Artículo publicado originalmente por VICE Estados Unidos.
El agujero negro supermasivo que vive en el centro de nuestra galaxia ha estado brillando misteriosamente en tiempos recientes y nadie sabe la razón.
Este gigante oscuro, conocido como Sagitario A* (Sgr A*), es cuatro millones de veces más grande que nuestro sol. Aunque ninguna luz escapa de sus límites, los astrónomos pueden observar las interacciones del agujero con estrellas brillantes o nubes de polvo que lo rodean.
En la noche del 13 de mayo de 2019, el astrónomo de la UCLA Tuan Do y sus colegas observaron a Sgr A* usando el Telescopio Keck en la cima del volcán inactivo Mauna Kea en Hawai. En un período de solo dos horas, observaron al agujero negro volverse 75 veces más brillante en la banda casi infrarroja del espectro de luz.
En aquella tarde de primavera, el agujero negro supermasivo de la Vía Láctea "alcanzó niveles de flujo mucho más brillantes en 2019 que los medidos en longitudes de onda casi infrarrojas", según indicó un estudio dirigido por Do y publicado en el servidor de arXiv.
"El brillo de Sgr A* varía todo el tiempo, volviéndose más brillante y más tenue en una escala de tiempo de minutos a horas. Básicamente titila como una vela", dijo Do en un correo electrónico. "Creemos que algo inusual podría estar sucediendo este año porque el agujero negro parece variar más en brillo, alcanzando niveles más brillantes de los que hemos visto en el pasado".
El flujo máximo, que significa la fase más luminosa del estallido, alcanzó "dos veces el máximo de las mediciones históricas de flujo", dijo el equipo de Do en el estudio. En otras palabras, en los 20 años transcurridos desde que los astrónomos han monitoreado Sgr A*, el siguiente evento más brillante solo ha sido la mitad de deslumbrante que este.
Según el equipo, este brillo inusual en el núcleo galáctico probablemente fue causado por encuentros cercanos entre Sgr A* y los objetos que lo rodean.
El borde de un agujero negro, llamado horizonte de sucesos, está formado por intensas fuerzas de marea que desgarran todo lo que se acerca. Una vez que un agujero negro comienza a devorar objetos cercanos como estrellas o nubes de gas, el material que queda atrapado se calienta en el horizonte de sucesos, generando espectáculos de luz que pueden ser captados por telescopios.
Do y sus colegas especulan que una estrella llamada S0-2, que es aproximadamente 15 veces más grande que el Sol, podría haber sido el objeto que alimentó a Sgr A*. En 2018, S0-2 se acercó a 17 horas luz del agujero negro supermasivo, y ese acercamiento pudo haber alterado los gases en el horizonte de sucesos lo suficiente como para causar el evento brillante de mayo de 2019.
Otro posible culpable es una nube de polvo conocida como G2, que tuvo un acercamiento de 36 horas luz a Sgr A* en 2014. Los científicos predijeron que G2 sería destrozada por el agujero, pero los resultados fueron descritos como decepcionantes y "aburridos" para los astrónomos.
Sin embargo, esa decepción inicial pudo haber sido prematura, porque podríamos estar viendo la "reacción retardada" de combustión lenta del acercamiento de la nube de gas, explicó el equipo.
"Muchos astrónomos están observando a Sgr A* este verano", señaló Do. "Espero que podamos obtener tantos datos como podamos este año antes de que la región del cielo en la que podemos observar a Sgr A* quede detrás del sol y no podamos volver a observarlo hasta el próximo año".
"Tal vez el agujero negro está despertando; hay muchas cosas que no sabemos en este momento, así que necesitamos más datos para entender si lo que estamos viendo es un gran cambio en aquello que está alimentando al hoyo negro o si se trata de un evento breve", señaló Do.
Becky Ferreira https://ift.tt/2TuSJJL
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