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viernes, 30 de noviembre de 2018

Los 10 mejores regalos sexuales para dar (o recibir) en estas fiestas

Artículo publicado originalmente por Broadly Estados Unidos.

¡El tiempo de dar ya está aquí! La forma tradicional de dar durante las fiestas decembrinas es mucho mejor cuando se combina con esa forma de dar que es placentera y orgásmica. Cuando se trata de regalarle un juguete sexual a tu pareja o de comprar uno para ti y esconderlo debajo del árbol, hay juguetes para todos.

Aquí he reunido algunos de mis juguetes sexuales favoritos, los cuales seguramente harán las fiestas muchos más emocionantes que la fiesta de tu oficina, mucho más cálidas que el ponche caliente con licor y mucho más húmedas que la niebla que empaña tus ventanas.

Huevo Yoni vaginal

nippletes nipple clamps
Foto vía SomethingSexyPlanet.

Este par de pinzas para pezones se ajusta fácilmente para mejorar la apuesta inicial a medida que cambia tu tolerancia al dolor y tu placer. Mi aspecto favorito de este juguete es la suave cadena que cuelga entre las pinzas, que le da un tirón adicional a tus pezones mientras se balancean durante el sexo.

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Expertos nos cuentan cómo lidiar con el síndrome del impostor

Artículo publicado originalmente por VICE Estados Unidos.

Sentir que uno es un fraude y que cualquier éxito que ha logrado conseguir es inmerecido puede ser debilitante. Si alguna vez has dudado de tus logros y estabas convencido de que solo era cuestión de tiempo para que las personas descubrieran que no tienes idea de lo que estás haciendo, no estás solo.

De acuerdo a un estudio de 2011 publicado en el International Journal of Behavioral Science, cerca del 70 por ciento de personas han lidiado con el síndrome del impostor. Es especialmente generalizado en las mujeres con altos cargos, aunque puede afectar a cualquier persona en cualquier momento de sus vidas. Le preguntamos a una experta en el síndrome del impostor (¡Eso existe de verdad!), a escritores de auto-ayuda, a psicólogos, a una neurocientífica, y a una orientadora profesional cómo superar estos sentimientos inquietantes. Aquí está lo que dijeron. Las respuestas han sido editadas por longitud y claridad.

Considera la fuente de esos sentimientos

Hay factores situacionales que pueden provocar el síndrome del impostor como ser un estudiante, trabajar solo, o trabajar en una cultura organizacional que estimula la inseguridad. También existen ciertos campos en los que las personas son más propensas [a sentirse de esta manera]––campos creativos (escritura, actuación, producción, arte), medicina, y tecnología. Y hay una intersección fuerte entre el síndrome del impostor y la inclusión de diversidad. Eso porque un sentimiento de pertenencia fomenta la confianza. En cambio, entre menos personas se vean o quizás se escuchen como uno, puede significar que para muchas personas impacte su nivel de confianza.

Esto es especialmente cierto cuando uno pertenece a un grupo para el que hay estereotipos sobre la competencia. Los estudiantes/trabajadores internacionales, estudiantes universitarios de primera generación o mujeres exitosas, personas de color, personas con discapacidades, todos experimentan presión para representar a su grupo completo, lo que puede contribuir a los sentimientos de impostor.

Con eso en mente, la única manera de dejar de sentirse como un impostor es dejar de pensar como un impostor. Para ello, debes tomar consciencia de la conversación que se está produciendo en tu cabeza y luego dar un paso atrás y replantear la conversación como lo haría alguien que no es un impostor. - Dra. Valerie Young , experta en el síndrome del impostor, ponente y autora de The Secret Thoughts of Successful Women

Sé saludable y di lo que piensas

He visto clientes de todas las industrias y de todos los continentes experimentar esto sin importar la edad, el género, la riqueza o el nivel de antigüedad. Practica afirmaciones positivas: reemplaza cualquier duda o negatividad con una afirmación positiva hasta que se convierta en el camino predeterminado de tu cerebro. Mantén tu cerebro y tu cuerpo en condiciones óptimas con buena calidad de sueño, nutrientes, hidratación, ejercicio y atención plena.

Cuando hablamos en voz alta (o escribimos en un diario), liberamos emociones de supervivencia como el miedo y la vergüenza. También reducimos los niveles de la hormona del estrés cortisol a través del ejercicio aeróbico y tomando suplementos de magnesio. He escrito sobre el síndrome del impostor en un blog en LinkedIn y en mi libro Neuroscience for Leadership. Crear conciencia de esto en nosotros mismos y en nuestros colegas al ser conscientes de lo que es y del efecto que tiene en nuestro desempeño es clave. - Dra. Tara Swart , neurocientífica, consejera ejecutiva, y autora del libro The Source.

Mantén un conteo de los éxitos y no los sobre-compenses

¡Guarda tus recibos! Coge lápiz y papel y escribe toda la evidencia que soporte tu grandeza.

Creo que un error que muchas personas cometen cuando se enfrentan al síndrome del impostor es el exceso de trabajo como una forma de compensar un déficit percibido. Uno quiere demostrar mucho que es digno que puede comenzar a tomar proyectos adicionales, etc. Eso podría llevar al agotamiento y hacer que uno parezca menos competente, que es lo que se temía en primer lugar. - Dra. Joy, psicóloga licenciada y presentadora del podcast Therapy for Black Girls.

Esfuérzate y sé agradecido

Todo lo que separa a un impostor de una persona real es la voluntad de crecer. Mientras uno se esfuerce por salir de la zona de confort cada día, nunca será un impostor.

La mayoría de las personas pasan por alto todo el trabajo que han realizado. Piensan que solo tienen suerte y que realmente no merecen sus éxitos. En cambio, deben estar atentos mientras realizan CUALQUIER tipo de esfuerzo, grande o pequeño. Luego deben mostrarse agradecidos por las acciones que han tomado, independientemente del resultado. Mientras estés tratando de salir adelante, tú eres quien verdaderamente importa.

Pregúntale a cinco personas que respetes si han tenido sentimientos similares acerca de ellos mismos. Pronto te darás cuenta de que no estás solo. Todos se sienten de esta manera––incluso las personas que menos esperas. El síndrome del impostor es una ficción colectiva que todos creemos. - Nick Notas , experto en citas y confianza.

Acepta tus miedos y evalúa tus creencias

El miedo no tiene por qué significar que uno no está listo o no es capaz; simplemente puede significar que uno está en un límite creciente. Observe sus pensamientos cuando se sienta ansioso o temeroso y encuentre evidencia de que no son ciertos. Si te sientes como un impostor, pregúntate a ti mismo ¿cuándo realmente has avanzado de una forma en que temías que no podías? ¡Encuentra evidencia de la verdad! Después de todo, tu mente es maleable y puedes moldearla como desees cuando te vuelvas más consciente de lo que está sucediendo en ella. Hice un episodio de podcast popular sobre este tema. Se trataba de la dignidad en el amor, pero también aplica para este tema. - Ashley Stahl , orientadora profesional y presentadora del podcast You Turn Podcast.

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¿Qué deseo en mi vida sexual para el 2019?

Artículo publicado por VICE Colombia.


¡Se cierra este 2018! A lo mejor lo recordaremos por su mundial de fútbol en Rusia —le daba un infarto a Pekerman o me daba a mí—, o porque se casó el Príncipe Harry con una mestiza que entró solita al altar, ¡con su par de ovarios! Se regó el #Metoo como una taza de leche caliente por el mundo y las curvas se impusieron como el nuevo grito de haka femenina. Nuestros kilos, aparte de sexys, nos permitieron ser más felices, pues no hay nadie triste comiendo una empanada. La comida, señores, estuvo mucho más cerca del placer que de la obligación (sí al #foodporn y al #chicharronporn)

A nivel sexual para mí fue un año tecleando orgasmos, placeres profundos y algo de investigación gonza para mis suntuosas columnas. Me masturbé antes de cada entrega y eso me dio la oxitocina necesaria para narrar diferentes asuntos en clave de orgasmo.

Llegó diciembre y pienso en lo que deseo para el próximo año, a lo mejor te animo a que hagas los tuyos o te inspires con algunos:

1. Tener más polvos mañaneros y no de medianoche:

¡El polvo mañanero es la gloria bendita! No sólo me permite empezar el día con el ojo blanco, sino que me llena de energía para responder a mi jornada de trabajo. Cuando dejo de tener sexo me voy transformando en el Grinch.

El dejar de tener sexo se traduce para mí en que pierdo mi encanto personal y, por si fuera poco, si paso dos semanas sin sexo me deprimo, me siento fea en el espejo y ni ganas de masturbarme me dan. Poco sexo conduce a cada vez menos sexo y viceversa.

Los efectos del polvo mañanero me duran hasta las siete de la noche, la vida se me aligera y apenas se va mi pareja ya tengo ganas de volver a tener sexo. Saludo a cada persona que me encuentro en la calle, los animales se me acercan y parezco la Blancanieves latina recién follada.

2. Experimentar EL masaje con final feliz

Si bien este año fui a un curso de masturbación femenina, en el que aprendí sobre cómo funciona la ramificada anatomía del clítoris, confieso que me quedé con ganas de sentir un orgasmo así de bestia. Sé que el hombre que dictaba el taller me propuso que yo fuera su vagina de Indias, y le contesté esa noche que no me atrevía. Pues ya estoy lista para hacerlo, sentirlo y, cómo no, escribir todo lo que me pase en mi columna. Solo se vive una vez.

