Artículo publicado por VICE México.
Si tuviera la oportunidad de modificar el temario de literatura de algunas escuelas, haría un par de ajustes que creo que podrían fomentar de mejor forma la lectura desde temprana edad. Uno de esos cambios, por ejemplo, en secundaria, sería evitar hacer que los alumnos pasen sus días intentando comprender la literatura del Siglo de Oro: Luis de Góngora, Lope de Vega o Juan Boscán. Seamos honestos, es literatura verdaderamente importante y rica en su contenido, contexto y construcción, pero no mamen, a esa edad lo que menos necesitamos leer son obras complicadísimas. Lo que haría, sería fomentar autores y movimientos como La Onda, la Generación Beat, los poetas malditos y, definitivamente, muchos textos de Charles Bukowski, un tipo que vivió influenciado por la atmósfera y la realidad cotidiana del país donde radicó la mayor parte de su vida: Estados Unidos. Pero no el Estados Unidos de fantasía, sino el real, el decadente y crudo lleno de manías y complicaciones.
Leer a Bukowski es acercarnos a una perspectiva distinta que puede ser muy útil para construir nuestras historias y/o para terminar de cuajar una ideología personal procedente de nuestras experiencias propias y de los libros que leemos.
Encontré unas cintas de 1987 tituladas “The Charles Bukowski Tapes” dirigidas por Barbet Schroeder, una colección de 52 entrevistas cortas que completan un material de cuatro horas en el que el poeta habla sobre alcohol, violencia, trabajo y relaciones, entre otros temas.
Si quieres conocer más de las opiniones y formas de comprensión que Bukowski usaba para enfrentar la realidad, ve parte de sus cintas abajo.
Si quieres ver las cintas completas, mira la primera parte aquí y la segunda acá.
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Luis Carreño https://ift.tt/eA8V8J
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