Artículo publicado originalmente por VICE Estados Unidos.
Si bien el término "sexo casual" tiende a implicar un acto puramente físico —uno que carece completamente de intimidad y apego emocional— en realidad es un nombre poco apropiado. Una nueva investigación sugiere que los adultos jóvenes desean obtener una cantidad sorprendente de intimidad en los llamados encuentros "casuales".
Un nuevo estudio publicado en el Journal of Relationships Research, dirigido por un equipo de científicos del Instituto Kinsey y la Universidad de Binghamton, nos desafía a repensar nuestras suposiciones sobre el sexo casual, y sobre cómo los hombres y mujeres jóvenes se sienten más abiertos al respecto. Específicamente, los investigadores buscaron comprender mejor la actitud de las personas hacia los comportamientos íntimos durante el sexo y cómo son similares o diferentes en un contexto casual frente a un contexto romántico. Para ello realizaron una encuesta en Internet a 638 estudiantes universitarios de 25 años o menos. La mayoría de los participantes se identificaron como exclusivamente heterosexuales (83 por ciento) e informaron haber tenido sexo casual con anterioridad (63 por ciento).
Los participantes respondieron a la pregunta de si participarían en cuatro comportamientos diferentes de intimidad/afecto con una pareja casual y con una pareja romántica: abrazos, juegos previos, mirarse a los ojos y dormir juntos después del sexo mientras se abrazan. También respondieron cuál era su tipo de relación preferida en este momento: casual o romántica.
Quizás no sea tan sorprendente que la mayoría de las personas (nueve de cada diez) deseaban participar en estos cuatro comportamientos afectivos con una pareja romántica. En el caso del sexo casual, los números fueron más variables, pero la mayoría de las personas deseaban participar en al menos algunas de estas actividades: el 79 por ciento quería juegos previos, el 58 por ciento quería abrazos, el 42 por ciento quería pasar la noche y el 27 por ciento quería mirar a su pareja a los ojos. Este patrón sugiere que cuanto más íntimo sea un comportamiento dado, es menos probable que las personas lo quieran tener con una pareja casual.
Las mujeres fueron más propensas que los hombres a querer abrazarse y pasar la noche durante el sexo casual; sin embargo, no hubo diferencia de género en lo que respecta al deseo de juego previo o mirarse a los ojos. Además, aquellos que preferían los encuentros casuales tenían más probabilidades de querer intimidad durante un encuentro casual. Esto sugiere que las personas que no desean un compromiso romántico en este momento pueden intentar satisfacer sus necesidades de intimidad a través del sexo casual.
Por el contrario, aquellos que preferían las relaciones románticas querían menos intimidad en un encuentro casual. De acuerdo con el autor principal del estudio, Justin Garcia, científico investigador del Instituto Kinsey, "esto podría sugerir que aquellos que prefieren las relaciones románticas, en lugar de involucrarse en comportamientos afectuosos para simular la intimidad de una relación romántica, son más cautelosos y reservan la actividad afectiva para el contexto de una relación". Dicho esto, aunque las personas que preferían los romances tenían más probabilidades de querer "solo sexo" durante un encuentro casual, la mayoría aún quería hacer cosas como abrazar a un compañero casual.
Obviamente, existen algunas limitaciones en este estudio: por ejemplo, se centra solo en los estudiantes universitarios. Es probable que las preferencias de relación de las personas y el grado en que desean intimidad en el sexo casual cambien con la edad. Además, los investigadores solo consideraron cuatro comportamientos íntimos, y obviamente hay muchas más formas en que la intimidad podría expresarse con una pareja sexual.
Por lo tanto, sería útil llevar a cabo una investigación más profunda, especialmente una que considere cómo influyen las personalidades de las personas en todo esto. Dicho esto, lo que nos dice este estudio es que si bien el sexo casual es de hecho "solo sexo" para algunas personas, la mayoría de los jóvenes no parecen querer encuentros completamente carentes de emociones. “Estos hallazgos resaltan que la ausencia de una relación romántica no significa una aversión hacia las conductas íntimas con una pareja sexual. "Incluso en los encuentros sexuales casuales, muchos hombres y mujeres estaban interesados en los comportamientos afectivos, lo que sugiere que la intimidad también es una forma de placer erótico derivado de las interacciones sexuales", dice García.
Si bien parece haber algo de verdad en la idea de que las mujeres son más propensas que los hombres a desear intimidad durante las relaciones sexuales casuales, la cantidad de hombres que la desean es significativa. En este estudio, la mayoría quería abrazarse, más de un tercio quería pasar la noche y abrazarse, y más de un cuarto quería mirar a los ojos a su pareja. Los hombres son más sensibles durante el sexo casual de lo que sugieren los estereotipos de género.
Parece ser que el sexo casual no es tan informal como su nombre lo indica. Al considerarlo "solo sexo" o una experiencia "sin compromiso", limitamos nuestra comprensión de las relaciones sexuales y las diversas formas en que las personas las abordan.
Sigue a Justin Lehmiller en Twitter @JustinLehmiller.
Justin Lehmiller, PhD https://ift.tt/eA8V8J
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