Artículo publicado originalmente por VICE Canadá.
Pensamos en comenzar este editorial con la desafiante afirmación "el periodismo está bajo ataque". Y es verdad. Pero, hoy, también nos sentimos profundamente decepcionados: de que nuestra sociedad no haya reconocido la importancia de una prensa libre e independiente.
Esta mañana, la Corte Suprema de Canadá falló en contra de VICE Canadá y el reportero de seguridad nacional de VICE Ben Makuch, apoyando así la demanda de la Real Policía Montada de Canadá (RPMC) de acceder a las notas de Makuch relacionadas con una serie de entrevistas que le realizó a un presunto miembro de ISIS en 2014. El Fiscal de la Fuerza policiaca nacional de Canadá argumentó que necesitaban las notas para armar un caso en contra de Farah Shirdon, un hombre de Calgary que presuntamente estuvo con ISIS en Irak y Siria en 2014. El ejército de EE. UU. dice que fue asesinado en un ataque aéreo en 2015.
Los abogados de VICE Canada argumentaron sin éxito ante tres instancias de la corte que la RPM sólo busca información y por ello está forzando efectivamente a un periodista a ser un agente del estado. Con esta decisión de la corte pendiendo de un hilo por años, Makuch ha continuado haciendo periodismo audaz e importante sobre temas delicados y con frecuencia peligrosos. Sin duda, la decisión de hoy tendrá un efecto escalofriante en ambas fuentes, tanto en los testigos que pueden mostrarse reacios a hablar con los reporteros, como en los mismos periodistas, quienes podrían estar menos dispuestos a informar sobre temas delicados.
Si bien nuestros abogados perdieron, creemos firmemente que el periodismo, que ya está bajo ataque en todo el mundo, debe estar libre de la intervención estatal.
Los últimos años han sido difíciles para el periodismo, con actores estatales y no estatales utilizando métodos arteros para socavar el periodismo independiente, como ejemplo tenemos el momento en que el presidente de los EE. UU. Donald Trump llamó a los periodistas "el enemigo del pueblo", las noticias falsas creadas en Facebook por los trolls rusos, y los asesinatos de periodistas patrocinados por el Estado. El entorno actual es físicamente peligroso para los periodistas y preocupante existencialmente para una democracia saludable.
Incluso en Canadá, donde el Primer Ministro liberal Justin Trudeau ha hablado sobre el derecho de los medios a hacer su trabajo y ha anunciado recientemente $600 millones en financiamiento para las organizaciones mediáticas, hemos visto otras incursiones perturbadoras en esta labor. Justin Brake, un reportero de la Red de Televisión del Pueblo Aborigen, enfrenta cargos criminales por una historia que cubrió. También salió a la luz que la policía de Quebec había espiado a varios periodistas en esa provincia.
No hace falta decir que todos estamos mejor cuando el periodismo opera libremente, sin la interferencia del estado. De lo contrario, los líderes actúan sin ningún control, las grandes corporaciones interfieren en las elecciones y las historias de los miembros más vulnerables de la sociedad son ignoradas, pues nadie las cuenta. Esto puede parecer una exageración, pero un vistazo rápido a los titulares recientes de cualquier publicación importante puede servir como prueba de que estas cosas efectivamente están sucediendo .
La información justa y crítica sobre los gobiernos, las instituciones y la policía es un principio central de nuestro periodismo en VICE. La resolución de hoy no cambiará eso. No nos intimidaran para dejar de informar a nivel mundial sobre los agentes del poder, ni para dejar de cubrir las historias que son importantes.
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