3. Evolucionar los orgasmos de mis zonas erógenas

Gracias a José Miel pude tener un orgasmo pezonero en este año. Ocurrió sin mucha premeditación y fue un acto bello y maravilloso que me hizo pensar que, a través de nuevas esquinas de mi cuerpo, puedo acceder al paroxismo. Me llevo observando con mucha atención y sé que este año deseo jugar con mi piel y con mi mente para activar el orgasmo desde nuevos puertos. Hubo un día en una playa californiana, allá en el año 2007, en el que tuve un orgasmo con el poder de mi imaginación mientras el sol me calentaba la mente. Esto, que no se ha vuelto a repetir, constituye ahora uno de mis pilares de investigación sexual. He hablado con grandes expertas del tema, como Diana Pornoterrorista, Venus O´Hara, por mencionar algunas de mis fuentes mágicas, y he llegado a la conclusión de que esa experiencia está muy poco explorada y son muy pocas las mujeres que han pasado por esto. Para este año, ya tengo tema de investigación y de recreación.

¡Una auténtica maravilla sexual!

4. Slow sex

Uno de mis propósitos de enmienda tiene que ver con la velocidad con la que practico el sexo. Si los tiempos son rápidos en las entregas, las demandas y las actualizaciones del día, el trabajo y las redes sociales, el sexo se puede terminar convirtiendo en algo que también se practica a las carreras. Así no vale. He visto que cuando bajo la velocidad en la que practico el sexo, todo se aprecia más. Es como ir en un tren de alta velocidad y perderte el paisaje porque vas a toda máquina. Si el sexo se convierte en un momento de mayor disfrute sensorial, los movimientos también se pueden coordinar a ese ritmo más slow del placer. La curva del placer en mí es mucho más vertiginosa, ¡y no hablemos de lo que puede hacer en mi pareja! Con esta práctica puedo conseguir que sea multiorgásmico y que tengamos sexo toda la mañana. Un truco para esto: un estilo lento viene acompañado de música lenta, de caricias lentas al ritmo de la música y de una espera más prolongada de la penetración.

5. Mi contribución sexual para parejas

¿De qué sirve tener un tesoro si sólo lo tienes para ti? Ser una afortunada en conocimiento y experiencia es una maravilla para mi pareja, aunque ahora lo que me interesa es poder ayudar a otras parejas a que lo consigan mediante formación en bienestar y placer sexual de pareja. Escribir lo que sé hace parte de hacerlo posible, y trabajar con parejas en directo será el siguiente paso.

Baranda Pons https://ift.tt/eA8V8J

Fotos de dos universidades públicas en Bogotá cayéndose a pedazos

Artículo publicado por VICE Colombia.


Es obvio que la desfinanciación de las universidades públicas en Colombia, la razón por la cual los estudiantes han salido a marchar por todo el país, no solo atañe a la infraestructura de las mismas. Pero esa es la muestra más palpable del descuido. El fotógrafo Mateo Rueda visitó la Universidad Nacional de Colombia y la Universidad Pedagógica Nacional para mostrar, con imágenes poderosas, la realidad que los estudiantes afrontan día a día.

La idea abstracta de la desfinanciación mostrada de manera palpable.

Acá están.

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Universidad Nacional de Colombia | VICE Colombia
Mateo Rueda https://ift.tt/2zxXpWN

Hoy salgo del segundo clóset: soy una persona que vive con VIH

En unos días se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra el SIDA. He visto innumerables campañas, películas, estadísticas. Pero estoy convencido de que nada de lo que se haya dicho ha sido abordado desde la tónica correcta. Amenazar con la muerte no ha funcionado. Alentar a la vida, tampoco. Tal vez, sólo tal vez, leer la historia de alguien que vivió en carne propia el terror del SIDA y vio a la muerte a los ojos debido a la desinformación, logre hacerle entender a la gente porque diagnosticarse y tratarse importa. Y es por eso que hoy, armado de valor, cuento mi propia historia.

Me enteré de que tenía VIH de la peor de las maneras posibles: cuando ya había desarrollado SIDA. Tirado en una cama de hospital muriéndome de neumonía, veía mi vida escapándoseme a pasos agigantados. La misma enfermedad que se llevó a Freddie Mercury me tenía diezmado y con escasísimas posibilidades de sobrevivir. A todos mis conocidos les dieron la versión oficial: “Pável tiene neumonía” y no se hablaba más del asunto. La realidad es que llevaba años con el virus del VIH, nunca me diagnostiqué ni me traté y sólo lo supe cuando estuvo a punto de ser demasiado tarde.

Sólo mis familiares y amigos más cercanos supieron la verdad: presentaba un cuadro de SIDA en etapa terminal y lo más probable es que esa cama en la que me encontraba postrado sería la última que conocería. “No te vamos a mentir. Una persona tiene SIDA cuando presenta menos de 200 células CD4 en la sangre. Tú tienes 18. Por lo tanto, vamos a hacer lo que esté en nuestras manos, pero debido al cuadro agudo de SIDA que presentas, es poco probable que sobrevivas. Si tienes asuntos legales pendientes, lo mejor es que los ordenes ahora”.

Lloré como pocas veces lo he hecho en la vida. Y no por mí: sino por ver a mi madre a mi lado, esa mujer viuda que se partió cuerpo y alma por darme sustento y educación, con un rostro que fluctuaba entre en dolor y la espera desesperada de un milagro. Después de varios días de un agresivísimo tratamiento, caí en coma. Inconsciente como estaba, tenía la vida atada a un respirador artificial. “Le vamos a tener que quitar el tubo. Ya hicimos todo lo que pudimos. Si el tratamiento funcionó, va a respirar por sí solo. Pero si le quitamos el tubo y no respira, entonces ya no hay más qué hacer”.

Y el milagro por el que pidió mi madre ocurrió. Mis pulmones se rebelaron y respiraron, pero la batalla apenas comenzaba. Ese periodo de recuperación fue tal vez lo más horrible que me ha tocado experimentar. Refundido en el pabellón de infectología, compartía habitación con otros que, como yo, vivían en la etapa más letal y peligrosa del SIDA. Cada día al menos una persona moría en ese cuarto por causas asociadas al VIH. Mujeres trans, chicos mucho más jóvenes que yo, amas de casa. Todos contaban sus historias y compartían su miedo. No sé si era más terrible escuchar los gritos desgarradores de los familiares al recibir la noticia de que un ser querido había muerto o vivir en la zozobra de no saber quién sería en el siguiente, como en una ruleta rusa, macabra y retorcida.

Pero viví. Un mes después salí en silla de ruedas del hospital con 18 kilos menos que los que entré y el cuerpo lleno de llagas por haber pasado tanto tiempo sin moverme de la cama. Entonces supe que mientras estuve todavía hospitalizado, mi madre y uno de mis mejores amigos se movieron a una velocidad impresionante para darme de alta en la Clínica Especializada Condesa, para que comenzara lo antes posible mi tratamiento antiretroviral. Recibí mis primeras dosis de medicamento y tuve sueños vívidos horribles en los que me moría en el hospital y nadie lloraba mi muerte. Y así, diariamente durante varias semanas hasta que mi cuerpo se acostumbró al fármaco.

“En unos meses te vas a estar riendo de esto, vas a ver, te lo prometo”, me dijo el mismo doctor que prácticamente me obligó a hacerme la prueba y a quien le tocó darme la noticia de que era VIH positivo. Gracias a él me internaron y me trataron la neumonía. De no haber sido por él, en este momento estaría muerto. Después de varios meses de tomar mi tratamiento religiosamente, al fin recibí la noticia: ya no tenía SIDA. “Felicidades, Pável, tus CD4 se levantaron y ya tienes más de 200. Ahora ya no tienes SIDA, sólo eres una persona que vive con VIH”.

Ignorante como era respecto al tema, no sabía que eso era posible. Creía que una vez declarándose el SIDA, sólo era cuestión de esperar a que mi sistema inmunológico debilitado le diera carta abierta a las enfermedades oportunistas para matarme. No era así. Poco tiempo después llegó la segunda gran noticia: no sólo mis células CD4 iban a la alza, sino que el virus había dejado de replicarse y comenzaba a bajar. Después de haber tenido 180,000 copias del virus —un número altísimo— ahora mi sangre mostraba menos de 50 copias. “Eso significa que el virus se encuentra a nivel indetectable. ¡En verdad, después de haber estado casi muerto, ahora tu salud es la de una persona cualquiera!”

Quise llorar. De inmediato le marqué a mi mamá para contarle. Le conté también a mis mejores amigos, pero les rogué mantener el secreto. Seguía teniendo miedo. Ahora mi temor ya no era la muerte, sino la exclusión y la discriminación. Y me di cuenta de que no era el único. Cada que visitaba la Clínica Condesa, las miradas teñidas de temor eran la regla. Pude ver cómo muchas de las personas que como yo iban a revisión médica o por medicamento, lo hacían con un pesar indescriptible. Nadie se veía a los ojos. Todos jugaban a no estar ahí, seguramente rogando por dentro no encontrarse a ningún conocido que delatara su secreto.

Asumí como cruzada hablar sobre el VIH. En mi labor como periodista toqué el tema cuantas veces pude. Fui portavoz de campañas de concientización, a nivel gubernamental y también para ONGs, pero siempre “desde el clóset”. Cuando me preguntaban cómo es que sabía tanto sobre el virus, respondía de manera esquiva que era por interés periodístico. Me daba muchísimo miedo de que la gente se enterara y que eso impactara en mi vida personal, laboral, sentimental y sexual.

