar de pensar en los sentimientos de quien las realiza y lo que le está pasando emocionalmente. Es importante que las conversaciones sean de apoyo para garantizar que la persona que se autolesiona sienta la libertad de abrirse en el futuro".
Para ayudar a las parejas y seres queridos de quienes se autolesionan a comprender por qué lo hacen, la Dra. Dominique Thompson describe el impulso emocional de hacerse daño a uno mismo como “una olla tapada que está hirviendo, donde la autolesión es el acto de quitarle la tapa. Se libera la presión, y el sujeto en cuestión se sienten mejor. Si le pides a alguien que deje de lesionarse, es como volver a tapar la olla. La presión se acumula y entonces algo mucho peor puede suceder". Por lo tanto, centrarse en la autolesión significa enfocarse en el síntoma y no en la causa.
Si bien una de cada cuatro personas enfrentará algún tipo de problema de salud mental por año, no todas se van a lastimar a sí mismas. Sin embargo, para quienes sí lo hacen, sus cicatrices son un recordatorio visible y constante, pues puede causar que tengan que hablar sobre su historial de enfermedades mentales cuando no desean hacerlo. Ya sea que tus cicatrices sean de hace mucho tiempo o de una recaída reciente, establecer límites y ser paciente es esencial para enfrentar las cuestiones de salud mental en una relación, porque los cortes y las cicatrices no siempre son una invitación a tener una “conversación profunda”. Las personas que se autolesionan merecen recibir una respuesta que resulte de la bondad y la empatía.
Sophie Wilson https://ift.tt/eA8V8J
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