Artículo publicado originalmente por VICE Estados Unidos.
Sentir que uno es un fraude y que cualquier éxito que ha logrado conseguir es inmerecido puede ser debilitante. Si alguna vez has dudado de tus logros y estabas convencido de que solo era cuestión de tiempo para que las personas descubrieran que no tienes idea de lo que estás haciendo, no estás solo.
De acuerdo a un estudio de 2011 publicado en el International Journal of Behavioral Science, cerca del 70 por ciento de personas han lidiado con el síndrome del impostor. Es especialmente generalizado en las mujeres con altos cargos, aunque puede afectar a cualquier persona en cualquier momento de sus vidas. Le preguntamos a una experta en el síndrome del impostor (¡Eso existe de verdad!), a escritores de auto-ayuda, a psicólogos, a una neurocientífica, y a una orientadora profesional cómo superar estos sentimientos inquietantes. Aquí está lo que dijeron. Las respuestas han sido editadas por longitud y claridad.
Considera la fuente de esos sentimientos
Hay factores situacionales que pueden provocar el síndrome del impostor como ser un estudiante, trabajar solo, o trabajar en una cultura organizacional que estimula la inseguridad. También existen ciertos campos en los que las personas son más propensas [a sentirse de esta manera]––campos creativos (escritura, actuación, producción, arte), medicina, y tecnología. Y hay una intersección fuerte entre el síndrome del impostor y la inclusión de diversidad. Eso porque un sentimiento de pertenencia fomenta la confianza. En cambio, entre menos personas se vean o quizás se escuchen como uno, puede significar que para muchas personas impacte su nivel de confianza.
Esto es especialmente cierto cuando uno pertenece a un grupo para el que hay estereotipos sobre la competencia. Los estudiantes/trabajadores internacionales, estudiantes universitarios de primera generación o mujeres exitosas, personas de color, personas con discapacidades, todos experimentan presión para representar a su grupo completo, lo que puede contribuir a los sentimientos de impostor.
Con eso en mente, la única manera de dejar de sentirse como un impostor es dejar de pensar como un impostor. Para ello, debes tomar consciencia de la conversación que se está produciendo en tu cabeza y luego dar un paso atrás y replantear la conversación como lo haría alguien que no es un impostor. - Dra. Valerie Young , experta en el síndrome del impostor, ponente y autora de The Secret Thoughts of Successful Women
Sé saludable y di lo que piensas
He visto clientes de todas las industrias y de todos los continentes experimentar esto sin importar la edad, el género, la riqueza o el nivel de antigüedad. Practica afirmaciones positivas: reemplaza cualquier duda o negatividad con una afirmación positiva hasta que se convierta en el camino predeterminado de tu cerebro. Mantén tu cerebro y tu cuerpo en condiciones óptimas con buena calidad de sueño, nutrientes, hidratación, ejercicio y atención plena.
Cuando hablamos en voz alta (o escribimos en un diario), liberamos emociones de supervivencia como el miedo y la vergüenza. También reducimos los niveles de la hormona del estrés cortisol a través del ejercicio aeróbico y tomando suplementos de magnesio. He escrito sobre el síndrome del impostor en un blog en LinkedIn y en mi libro Neuroscience for Leadership. Crear conciencia de esto en nosotros mismos y en nuestros colegas al ser conscientes de lo que es y del efecto que tiene en nuestro desempeño es clave. - Dra. Tara Swart , neurocientífica, consejera ejecutiva, y autora del libro The Source.
Mantén un conteo de los éxitos y no los sobre-compenses
¡Guarda tus recibos! Coge lápiz y papel y escribe toda la evidencia que soporte tu grandeza.
Creo que un error que muchas personas cometen cuando se enfrentan al síndrome del impostor es el exceso de trabajo como una forma de compensar un déficit percibido. Uno quiere demostrar mucho que es digno que puede comenzar a tomar proyectos adicionales, etc. Eso podría llevar al agotamiento y hacer que uno parezca menos competente, que es lo que se temía en primer lugar. - Dra. Joy, psicóloga licenciada y presentadora del podcast Therapy for Black Girls.
Esfuérzate y sé agradecido
Todo lo que separa a un impostor de una persona real es la voluntad de crecer. Mientras uno se esfuerce por salir de la zona de confort cada día, nunca será un impostor.
La mayoría de las personas pasan por alto todo el trabajo que han realizado. Piensan que solo tienen suerte y que realmente no merecen sus éxitos. En cambio, deben estar atentos mientras realizan CUALQUIER tipo de esfuerzo, grande o pequeño. Luego deben mostrarse agradecidos por las acciones que han tomado, independientemente del resultado. Mientras estés tratando de salir adelante, tú eres quien verdaderamente importa.
Pregúntale a cinco personas que respetes si han tenido sentimientos similares acerca de ellos mismos. Pronto te darás cuenta de que no estás solo. Todos se sienten de esta manera––incluso las personas que menos esperas. El síndrome del impostor es una ficción colectiva que todos creemos. - Nick Notas , experto en citas y confianza.
Acepta tus miedos y evalúa tus creencias
El miedo no tiene por qué significar que uno no está listo o no es capaz; simplemente puede significar que uno está en un límite creciente. Observe sus pensamientos cuando se sienta ansioso o temeroso y encuentre evidencia de que no son ciertos. Si te sientes como un impostor, pregúntate a ti mismo ¿cuándo realmente has avanzado de una forma en que temías que no podías? ¡Encuentra evidencia de la verdad! Después de todo, tu mente es maleable y puedes moldearla como desees cuando te vuelvas más consciente de lo que está sucediendo en ella. Hice un episodio de podcast popular sobre este tema. Se trataba de la dignidad en el amor, pero también aplica para este tema. - Ashley Stahl , orientadora profesional y presentadora del podcast You Turn Podcast.
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