Tardé casi un año para volver a tener sexo y lo hice lleno de culpa. No sabía si confesarle a mis ligues de ocasión mi estatus de VIH. Por un lado estaba mi conciencia diciéndome que “ellos tenían derecho a saber”, pero por el otro estaba el temor de que ellos me rechazaran y que además difundieran una información que en ese momento consideraba muy privada. Finalmente decidí que no les diría. Usaría condón siempre (a pesar de que las personas indetectables no transmitimos el virus) pero no les diría a mis parejas a menos que se trataran de personas con las que pretendiera entablar una relación seria.

Y así fue. Tuve tres parejas sentimentales después de haber conocido mi estatus como seropositivo. Sorpresivamente, para ninguno de los tres fue tema. Palabras más, palabras menos, lo que cada uno de ellos me dijo fue: “yo te quiero a ti y el virus no es algo que te defina”. Respiré. Les expliqué que las personas indetectables no transmitimos el virus. Lo charlamos, negociamos temas importantes como el uso del condón o no. Con cada uno fue distinto, pero jamás fue una discusión grave ni con aires apocalípticos. Las relaciones terminaron por asuntos totalmente ajenos al virus. Tal como ellos lo dijeron: no fue el VIH lo que definió la relación.

Y entonces llegó “el indicado”. Cuando lo conocí tuve muchísimo miedo de decirle. A pesar de tener tres experiencias previas positivas, los nervios no se esfumaron. Le di muchísimas vueltas antes de comentarle. No habíamos tenido sexo aún, seguíamos saliendo. Pensé muy bien cómo se lo diría, seleccionando cuidadosamente la situación y las palabras. Pero se me adelantaron. Un usuario anónimo le mandó un mensaje por Facebook Messenger: “¿No te das asco salir con ese wey? No sé si sepas, pero tiene el bicho”.

Y me lo dijo. Me mandó el screenshot del mensaje. De inmediato le marqué por teléfono. “Ni modo, lo que tenga que ser, será”, pensé. Le dije que sí, que era cierto, pero que no se lo había dicho porque no sabía cómo ni cuándo comentarlo y porque además ya no era un tema que me quitara el sueño. Casi cuatro años después de haber pasado por una de las experiencias más traumáticas de mi vida, ahora estaba completamente saludable, indetectable, haciendo mi vida normal. “Si no quieres seguir saliendo conmigo, si te enoja haberte enterado por otra persona y no por mí, te entenderé”. Pero no fue así. Al igual que mis parejas anteriores, mostró un comportamiento ejemplar. “Tengo varios amigos que también lo tienen, estoy más informado de lo que crees”, me contestó.

Seguimos saliendo y tiempo después formalizamos la relación. Tuvimos sexo y el virus no lo impidió. Se hizo la prueba y resultó negativo. Desde entonces somos una pareja serodiscordante y feliz. Muy feliz, de hecho. Tanto que hace varios meses nos comprometimos y nos casaremos el año entrante. Cada que hablamos de VIH me dice cosas como “no me importa que lo tengas. Sé que tomas tu tratamiento y sé que gracias a eso vamos a hacernos viejitos juntos”.

Y justo así es. Cada día, antes de dormir, me tomo mi pastilla de Atripla. Cada seis meses voy a hacerme pruebas de rutina, para comprobar que el virus sigue indetectable y que mi sistema inmunológico sigue fortaleciéndose. Voy al gimnasio, trabajo, bailo hasta quedar exhausto. Hay días en los que ni siquiera me acuerdo de que el virus vive conmigo. Pero hay otros días en los que es inevitable reflexionar en los muchísimos sinsabores y momentos terribles que pude ahorrarme de haberme detectado a tiempo.

Por eso escribo este texto. Primero, para que me sirva como una especie de “salida del clóset pública”. Porque después de varios años me siento listo para decirle a la gente que vivo con el virus y que tenerlo en mi cuerpo no me vuelve mejor ni peor persona. Pero también lo hago por todas esas personas que viven con miedo. Si yo tuve que enterarme de mi condición cuando estaba a punto de morir fue por el maldito miedo: miedo a que me señalaran, miedo a formar parte de los “chistes de sidosos”, miedo a que ninguna persona me quisiera porque seguramente pensaría que estaba saliendo con alguien sucio, promiscuo o condenado a muerte. Miedo a hacerme la prueba y recibir ese horrible dictamen que dice “reactivo”.

A ustedes, desde el fondo de mi corazón les digo: no tengan miedo. Sus amigos, si lo son de verdad, no se alejarán. Y no, no los despedirán del trabajo, y si lo hacen ustedes llevan las de ganar ante cualquier corte. Pero sobre todo, que el amor no se termina. Ni el amor de pareja, ni el más importante de todos: el propio. Con el tiempo uno aprende a mirarse al espejo y a no sentirse sucio, descompuesto ni condenado.

A ustedes, los que no se hacen la prueba por temor, o los que viven con el VIH en silencio les reafirmo: no tengan miedo. El miedo es lo que casi me mata. Pero en cuanto lo destierran den su vida, en cuanto empiezan a hablar de este virus con la misma naturalidad con la que hablaríamos de una gripe (porque así de natural es), las cosas cambian y la existencia se vuelve mucho más luminosa.

El VIH no es un castigo kármico por putear, no es “su merecido” por no cuidarse, no es un instrumento cósmico por haberse atrevido a ejercer su sexualidad. Se los digo yo, que me infecté estando en una relación monógama. Pero eso es el pasado, ya no me flagelo pensando “cómo fui tan pendejo para infectarme”. Prefiero pensar en lo que me espera adelante. Con una boda en puerta, con una red de amigos y familia que me aman y me aceptan, con un trabajo que me encanta, hoy decido poner mi mirada en un futuro promisorio.

Ya no le tengo miedo al VIH, ya no lo vivo con culpa. Y de corazón espero que estas palabras motiven a más de uno a dejar de temerle a ese enemigo silencioso que sólo es peligroso si dejamos de hablar de él, si no lo atendemos a tiempo o si no tomamos nuestro tratamiento. Hablemos de VIH, hablemos, hablemos, hablemos. Porque nadie más en el mundo merece morir de una enfermedad perfectamente tratable. Porque todos merecemos la felicidad, a pesar de que a veces la ruta parezca tan oscura.

@PaveloRockstar

Pável Gaona https://ift.tt/eA8V8J

La nevería zapoteca del mercado de comida más grande de Oaxaca

Artículo publicado por VICE México.

“Rutúa guieguí naxhi”, anuncia en zapoteco una mujer, desde el corazón del mercado tradicional de comida más importante del estado de Oaxaca: Tlacolula. En su lengua, dice que vende nieves. Ella es Francisca Cruz, tiene 58 años, es originaria del pueblo de San Bartolomé Quialana, bilingüe y vendedora de nieves artesanales en ese mismo punto desde 1975.

Frente a ella, cinco personas vacían lentamente el contenido de unas copas de cristal con varias bolas congeladas de colores. Nadie habla. Están absortos en su meta de llegar al fondo del recipiente y quizá pedir más. Alrededor es una verbena. Es domingo, el día de plaza. Basta echar un vistazo para encontrarse a pocos pasos de distancia con puestos de jitomates criollos, repisas de pan de yema recién horneado, niños vendiendo chapulines en los pasillos y un hombre tocando la trompeta sin tregua.

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“Ya sólo hay de estas”, le dice a una chica que llega con cámara en mano a asomarse a la barra donde atiende. La zapoteca abre, una a una, las tapas de aluminio que cubren sus tinajas. Le regala pruebas en pequeñas cucharas a la visitante. “Cuesta 35 pesos la copa con tres bolas”, continúa.


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Detrás, el hijo de Francisca llena un vaso grande con agua fresca y lo corona con nieve de tuna. El líquido se pinta de rojo: acaba de preparar un aguanieve. Un anciano que vende mezcal en garrafas de gasolina espera por él del otro lado; le pasa un billete y le da un sorbo a la bebida.

“Es que hace tanto calor, que ni el mezcalito ayuda, mijo. Dios te bendiga a ti y a tu mamá”, le dice el viejo. Lejos, de nuevo, vuelve a chirriar una trompeta, vuelve a pasar un vendaval con olor a molienda de chocolate. Bienvenidos a la Nevería Mary. “Rutúa guieguí naxhi.”

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Este es un día oscuro para la libertad de prensa

Artículo publicado originalmente por VICE Canadá.

Pensamos en comenzar este editorial con la desafiante afirmación "el periodismo está bajo ataque". Y es verdad. Pero, hoy, también nos sentimos profundamente decepcionados: de que nuestra sociedad no haya reconocido la importancia de una prensa libre e independiente.

Esta mañana, la Corte Suprema de Canadá falló en contra de VICE Canadá y el reportero de seguridad nacional de VICE Ben Makuch, apoyando así la demanda de la Real Policía Montada de Canadá (RPMC) de acceder a las notas de Makuch relacionadas con una serie de entrevistas que le realizó a un presunto miembro de ISIS en 2014. El Fiscal de la Fuerza policiaca nacional de Canadá argumentó que necesitaban las notas para armar un caso en contra de Farah Shirdon, un hombre de Calgary que presuntamente estuvo con ISIS en Irak y Siria en 2014. El ejército de EE. UU. dice que fue asesinado en un ataque aéreo en 2015.

