Artículo publicado originalmente por VICE Brasil.
"En mi época, no había ese libertinaje de hoy en día", es una frase que nunca escuché salir de la boca de mi padre. Pero si alguna vez dijera algo así, yo sería un tonto al creerle. Conozco bien a mi papá, Wagner Avancini, periodista fotográfico desde la década de 1970, y crecí en este mundo de la fotografía, así que sé cómo es.
Y digamos la verdad: las evidencias están todas ahí. En estos días decidí explorar los cientos de negativos de mi padre para, ¡por fin!, abrirle una cuenta de Instagram. Justo en la segunda caja encontré un sobre lleno de transparencias que llevaba escrito "Arakan 85".
Me pareció un buen nombre, así que puse las transparencias en la mesa de luz. En ellas había mucha gente bebiendo, sin ropa, disfrutando el carnaval, justo como un carnaval debe disfrutarse.
Mi padre cubrió los bailes del carnaval del Club Arakan de 1983 a 85, cuando ya era considerado "el más audaz de la ciudad" y lo habían transferido a la Casa de Portugal, en São Paulo. El carnaval se lleva a cabo justo antes de la cuaresma cristiana, por lo que el Miércoles de Ceniza el periódico Notícias Populares se vendió como nunca antes, con imágenes de personas haciendo de todo, con los pechos afuera y el pene en la mano, así como también divertidas leyendas y convocatorias en medio de la dictadura militar.
Otros periódicos, tabloides y revistas siguieron la tendencia, y ahí estaba mi padre, con cámara en mano y una insignia de prensa alrededor de su cuello para hacer la ronda de baile junto a todo aquel que fuera un personaje de la noche en Sao Paulo. Estaban los chicos del club, los strippers, las prostitutas, los policías, los periodistas, los artistas, los trans, las drags, los gays, los heterosexuales. Todos listos para figurar.
"Los chicos querían salir en las fotos, querían aparecer en las gradas el Miércoles de Ceniza. Con tan solo ver aparecer la cámara se ponían a lamer pechos, enseñar el trasero y restregarlo en la primera persona que veían pasar. Posaban de todas las maneras posibles, siempre dando consentimiento, se divertían a lo grande", me contó mi papá, cuando le pregunté si a los chicos les gustaba aparecer en las fotos de esa manera.
Estos bailes de carnaval han existido desde la década de 1960, pero no fue sino hasta la década de 1980 que todo se volvió más explícito, con lenguas y tetas por todas partes. Entonces, comenzó a popularizarse y los periódicos le dieron seguimiento.
"Incluso la televisión cubría el evento. Yo vendía bien estas fotos y realmente me gustaba esa libertad. La gente consumía muchas drogas ahí. Pero mira, Felipe, yo siempre iba solo para tomar fotos, después de hacerlo me iba. No estaba ahí de fiesta". Lo sé, papá, lo sé...
Todas las fotos son de las ediciones '83 y '85 del carnaval Arakan, y fueron tomadas por mi padre, Wagner Avancini. Puedes ver más fotos históricas de él que muestran la vida en el Sao Paulo de los años '70 a '90 en su Instagram.
Felipe Pacheco vive entre São Paulo, Berlín y una tercera ciudad de su elección en busca de historias y problemas por resolver. Síguelo en Instagram y Twitter.
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