Artículo publicado originalmente por VICE Estados Unidos.
Es posible que muy pronto ya no tengas que mirarte en el espejo del baño para saber qué tan borracho estás. Los científicos están desarrollando un dispositivo portátil para rastrear la embriaguez que suena prometedor. Recientemente, investigadores de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, pusieron a prueba los wearables y descubrieron que los dispositivos hacen un trabajo bastante sólido al medir la cantidad de alcohol que hay en una persona, junto con lo intoxicada que está. Este tipo de dispositivo podría ayudar a las personas a tomar decisiones inteligentes sobre cuándo dejar de beber y cuándo definitivamente no manejar, según un nuevo estudio publicado el viernes en la revista Alcoholism: Clinical & Experimental Research.
Los sensores de la pulsera recopilan datos sobre la concentración bruta de alcohol transdérmico (TAC, por sus siglas en inglés) o cuánto etanol se secreta a través del sudor en la piel. Los datos se envían a una aplicación a través de Bluetooth y pueden integrarse en Apple Watches cambiando las correas por otras con sensores. La información es representada en un gráfico que va hacia arriba o hacia abajo, dependiendo de la cantidad de alcohol que haya en tu sistema.
Hay algunos problemas que resolver. Si bien los sensores pueden determinar si alguien se está emborrachando, el TAC no es la indicación más fuerte y concreta de intoxicación. La pregunta más importante que los investigadores están tratando de responder es si los datos recopilados a través de la piel se pueden traducir al contenido de alcohol en la sangre (BAC), la cantidad de alcohol en el torrente sanguíneo de una persona. La forma más precisa de medir la cantidad de alcohol en tu cuerpo es checando tu BAC a través de un análisis de alcoholemia, sangre u orina. Si bien el TAC no refleja perfectamente los niveles de BAC, la evidencia anterior ha demostrado que se acerca mucho, y debido a que las pruebas a través de la piel son continuas y también mucho menos invasivas que una prueba de sangre u orina, muchos expertos creen que las pruebas de alcohol transdérmico podrían ser utilizadas como un suplemento viable para las lecturas de BAC y, finalmente, podría ser un sustituto de las pruebas de alcoholemia.
También hay muchos factores externos que pueden interferir con la eficacia con la que los sensores de la piel miden la embriaguez, incluida la cantidad de sudoración, la temperatura ambiente y la humedad. También hay un retraso notable entre el último trago y el momento en que el etanol se excreta a través de la piel; en promedio, las lecturas de la pulsera estuvieron a unos 24 minutos de las pruebas de alcoholemia.
Aún así, los científicos están entusiasmados con estos sensores. "La pregunta es, ¿podemos procesar esa información de una manera que nos brinde una indicación mucho más precisa de BAC?", le dijo a VICE la autora del estudio, Catharine Fairbairn, PhD, profesora asistente de psicología de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign. Fairbairn señaló que es un desafío, pero es factible, siempre y cuando los investigadores puedan encontrar una manera de explicar todos los factores externos al procesar del TAC al BAC.
Dado que el consumo excesivo de alcohol ha aumentado constantemente en los últimos años y que conducir bajo la influencia es un gran riesgo, tener un dispositivo portátil simple que nos pueda decir cuando estamos demasiado borrachos para funcionar es aún más prometedor que el sistema de verte en el espejo del baño, a menos que, por supuesto, estés demasiado borracho para usar un dispositivo portátil en primer lugar.
Julia Ries https://ift.tt/eA8V8J
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