Los abogados de VICE Canada argumentaron sin éxito ante tres instancias de la corte que la RPM sólo busca información y por ello está forzando efectivamente a un periodista a ser un agente del estado. Con esta decisión de la corte pendiendo de un hilo por años, Makuch ha continuado haciendo periodismo audaz e importante sobre temas delicados y con frecuencia peligrosos. Sin duda, la decisión de hoy tendrá un efecto escalofriante en ambas fuentes, tanto en los testigos que pueden mostrarse reacios a hablar con los reporteros, como en los mismos periodistas, quienes podrían estar menos dispuestos a informar sobre temas delicados.

Si bien nuestros abogados perdieron, creemos firmemente que el periodismo, que ya está bajo ataque en todo el mundo, debe estar libre de la intervención estatal.

Los últimos años han sido difíciles para el periodismo, con actores estatales y no estatales utilizando métodos arteros para socavar el periodismo independiente, como ejemplo tenemos el momento en que el presidente de los EE. UU. Donald Trump llamó a los periodistas "el enemigo del pueblo", las noticias falsas creadas en Facebook por los trolls rusos, y los asesinatos de periodistas patrocinados por el Estado. El entorno actual es físicamente peligroso para los periodistas y preocupante existencialmente para una democracia saludable.

Incluso en Canadá, donde el Primer Ministro liberal Justin Trudeau ha hablado sobre el derecho de los medios a hacer su trabajo y ha anunciado recientemente $600 millones en financiamiento para las organizaciones mediáticas, hemos visto otras incursiones perturbadoras en esta labor. Justin Brake, un reportero de la Red de Televisión del Pueblo Aborigen, enfrenta cargos criminales por una historia que cubrió. También salió a la luz que la policía de Quebec había espiado a varios periodistas en esa provincia.

No hace falta decir que todos estamos mejor cuando el periodismo opera libremente, sin la interferencia del estado. De lo contrario, los líderes actúan sin ningún control, las grandes corporaciones interfieren en las elecciones y las historias de los miembros más vulnerables de la sociedad son ignoradas, pues nadie las cuenta. Esto puede parecer una exageración, pero un vistazo rápido a los titulares recientes de cualquier publicación importante puede servir como prueba de que estas cosas efectivamente están sucediendo .

La información justa y crítica sobre los gobiernos, las instituciones y la policía es un principio central de nuestro periodismo en VICE. La resolución de hoy no cambiará eso. No nos intimidaran para dejar de informar a nivel mundial sobre los agentes del poder, ni para dejar de cubrir las historias que son importantes.

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‘Me alcoholicé y golpeé al suegro’: Personas nos cuentan su peor cruda moral en seis palabras

Artículo publicado por VICE México.

La cruda moral es la parte más agria de estar crudo. Si bien un dolor de cabeza, vomitar en la regadera o sentirte sin energía con cosas que tienen soluciones fisológicas inmediatas, sentirte mal porque eres una persona nefasta cuando está intoxicada tiene que ver más con enfrentar tus decisiones y acciones, cosa que, claramente, requiere mucho más trabajo psicológico —si es que quieres reparar o cambiar algo— que tomarte una aspirina. “Conócete a ti mismo” es uno de los oráculos más importantes de la Grecia Antigua, tal vez, ese mismo oráculo también contemplaba que uno no se da cuenta de lo realmente malo que se puede llegar a ser hasta que te das cuenta, después de la fiesta, las consecuencias de tus acciones.

Tratando de mitigar mis propias culpas le pregunté a personas cómo ha sido su peor cruda moral en seis palabras. Estas fueron las acciones que les generaron caer en el fondo del barril:


Soy la otra, la novia sabe. -Carmen, 25 años.

Le regalé mota a mi mamá. -Ángela, 19 años.

Hice escena de celos al fuckbuddy.- Regina, 19 años.

Salté de un coche en movimiento.- Guillermo, 24 años.

Volví con mi ex muy peda.- Ollín, 29 años.

Besé a un vato teniendo novia.- Juan Pablo, 25 años.

Mandé nudes, la esposa las vio.- Itzel, 25 años.

Perdí las fotos de una quinceañera.- Nash, 35 años.

Dejé que mi amigo me taturara.- Uriel, 24 años.

Cogí con el que no quería.- Nancy, 23 años.

Fui infiel con su mejor alumno.- Lola, 39 años.

Vomité como degenerado vestido de payaso.- Richie, 22 años.

Le vomité cuando la estaba besando.- Gabriel, 25 años.

Me lo cogí porque estaba aburrido.- Alan, 26 años.

Nalgada a mamá de un amigo.- Tadeo, 25 años.

Cogí con otra y se enamoró.- Ana Pao, 26 años.

Me alcoholicé y golpeé al suegro.- Maic, 28 años.

Me di a mi prima pedo.- Mario, 24 años.

Despertar sin ropa en su cama.- Victoria, 25 años.


Sergio se la vive con cruda moral en Instragram.

Sergio Pérez Gavilán https://ift.tt/eA8V8J

Testimonio de un salvadoreño refugiado en Guatemala

Este artículo publicado por VICE México es una colaboración con La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).

En 2016 abandoné El Salvador tras convertirme en el blanco de una de las dos grandes pandillas que tienen de rodillas a nuestro pueblo laborioso. Pensé en ese fatídico día de madrugada :"Iré a Guatemala", a trabajar para salir adelante y escapar de la sentencia dada al haber hecho justicia después de recibir duros golpes y perder asesinados a mis tres primeros hijos, y que las débiles leyes de mi país emitieran condena a medias. Digo a medias, porque por el supuesto buen comportamiento de esos individuos en la cárcel, les rebajaron las condenas a la mitad. Fueron condenados a treinta años de prisión y hoy solo estarán tras las rejas quince años.



No vivía en opulencia en mi país, pero venir sin nada, sin familia y sin dinero, fue una situación bastante dura; al llegar me vi obligado en buscar y aceptar el primer trabajo que pudiera encontrar. Al encontrar trabajo, por ser extranjero y no tener documentación legal de guatemalteco se me pagaba un salario ínfimo. Me desempeñé como barista de un restaurante en una zona de prestigio y después administre otro de los mismos propietarios. El trabajo incluía horarios extraordinarios, de 10:00 am hasta las 2:00 am de la madrugada. En dichos trabajos nunca fui irrespetado, además los propietarios me demostraron mucho aprecio y estima. Quedé desempleado porque se declararon en banca rota.

Ante esa situación decidí volver a mi país y quizá enfrentar la muerte de manera temprana. Pero luego reflexioné y decidí no regresar. Por muchas razones extraño a mi país, mi familia, mi gente y en especial la comida, porque cada país tiene su propia forma de preparar los alimentos que se acostumbra ingerir a diario como dieta alimenticia.



A finales de 2016; decidí quedarme en Guatemala y firmé solicitud de refugio. Ese mismo año, se me otorgó el estatuto de Refugiado en la República de Guatemala. En 2017 se me hizo entrega de un documento llamado "Cédula de Identidad R". Eso me alegro mucho. Sin saber que me enfrentaría a la misma ilegalidad, porque dicho documento en un casi un 99% nadie lo toma o considera suficiente para poder ser identificado y estar totalmente legal en República de Guatemala.

A pesar de que supuestamente estoy legal en Guatemala, me sigo sintiendo como indocumentado al sufrir rechazo y marginación por empresas privadas, sector financiero y por el mismo estado, que siempre me exigen la presentación del Documento Personal de Identidad (DPI), como único documento para ser identificado y realizar cualquier trámite en todo el territorio nacional de la república de Guatemala.



Agregado a mi situación y por mi mayoría de edad no logré ubicarme o encontrar un empleo con salario fijo. Solo he trabajando con base a comisiones sobre ventas hechas y gracias a Dios y dos empresas que me han dado una oportunidad laboral. Pero cabe mencionar que en una de las empresas fui irrespetado y humillado por ser refugiado y tuve que renunciar. porque no vine a eso en este hermoso país. He continuado buscando nuevas oportunidades sin poder encontrarlas.

Los pueblos o tierra que no me vieron nacer nunca serán iguales a los nuestros, porque estando acá he sufrido, pero siempre han aparecido excelentes personas con suficiente calidad humana. Con respecto a la asistencia como refugiado que se me ofreciera considero que no ha sido completa y sigo luchando para salir adelante con el panorama o esperanza que nada será imposible.



Quiero dejar constancia de que no es fácil dejar de pensar y extrañar a mi familia, a mi esposa con mis dos hijos que aún están en riesgo en mi país y que por mi situación económica no los puedo traer conmigo. Llevo dos años y meses de no poder verlos y darles abrazos y decirles a viva voz que les amo.

Por último, continúo confiando en Dios, que antes de cerrar mis ojos para descansar eternamente los volveré a ver o juntarnos para vivir una vida mejor, sin ser perseguido por honrado y honesto.

José Guardado https://ift.tt/eA8V8J

Mira un ‘perico’ enjaulado escuchando a Los Tucanes de Tijuana

Artículo publicado por VICE México.

Detesto alabar tanto al internet, pero es gracias a su existencia que todos los días podemos toparnos con una infinidad de ocurrencias y gracejadas ajenas. El día de ayer me topé con un tierno video en el que un ‘periquito’ se posa y mece al ritmo de un poderoso corridón de Los Tucanes de Tijuana: “el corrido del diablo”. Una situación tan extraordinaria que no pude dejar pasar de largo.

