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viernes, 2 de noviembre de 2018

En este lugar de México sirven latte en calabazas

Artículo publicado por VICE México.

Esta cafetería se ubica en Tecate, Baja California. Una de las versiones del origen del topónimo es la palabra: tecata, la cual en kumiai ―grupo étnico nativo― significa corteza de encino. En este punto geográfico montañoso el invierno cubre de nieve pinos y árboles de encino que crecen en este suelo separado del condado de San Diego, California, por apenas una valla metálica que atraviesa, como una cicatriz, la piel de un mismo cuerpo de tierra. En este lugar el artista francés, JR, realizó en septiembre de 2017 una mega instalación fotográfica con la imagen de Kikito, un niño que se asoma desde tierras mexicanas hacia Estados Unidos sobre el muro fronterizo.

Si bien es cierto que el latte-pumpkin ya tiene algunos años en el mercado, también es verdad que en Casa Paris tuvieron la idea de volver estrella tanto al producto como al recipiente. Para saber más de este producto estacional visitamos el Pueblo Mágico de Tecate ―único en todo México en estar ubicado al filo de la frontera― para conocer a Marcela, propietaria del establecimiento. Su pasión por el café la llevó abrir un negocio y a realizar sus propias recetas que a lo largo de seis años han hecho nido en el paladar de sus clientes. "Soy fanática del café. No hay mañana que no me tome un cuadrato; un capuchino con doble carga de expreso. Con eso es suficiente para tener energía todo el día, si no lo tomo me pongo a temblar", me dice, añadiendo que su fanatismo lo heredó de su abuela paterna la cual: "Me inculcó el gusto; crecí viendo cómo tostaba y molía los granos de café cuando viví mi niñez en Navojoa, Sonora".

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Uno de los meseros coloca frente a mí la estrella de temporada; estoy ansioso por probarla, pero los clientes han abarrotado el lugar y sé que es hora de partir. Salgo cargando una calabaza rellena de latte-pumpkin. Su aterciopelado sabor me hace recordar mis días de infancia y mi repertorio de disfraces con los que caminé las calles el Día de Brujas. A unos cuantos kilómetros de la banqueta en donde estoy parado se halla el cerro del Cuchumá. Un punto sagrado y ceremonial kumiai que a sus pies, en el rancho La Puerta, tuvo como huésped al escritor inglés Aldous Huxley ―autor de la novela: Un mundo feliz― en 1962.

Solamente espero que lo anterior no sea un mal augurio, porque un año después de su estancia en esta mágica frontera, Huxley murió. Yo por mi parte quiero seguir en este viaje de sabores infinitos que es la vida.

Jorge Damián Méndez Lozano https://ift.tt/2CYGgYD

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