Pareciera que los productores de ese video sabían con exactitud qué era lo que necesitábamos exactamente para comenzar a fondo nuestro fin de semana. Pero a pesar de lo lindo que se mira el 'periquito' yendo y viniendo, de un lado a otro, me gustaría darle la libertad que se merece, ¿quién tiene las llaves?

Mira el video del perico danzante:

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Luis Carreño https://ift.tt/eA8V8J

El video de un tipo a punto de matarse volando en ala delta es terrorífico

Artículo publicado originalmente por VICE Nueva Zelanda.

Imagínate que el día más aterrador de tu vida quedara inmortalizado en un video. Eso fue lo que le pasó al youtuber Gursk3, que este lunes publicó un vídeo en el que aparecía volando en ala delta por primera vez. ¿El problema? Pues que su arnés, el único elemento que debía mantenerlo seguro durante el vuelo, no estaba enganchado al aparato.

Los primeros segundos del video muestran a un piloto y al youtuber preparándose para despegar. Lo que el tipo no sabe es que lleva un arnés en la espalda que en ese momento no sirve absolutamente para nada. Justo después del despegue, el piloto se da cuenta de que cometió un error posiblemente mortal e intenta maniobrar el ala delta para hacer un aterrizaje rápido. El peso del pasajero que cuelga precariamente de un lado, agarrado solo con la fuerza de sus dedos, dificulta la maniobra, por lo que el piloto se ve obligado a volar sobre los árboles y luego sobre un jodido precipicio.

Gracias a la pericia del piloto, los dos sobrevivieron, pero el youtuber tuvo que ser trasladado de urgencia al hospital. Según Gizmodo, el hombre se fracturó la muñeca al soltarse del ala delta durante el aterrizaje y se desgarró un tendón del bíceps izquierdo después de pasar 134 aterradores segundos aguantando todo su peso corporal con un brazo. Todo esto pasó durante su primer día de vacaciones en Suiza.

“Es mejor que la otra alternativa”, dice en el video. No negaremos que es una forma admirable de ver esta pesadilla.

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Beckett Mufson https://ift.tt/eA8V8J

Las personas que compran bocinas inteligentes renuncian a la privacidad, según investigadores

Artículo publicado originalmente por Motherboard Estados Unidos.

Si crees que los dispositivos inteligentes que todo el tiempo están escuchando son espeluznantes, pero de todos modos te compraste un Amazon Echo, no estás solo. Un estudio reciente de investigadores de la Universidad de Michigan encontró que las personas que tienen bocinas inteligentes están conscientes de los riesgos, pero ya se resignaron a la idea de que el deterioro de la privacidad ahora es una cruda realidad.

"Lo que realmente me preocupó fue la idea de que 'solo es un poco más de información que le das a Google o Amazon, y ya saben mucho sobre ti, así que, ¿qué tiene de malo?'", dijo Florian Schaub, profesor asistente en la University of Michigan School of Information y uno de los coautores del estudio. "Es representativo del deterioro constante de lo que significa la privacidad y cuáles son nuestras expectativas de privacidad".

Los dispositivos domésticos inteligentes, como bocinas, televisores y microondas conectados a internet, han estado involucrados en múltiples escándalos de privacidad. Este año, la conversación privada de una pareja fue grabada por su bocina inteligente y luego enviada a un contacto aleatorio. En 2015, las personas descubrieron que una línea escondida en la política de privacidad de los televisores inteligentes de Samsung significaba que todo lo que dijeras podría ser grabado y enviado a un tercero. Al igual que toda la tecnología conectada a internet, estos dispositivos también son susceptibles a violaciones de datos o a los hackeos.

Sin embargo, a pesar de saber los riesgos, muchas personas dicen que ya se resignaron a la idea de que nos van a espiar y no hay nada que podamos hacer al respecto.

Este tipo de nihilismo de privacidad no es nuevo, y durante mucho tiempo hemos entendido que si bien las personas dicen que valoran la privacidad, a menudo actúan de manera que perjudican sus protecciones de privacidad (como no cambiar su contraseña, por ejemplo). Pero Schaub y sus colegas querían investigar cómo funcionaba esto con las bocinas inteligentes, como el Amazon Echo en particular. Schaub me dijo que tenían curiosidad por saber si el comportamiento de las personas con el dispositivo podría revelar un esfuerzo más consciente para preservar la privacidad.

Los investigadores entrevistaron a 17 usuarios de bocinas inteligentes y 17 personas que deliberadamente todavía no habían comprado una, e hicieron que los usuarios de bocinas inteligentes llevaran un registro semanal de cómo utilizaban el dispositivo. Schaub y su equipo encontraron que los usuarios no se molestaban en tomar medidas para proteger su privacidad. Muchos dispositivos tienen un botón de silencio que le permite al usuario apagar el micrófono, por ejemplo, pero los investigadores encontraron que la mayoría de los usuarios nunca lo habían usado.

También era raro que los usuarios revisaran sus registros de actividad, donde pueden checar y eliminar grabaciones. En lugar de usar esta función para proteger la privacidad personal, los investigadores descubrieron que los usuarios la estaban usando para espiar a las amas de casa y niñeras.

Los fabricantes de bocinas inteligentes como Amazon dicen que los dispositivos solo graban después de escuchar una "palabra clave" especial (como "Alexa" o "Hey, Google"), algo que muchos usuarios dijeron que les da tranquilidad. Pero Schaub dijo que esto nos obliga a confiar profundamente en las compañías a las que les compramos los dispositivos.

"Realmente debemos confiar en que Google y Amazon respetan la privacidad de las personas y se adhieren a lo que están describiendo", dijo Schaub. "Aún así es un hecho que estás colocando un micrófono en vivo en tu hogar y en tus espacios íntimos, y es un software que decide si graba con una palabra de activación o todo el tiempo".

Las funciones del dispositivo con enormes implicaciones de privacidad podrían cambiar con el tiempo, dijo Schaub, y los usuarios no siempre están al tanto de las ultimas actualizaciones.

Schaub dijo que encontró que los resultados del estudio se referían, en particular, al hecho de que muchos usuarios se mostraban apáticos con la idea de que las compañías obtengan más información sobre sus vidas privadas –si no nos importa el deterioro constante de nuestra privacidad, un día dejará de existir.

Si los usuarios exigieran protecciones de privacidad, dijo Schaub, se podrían hacer algunos cambios simples en la tecnología para mejorar la privacidad del usuario sin tener que renunciar a la comodidad. El botón de silencio, por ejemplo, podría ser activado por voz, ya que así es como todos usan su bocina, en lugar de presionar el botón.

"Por alguna razón, no es posible decirle verbalmente a Alexa que deje de escuchar por diez minutos, o decirle 'olvida todo lo que escuchaste en la última hora'", dijo Schaub. "No creo que sea muy difícil para las empresas implementar este tipo de funcionalidades".

Kaleigh Rogers https://ift.tt/eA8V8J

jueves, 29 de noviembre de 2018

Por qué los narcisistas suelen ser tan afectuosos al inicio de una relación

Artículo publicado originalmente por Tonic Estados Unidos.

Digamos que estás empezando a salir con alguien, y que todo va de maravilla. Al parecer le encantas: la persona en cuestión es reflexiva y atenta, es genial en la cama y, tal vez, lo más impactante es que te contesta de inmediato. Pero entonces, las cosas empiezan a ponerse un poco raras. Te llama constantemente; sus textos son increíblemente emotivos y cargados de emoticones; te hace cumplidos constantemente; y quiere conocer a tus padres, aunque solo hayan tenido un par de citas.

Básicamente, hay dos posibilidades aquí. La primera es que la persona con la que estás saliendo está realmente interesada en ti, y no puede evitar llenarte de elogios y atención. La segunda es que la persona con la que estás saliendo es narcisista, y te está aplicando la táctica del bombardeo amoroso.

El "lovebombing" es un término que usan los terapeutas para referirse a alguien que se muestra demasiado solícito o cariñoso en las primeras etapas de una relación. (Se especula que el término fue acuñado por el Reverendo Sun Myong Moon, el carismático fundador del culto de la Iglesia de la Unificación, quien lo usó como una forma de describir las tácticas de reclutamiento de la organización). En palabras llanas, el bombardeo amoroso es "una manera de controlar a las personas dándoles lo que quieren y diciéndoles lo que quieren escuchar", dice Gloria Brame, una terapeuta sexual y de relaciones de Georgia.

El bombardeo amoroso es usado comúnmente por personas con el trastorno de personalidad narcisista (NPD, por sus siglas en inglés), que se caracteriza por una constante necesidad de elogio y atención y la incapacidad para manejar la decepción o la crítica en cualquier forma. El NPD es relativamente raro: según Forrest Talley, un psicólogo clínico de California, solo lo padece menos del uno por ciento de la población general. Sin embargo, el término se ha popularizado bastante últimamente, en gran parte debido al surgimiento de sitios web y aplicaciones de citas: si alguien rechaza tus avances excesivamente solícitos, siempre puedes pasar a la siguiente persona.

Algunas de las señales del bombardeo amoroso son; por ejemplo, que te digan que están enamorados después de la segunda cita, que te colmen de regalos y elogios, que te envíen mensajes de texto y te llamen a todas horas. El narcisista está en sintonía con tus vulnerabilidades: si nota que te sientes inseguro sobre tu apariencia, te dirá que eres la persona más sexy del mundo. Si mencionas que tienes problemas económicos, te comprará un buen regalo. Su objetivo final es “aislarte y controlarte y hacerte sentir que realmente le debes algo”, dice Brame.

Para ser claros, no todo el que es efusivo y afectuoso es narcisista, y tampoco lo es todo el que se enamore de ti en automático. Es por eso que la línea que separa a aquellos que te están aplicando el bombardeo amoroso y los que pueden no tener un gran sentido de los límites o que simplemente son inseguros y quieren tu aprobación, es poco clara. "No siempre hacen esas cosas con malicia", dice Brame. "A veces simplemente están demasiado ansiosos y no saben cómo reaccionar".

Pero al final del día, sí hay un par de maneras de diferenciar a un narcisista de un tonto enamorado. Para empezar, hacen promesas que no pueden cumplir. El narcisista puede decirte constantemente cuánto desea conocer a tus padres, pero siempre encontrará excusas para no hacerlo. “Realmente no quiere conocer a tu familia, o que conozcas a la suya. Su interés por ti no es normal", dice Brame. "Hace muchas promesas que no cumple". (Nota: si bien cualquier persona de cualquier género puede practicar el bombardeo amoroso, es más común entre los hombres, al igual que lo es el NPD en general).

Presta atención a cómo reacciona el narcisista al conflicto. Si haces algo que no les gusta, dice Talley, suelen responden con cierto grado de ira, generalmente en forma de ataques agresivos contra tu persona. "Si se sienten atacados, lo que pueden suceder si no alimentas su ego lo suficiente, lo que harán es atacarte de manera que te hagan sentir inferior", dice Talley, y agrega que un narcisista no puede ocultar sus verdaderas motivaciones por mucho tiempo, y que los primeros signos de que no pueden manejar la crítica o la decepción generalmente surgen unas pocas semanas después de iniciada la relación.

Pero para ese momento, es posible que ya hayas desarrollado sentimientos genuinos hacia ellos y que te hayas vuelto emocionalmente dependiente, lo cual es precisamente su objetivo, dice Brame. "Los narcisistas te bombardean amorosamente para mantenerte interesado, para hacer que necesites escuchar sobre ellos, para que los persigas", nos dice ella. "Lo hacen para volverte adicto a ellos". Lo que significa que tendrás que trabajar aún más duro para librarte de esa relación.

Si sospechas que te han aplicado la táctica del bombardeo amoroso, es crucial que tengas una conversación con esa persona. Si la relación va demasiado rápido, por ejemplo, di algo como 'Wow, esto va muy rápido. Hablemos de esto. Me alegra que estés tan interesado en mí, pero tal vez deberíamos de tomarlo con un poco más de calma'. "Un narcisista se sentirá ofendido con esto", nos dice Talley. "Una persona mejor adaptada dirá: 'Tal vez tienes razón, pero es que eres especial para mí y no conozco a nadie como tú'. De cualquier manera, así sabrás si es posible empatizar con esta persona y discutir el tema de manera veraz".

Si la relación comienza a irse a pique, puede ser útil tener en cuenta que el narcisista no necesariamente te lastima intencionalmente. En algunos casos, es posible que ni siquiera estén plenamente conscientes de lo que hacen: pues el verdadero narcisista, "lo tiene tan arraigado en su personalidad que lo hará sin ser consciente de la finalidad que conlleva", dice Talley.

Dicho esto, no hay cura para el narcisismo, así que si estás con alguien que te elogia y te presta atención, pero que a la vez te agrede y se pone a la defensiva cuando enfrenta una crítica o un fracaso, según Talley, solo hay una cosa que puedes hacer: "correr".

EJ Dickson https://ift.tt/eA8V8J

Fotos de abusos policiales durante la marcha estudiantil en Bogotá

Artículo publicado por VICE Colombia.


Ya es usual en las marchas de este país que agentes del Esmad intenten disolverlas usando la fuerza. Pese a denuncias graves que se han hecho en lo que va del año, sobre detenciones ilegales a estudiantes y el uso desmedido de la fuerza, siempre vuelve a pasar lo mismo.

Desde VICE, aparte de hacer la denuncia, queremos mostrar, de la mano del fotógrafo Sebastián Comba, cómo fueron algunos de esos abusos en la última marcha.

A los estudiantes les tenemos un mensaje: estamos con ustedes. Resistan.

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Sebastián Comba https://ift.tt/2Q4IZrs

¿Ya es seguro admitir que me gustaban las películas de Crepúsculo?

Artículo publicado originalmente por VICE Canadá.

Esta es mi confesión: tengo la Saga de Crepúsculo en Blu-ray. He leído todos los libros, y hoy por hoy, soy 'Team Jacob'. Admito esto de todo corazón, mientras también considero que esta afirmación es un sacrificio de primer nivel… uno que, podría atormentarme por el resto de mi vida.

Pero creo que existen más de nosotros ahí afuera, que actuamos como si estuviésemos por encima de esta plaga de la sociedad —que desvergonzadamente sentimentaliza a Crepúsculo, que es basada en los libros de Stephenie Meyer y trata un romance vampiresco—pero esconde el hecho de que disfruta esta mierda. Hombres jóvenes como yo pretendíamos que estábamos siendo arrastrados a esta franquicia por nuestras novias; que nunca tuvimos cariño por ella, con el completo entendimiento de que estaban arremetiendo en su contra por la escritura pobre y sensiblera. Y no podíamos admitir esto; yo no podía admitir esto. Estaba a punto de convertirme en un futuro cineasta, y estaba ahí confundido por mi amor a estas paparruchas de niñas.

Lo extraño es que, no podía decir que era fanático de las novelas para adolescentes antes de Crepúsculo porque primero: no era parte del público objetivo (chicas adolescentes), y segundo: el género no era el gigante en el que se convertiría para la época en que la serie de cuatro volúmenes de Crepúsculo terminó. No teníamos a To All The Boys I Loved Before, Vampire Diaries, Los Juegos del Hambre, o Divergente con las cuales hacer comparaciones virales. Pero los fans de 13 años de Crepúsculo estaban creando una manía literaria con un entusiasmo del que uno no se podía escapar. Yo veía a chicas con las copias de un libro con la portada de dos manos sujetando una manzana. Escuchaba cómo los centros comerciales colapsaban a causa de firmas de autógrafos de los actores. Y mis amigas entonces repetían el alboroto en mi espacio, sabiendo de mi debilidad de niño por los vampiros, hombres lobo, y toda esa mierda paranormal. Días después, estaría encorvado en una habitación —con una copia pirata en mano— leyendo este diario adolescente sobre la aburrida Bella Swan, y conociendo al también aburrido vampiro, Edward Cullen. Lo siguiente que supe es que estaba pasando las páginas como si estuvieran envenenadas con heroína.

Simplemente uno tenía que estar ahí en 2008: había algo rebelde en bajar mi guardia machista para hacer parte silenciosa de esta manía de chicas cotidianas. Los libros estaban llenos de frases cursis como:

"Estaba totalmente segura de tres cosas. Primera, Edward era un vampiro. Segunda, una parte de él —y no sabía lo potente que podía ser esa parte— tenía sed de mi sangre. Y tercera, estaba incondicional e irrevocablemente enamorada de él".

Y mitologías cursis de criaturas creadas para el sistema digestivo adolescente; vampiros brillando como diamantes a causa de la exposición solar. Y por supuesto, con el sello PG-13 de un viejo vampiro que no podía amar por completo a una joven humana, porque ya sabes, él quería ese jugo de su cuello—dos supermodelos hermosamente trágicos. Todos en esta maldita serie se daban aires de supermodelos retocados, con el cabello perfecto y las mejillas cinceladas; inyectando hormonas extras en la experiencia de lo que se siente torpe, joven, y sentimental al punto de la desorientación.

Nunca experimenté eso con las películas adolescentes de los 90 —muchas de las cuales venían en forma de presentaciones exageradas de terror como I Know What You Did Last Summer, Idle Hands, The Craft, y Scream. Ocultaban temas adolescentes en el vientre de un erotismo/sexismo muy aterrador, y que siempre se sintieron altamente aceptables para mi género masculino. En Crepúsculo, había una honestidad cursi —si bien no muy progresiva— que seguía película tras película. Fueron introducidas nuevas rivalidades románticas y dinámicas familiares, ritmo tras ritmo, se acumuló en un sentimiento que una vez Quentin Tarantino resumió en History of Horror series by Eli Roth, de lo que sería para un hombre adulto ser fanático como una niña de 13 años.

Yo todavía recuerdo estar en un teatro, con un ceño fruncido falso junto a mi mejor amiga quien promovía su fandom orgullosamente. Nunca supo de mi amor a la saga, pero mientras me sentaba ahí en silencio, apreciando las ideas que me arrastraron a las novelas, sentía esa misma novedad refrescante—algo que amo como crítico—que era tan similar a los primeros momentos que vi de 90210, con sus nociones sobre los tipos blancos. En contraste, Crepúsculo era un camino a un tipo de "realidad" diferente, que era más inocente, distanciada, incómoda, y real para la demografía que yo no me había tomado el tiempo de comprender.

Crepúsculo no tenía ningún interés en dejarse llevar por la apariencia de la demografía creada a mano de Hollywood que eran los hombres jóvenes. Y a causa de esto, junto con la manía, y la reacción crítica que le mereció un puntaje en Rotten Tomatos, estaba más que calificada para atraer la burla que llegó a su camino.

Se promocionó a sí misma para las chicas adolescentes y por ello fue adorada. Audaz, considerando que ninguna demografía como la de las chicas adolescentes ha sido tan cagada y menospreciada; empezando por los productos que les son vendidos. Crepúsculo naturalmente se convirtió en presa fácil para todos los críticos que buscaban apilar más mierda—cosa que la serie eligió ignorar al mantener su sello de chica adolescente a lo largo de cuatro entregas.

Incluso dejando a un lado la trama tonta, siempre había algo que yo podía rescatar de Crepúsculo como un hombre heterosexual: las franquicias renuentes a doblegarse a una idea masculina de entretenimiento. (La directora Catherine Hardwick luchó con ejecutivos que querían hacer la primera película más atractiva para los chicos). Antes de esta franquicia, mis ideas sobre el consumo mediático estaban mediadas de forma masculina. La elección de evitar una película para adolescentes, o de escuchar una canción de Britney Spears era un reflejo creado por la ultra-masculinidad. Al hacer frente a mi obsesión por Crepúsculo, fui capaz de separar la definición societaria de la masculinidad; era un momento en el que mi chico interior podría jugar con una muñeca. Ser capaz admitir que me gustaba una película para adolescentes no era contrario a mi ADN como alguna vez creí, era tan natural como el amor entre un vampiro y una joven.

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Noel Ransome https://ift.tt/eA8V8J

Es mejor dormir al lado de un perro que de un hombre, según un estudio

Artículo publicado originalmente por Broadly Estados Unidos.

Deshazte de tu hombre porque un nuevo estudio encontró que las mujeres duermen mejor al lado de un perro que de un compañero humano. ¡Guau!

La Dra. Christy L. Hoffman, profesora del Departamento de Comportamiento, Ecología y Conservación de Animales en Canisius College en Buffalo, Nueva York, y un equipo de investigadores buscaron explorar los impactos que tienen las mascotas en la calidad del sueño humano. Encuestaron a 962 mujeres adultas en Estados Unidos y encontraron que el 55 por ciento de las participantes compartían sus camas con al menos un perro y el 31 por ciento compartían sus camas con al menos un gato. El 57 por ciento de las encuestadas compartían sus camas con un compañero humano.

Aunque Hoffman escribe que sus "hallazgos no mostraron una relación sólida entre tener una mascota o las condiciones para compartir la cama y la calidad del sueño según el Pittsburgh Sleep Quality Index", sí encontraron lo siguiente:

  • Las mujeres que comparten sus camas con un perro reportaron un mejor sueño y mejor descanso. También dijeron que sus perros eran menos perjudiciales que sus compañeros humanos y se asociaron con sentimientos más fuertes de comodidad y seguridad.
  • Las participantes informaron que los gatos que duermen en la cama son tan perjudiciales como los compañeros humanos, y se asociaron con sentimientos más débiles de comodidad y seguridad que las personas que duermen con perros y con humanos.
  • Las mujeres que tienen perros se acostaban y se levantaban antes que las personas que solo tienen gatos.

Hoffman le dijo a Broadly que "la palabra clave aquí es la percepción, este [estudio se basa en] individuos que informan por sí mismos cómo sienten que su sueño se ve afectado" y "es importante tener en cuenta que esto se basa en datos agregados y en un promedio de respuestas, por lo que un perro no resolverá los problemas de sueño de todos". Añadió que las diferencias individuales son un factor en las respuestas de los participantes, ofreciendo el ejemplo de que algunos perros roncan mientras duermen.

Un estudio realizado en 2017 por la Clínica Mayo encontró que todas las personas que dormían con un perro dormían mejor, pero el estudio de Hoffman recomienda investigar más sobre el tema. Le dijo a Broadly que también espera investigar si las mascotas afectan el sueño de los hombres de la misma manera que a las mujeres.

Sara David https://ift.tt/eA8V8J

Una profesora de retórica explica cómo ganar una discusión por internet

Artículo publicado originalmente por VICE Italia.

Lo opuesto al auto-cuidado es involucrarse en una discusión con un extraño en redes sociales. Sin embargo, hay momentos en los que, a pesar de tus mejores intenciones, simplemente no puedes dejar que esos que están equivocados se queden sin ser desafiados; y si decides meterte en esa madriguera de conejos, es mejor que llegues preparado.

Elisabetta Matelli es una profesora de retórica clásica en la Universidad Católica de Milán. Hablé con ella para averiguar por qué los trolls de internet pueden ser tan efectivos, cómo combatir los discursos de odio, y si es correcto, cuando todo lo demás falla, simplemente decirle a alguien que se vaya a la mierda.

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Presidente Obama y Jack Dorsey organizando un Q&A de Twitter. Foto cortesía de los Archivos de la Casa Blanca

VICE: Como una experta en retórica, ¿por qué crees que las personas usualmente hablan con categóricos y frases de cajón?
Elisabetta Matelli: El concepto de eslóganes y frases de cajón datan hasta los griegos antiguos en Sicilia. Existía un esfuerzo creciente en la época para que la democracia reemplazara las monarquías y dictaduras predominantes. Sin embargo, la diferencia con hoy en día, era que estos eslóganes fueron creados para difundir sabiduría; máximas como "conócete a ti mismo" o "quien ríe de último, ríe mejor". Estas expresiones pueden aplicarse a muchas situaciones y están pensadas para fortalecer nuestras conclusiones porque resumen cualquier tema que uno acaba de argumentar. Las máximas eran y son pensadas como figuras retóricas que todo el mundo reconocía que tenían un valor más alto que los discursos regulares.

¿Qué ha cambiado?
Críticamente, nuestra cultura contemporánea de alguna forma ha disminuido el nivel de sabiduría, así que lo único que necesitamos es que alguien popular diga una frase que sea pegajosa y muchas personas la van a repetir. El problema que tenemos ahora es con las personas a quienes les hemos dado la autoridad. En el pasado, éramos capaces de reconocer el valor de una persona—citábamos a un filósofo o a un gran poeta, sabiendo que estaban más cerca de la verdad. Hoy, no solemos siquiera cuestionar si ciertas afirmaciones son ciertas. Estamos presenciando una caída en nuestro reconocimiento del valor societario.

¿Qué hace a un eslogan exitoso?
Para que un eslogan sea efectivo, no solo tiene que venir de un lugar de autoridad, sino que necesita ser universal, dado que puede aplicarse en cualquier momento.

Empecemos desde ahí. Digamos que tenemos a dos sujetos hablando de un tema controversial, como la inmigración, y uno de ellos dice, "Deberían quedarse en sus casas, no deberían venir aquí porque van a robar nuestros trabajos" ¿Cuál es una buena respuesta para una afirmación como esa?

La suposición general en un argumento es que tanto tú como yo creemos que tenemos dos verdades, que mantenemos en un nivel racional, emocional, y sensitivo. Y creemos en ellas tan fuertemente que estamos dispuestos a luchar por ellas. Pero también necesitamos considerar la intención: ¿Estamos debatiendo para ganar y mostrarle a la otra persona que somos superiores, o para buscar juntos una verdad que está por encima de nuestro entendimiento colectivo? Una parte efectiva de la persuasión retórica usualmente sucede cuando las personas están intentando resolver un conflicto honestamente, de otra manera, lo único que uno está haciendo es pelear—cosa que vemos muy fácilmente en nuestra sociedad.

Yo intentaría apuntar a un acercamiento empático; una forma de entender mejor los miedos de la otra persona. Básicamente, si yo quiero contradecirte, no es suficiente para mí decir lo opuesto. Necesito buscar la premisa dominante. Es como cavar en nuestro conocimiento mutuo y descubrir que la verdad está a medio camino entre lo que tú crees y lo que yo creo.

¿Entonces debería preguntarle a la otra persona cuáles son los miedos que lo han llevado a pensar que los inmigrantes vienen a robar su trabajo?
Yo no hablaría tan explícitamente de los miedos porque puede que se pongan a la defensiva. En cambio, yo intentaría entender sus motivaciones al preguntarles por qué creen eso. Si explican que están desempleados y se preocupan de que les van a quitar las oportunidades de trabajo, entonces eso es algo que uno tiene que considerar. Si uno no tiene en cuenta esa experiencia, se arriesga a simplificar su realidad y no será capaz de fortalecer realmente el argumento y alcanzar una solución compartida.

¿Qué pasa si yo sé que simplemente se trata de alguien xenofóbico?
En ese caso, yo presentaría datos y hechos para intentar lograr que la otra persona entre en razón. Pero igual tendría que entender la raíz de esa xenofobia. Si es un impulso irracional, quizás tendría que empezar por las experiencias que lo motivaron. Hay muchas conversaciones sobre los neo-nazis hoy en día. En cuanto a todas las ideologías, comienzan con y esconden los signos de inseguridad social—y la gente se adhiere a ello porque de alguna manera encuentran una comida preparada que pueden comer fácilmente porque creen que obtendrán seguridad a cambio.

¿Qué tan importante es la proximidad física entre las dos partes?
La comunicación no solo es verbal o racional, también puede ser no verbal. Así que en general, el resultado de un diálogo donde no es necesario ser un completo ganador será más probable que sea positivo si estamos hablando juntos con un café, y no en un estudio de televisión donde la distancia entre nosotros es exagerada a propósito, o en internet, donde ni siquiera nos vemos en persona.

¿Entonces qué haría uno si la persona simplemente se niega a escuchar razones, o dice algo básico como, '¿Por qué no te metes tus palabras donde sabes?', repitiendo un dicho popular, pero infundado?
Yo contestaría que nuestro sistema de migración no requiere que tengamos huéspedes refugiados en la casa. Es una premisa falsa. Estaría haciendo preguntas sobre un contexto que no existe. Yo le diría que es tan relevante como si yo preguntara por qué los elefantes no nadan en el océano.

Si veo que la persona está realmente atascada en su punto de vista y no es abierta al diálogo, ¿puedo simplemente decirle que se vaya a la mierda?
No abusaría verbalmente de la persona porque un insulto lo rebaja a uno a un estado de debilidad. La manera correcta de decirles que se vayan a la mierda es dejar de hablar y terminar la conversación.

¿Tienes alguna recomendación para las personas que quieren estudiar el arte de la argumentación?
Creo que la retórica debería ser enseñada en todas las escuelas porque enseña lo básico para distinguir las mentiras de la verdad. Aristóteles explicó que la aparición de la verdad no se trata necesariamente de manipular la verdad, sino de nuestro intento de acercarnos a una verdad que no conocemos.

Sugeriría leer la Retórica de Aristóteles y el Institutio Oratoria de Quintillian. Sus aplicaciones prácticas han estado detrás de algunos de los discursos más efectivos de la historia. Más recientemente, está el trabajo de Marshall Rosenberg, quien explica que las palabras pueden ser ventanas o paredes, dependiendo de cómo son usadas. A partir de eso, podemos extrapolar el acercamiento empático, que trata de la apertura hacia el otro, no del abuso de poder.

Somos pobremente educados en esto en nuestro lenguaje actual cultural, que busca, fraudulentamente, hacer que algo parezca maravilloso que no es exactamente cómo se ve. El hombre contemporáneo está siendo explotado por ejemplos extremadamente malos de "comunicación comercial" en el sentido más amplio. Si reducimos la comunicación de preguntas existencialmente importantes al nivel de las publicidades, nos adjuntamos a una pequeña dimensión y nos volvemos incapaces de lidiar con la complejidad del presente.

Vincenzo Ligresti https://ift.tt/2P6LO61

Le pedí a mis seguidores de Instagram y Twitter que me contaran cómo me matarían

Artículo publicado por VICE México.

Cada vez que escribo un texto y es leído por muchas personas, la ola de mensajes de amor crece. Es hermoso y logra que mis días sean muchísimo más llevaderos. Pero también, probablemente como parte del Ying Yang, la fuerza negativa tiene que aparecer para contrarrestar la positiva y que siga existiendo un balance en el planeta. Esta fuerza está representada en mensajes de odio. Insultos. Gente que pasa mucho tiempo de su precioso día pensando insultos, o cómo destruir los artículos que, con tanto amor, hacemos para ustedes.

Basándome en todos los comentarios que he recibido desde que empecé mi relación amorosa con VICE, decidí hacer lo único posible en este tipo de casos: pedirle a mis seguidores que imaginaran un mundo ficticio, surreal, en donde ellos tenían el poder de matarme. Le pedí a los seguidores de todas mis redes sociales que diseñaran las peores y más sucias maneras de dejarme sin vida a mis 29 años.

El proceso era muy sencillo y lo entendieron bastante bien. Me llegaron mensajes realmente aterradores, sexuales, creativos y algunos que me preocuparon un poco porque no sabía que gente conocida, a la que yo consideraba "amigos", querían acabar con mi vida. Escogí los diez mejores mensajes, y aquí se los dejo. Los califiqué para hacer este experimento mucho más interesante.

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Calificación: 10/10

Puedes seguir a Diego en Instagram y seguir enviándole mensajes.

Diego Urdaneta https://ift.tt/2zv37J2

El Temazcal Cannábico me reveló los poderes curativos de la marihuana

Es difícil saber dónde terminan los efectos del temazcal y comienzan los de la marihuana. En una oscuridad casi absoluta, el agua se convierte en vapor en cuanto toca las piedras volcánicas, coloradas por el fuego necesario para elevar la temperatura hasta unos 45 grados. El calor y la humedad hacen que mis poros se abran para que los tópicos cannábicos que embarré sobre mi piel hace unos minutos penetren mis órganos y los efectos de la marihuana se hagan presentes.

De repente siento un sabor ácido en la boca, como cuando te cae bloqueador o abres el sobrecito de champú con los dientes. Además, desde el interior de mi cuerpo surge una ola de frío que termina por llegar a mi piel y hacerme temblar por escalofríos. Siento mi cuerpo sudar por cada centímetro de mi piel, pero de alguna manera el sudor se siente espeso, como si se tratara de un gel abriéndose paso por cada poro de mi epidermis. Faltan alrededor de 40 minutos y 12 abuelas calientes para concluir la ceremonia, y los cantos ancestrales de los hermanos que me acompañan en este viaje me están haciendo entrar en un trance pesado...

Los temazcales tradicionales —aquellos hechos de acuerdo con las tradiciones de los abuelos, transmitidos de generación en generación— están divididos en cuatro puertas, cada una con cuatro cantos. Durante cada puerta son introducidas más piedras volcánicas (calentadas previamente en una fogata que se enciende con una ceremonia) de manera que en la cuarta puerta todas las piedras se encuentran dentro del temazcal. Además, durante las diferentes puertas se realizan cantos: en la primera, se invoca a los espíritus para acudir a la ceremonia; en la segunda, se presentan los asistentes al temazcal así como sus intenciones; en la tercera, se dialoga con los espíritus y se hacen los rezos y peticiones; en la cuarta, se agradece y se cierra el temazcal. Pero a diferencia de los temazcales tradicionales, durante la tercera puerta del Temazcal Cannábico los presentes en la ceremonia nos embarramos ungüentos y aceites concentrados de cannabis para incorporar los poderes sanadores de la planta en este ritual ancestral.

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Colectivos mexiquenses ofrendaron las flores para le ceremonia.

Afuera, la luz de la noche y el calor de la fogata reúnen a los participantes de la ceremonia para compartir algo de comer y un poco más de yerba. Algunos hablan de la temperatura y otros más de la energía que sintieron. Otros más comparten conocimientos sobre marihuana mientras la mujer que llegó para tratar su artritis mira los productos de los diferentes colectivos mientras presume que los ungüentos cannábicos lograron calmar su dolor como no lo habían podido hacer otros temazcales.

“Casi siempre llega gente así, que no es consumidora ni tiene que ver con el movimiento”, me cuenta Nayret. “Y nosotros lo hacemos por esta gente. Por enseñarle los poderes de la marihuana a través de un acercamiento espiritual. Pero también ha sido una lucha que los abuelos de tradiciones temazcaleras acepten el cannabis como parte del ritual. Finalmente se trata de las personas que queremos un cambio, y lo que yo hago es luchar por la dignificación de la marihuana como una planta de poder”.

A pesar de estar encerrado con varios desconocidos en un diminuto espacio a temperaturas altísimas, la experiencia del Temazcal Cannábico se vuelve introspectiva y personal, pero de alguna manera ligada con la energía del lugar y de todas la personas presentes. Mi intención en esta ceremonia era vivir esta experiencia y adquirir un poco de este conocimiento ancestral, pero terminé recibiendo y dando mucho más, confrontando deseos y miedos mucho más grandes de los que en un principio esperaba. Pero se siente muy bien salir renovado, con la mente clara. Al terminar la ceremonia llega la hora de despedirse; agradezco a los espíritus por el conocimiento, a Nayret por invitarme a compartir la ceremonia, y a mis hermanos de Ocoyoacac por unas colas de medicina que me ofrendaron para continuar curándome en casa.

@fixzion

José Luis Martínez Limón https://ift.tt/2Pc4KjA

Un noticiero mexicano utilizó una toma de Capitán América como si fuera un accidente real

Artículo publicado por VICE Colombia.


Hablemos de fake news. Ese término anglosajón que ha adquirido fama en las redes sociales. Que el presidente estadounidense Donald Trump ha adoptado como su expresión favorita. Que se ha convertido en prendas de vestir. Que fue considerado la palabra del año del 2017. Que básicamente se refiere a los chismes, rumores, videos y momos que son difundidos por los medios de comunicación.

Y es que no solo tus papás y tus tíos pueden ser víctimas de esas cadenas de WhatsApp y esos videos con edición convincente que hacen poner en duda los límites entre lo real y lo ficticio. Durante una transmisión del noticiero "Hechos Meridiano", de TV Azteca, conducido por el periodista Alejandro Villalvazo, fue presentado un clip que parecía recién salido de un estudio de Hollywood. El presentador acuñó por completo el concepto de las noticias falsas y pecó por inocente al no conocer esas referencias a la cultura popular que solo "ustedes los jóvenes conocen":

El video muestra un camión de la basura que de forma increíble da un giro de 90 grados hacia adelante y choca contra lo que parece ser un puente. "¿Por qué se levantó así? ¡Ni idea!", dijo Villalvazo en la transmisión. El accidente "de película" fue sacado de una toma eliminada de una de las primeras escenas de Captain America: Civil War, en la que el Cap y su equipo se enfrentan en Lagos a Crossbones y sus secuaces. Aquí está la escena de la película:

Villalvazo, haciendo honor al hashtag #VillalvazoEsUnPendejo que apareció por primera vez en 2012, difundió con preocupación la noticia capaz de escandalizar a cualquier abuelita fanática de los noticieros de medio día. Las reacciones no se hicieron esperar:

Lastimosamente para Villalvazo, TV Azteca es la segunda empresa que genera más contenidos en español en el mundo, y “Hechos Meridiano” se transmite a nivel nacional en México, por lo que el periodista tuvo que rectificar la información que para él parecía tan solo un “problemita en el camino”.

Y ustedes ahí creyendo que Los Vengadores no existían.

Paola Llinás https://ift.tt/eA8V8J