“No hay lugar para hombres en el feminismo”: Pregunté a mujeres si los hombres podemos ser aliados feministas

Artículo publicado por VICE México.

Reconozco haber sido machista en varias etapas de mi vida. Crecí en un ambiente que propiciaba este tipo de conductas. Soy un hombre blanco heterosexual, y realmente no me daba cuenta de mis privilegios, aunque siempre estuvieron frente a mí. Creo que el primer paso que puedo dar para ayudar a cambiar de alguna forma esta cultura es aceptando mi posición. He tratado de entender y escuchar a las mujeres. Informarme sobre su lucha. Vivo preguntando a amigas y a mi novia qué hacer o si cualquier tipo de conducta está mal. Cuestionando a mis amigos o conocidos que veo que tienen tendencias machistas.

Este pasado 8 de marzo, Día internacional de la mujer, tuve bastantes dudas, por ejemplo: ¿Se debe acompañar a las mujeres en la marcha? Son dudas reales y sinceras. Luego de preguntar me quedé en casa. Yo no sabía que esto era lo más correcto, pero afortunadamente ya lo sé.

Últimamente he visto muchísimas disputas sobre si los hombres pueden o deben ser “aliados” feministas. Pero lo que más me llamó la atención es que, mientras más investigaba y platicaba, veía que quienes más opiniones tenían sobre esto eran los hombres. Bien irónico. Así que para salir de dudas contacté a varias amigas feministas sobre esto. Una duda que quizás muchos hombres tienen y quieren salir de ella. ¿Realmente los hombres podemos o debemos ser “aliados” feministas?

Romper formas de poder

Creo que deberían hablar de qué es ser hombre y cómo se forma la idea de qué es ser hombre. Tendrían que estar hablando de sus cuerpos. De todas las cosas que sienten y piensan y les dicen desde que son chiquititos. ¿Cómo es ser hombre? ¿Qué es? ¿Cómo deben ser? ¿Qué se siente ser hombre? Creo que es la única y mejor manera de entender por qué son violentos, por qué matan y acosan, y por qué dominan en el sistema de opresión. Creo que al entender esto, entenderán también que hay que romper el pacto patriarcal con el que se manejan. Es decir, a ustedes les educan para siempre mantener pactos, ¿sabes? Para callar cuando otro violenta o viola a una mujer. Para solapar. A nosotras no: a nosotras nos educan para condenar a la otra, para excluirla si no cumple con los mandatos de la feminidad. Creo que hay que romper esas formas de poder. Tienen que ser mucho mas vocales cuando un hombre viola o violenta a una mujer.

—Dana Corres, 31 años.

No hay lugar para hombres en el feminismo

Yo no creo que los aliados del feminismo existan; el feminismo es una teoría crítica donde se construye conocimiento por y para mujeres, no hay lugar para los hombres, decirse “aliados” es intentar ocupar una silla que no les corresponde y solamente estarían estorbando.

En otras palabras, un verdadero aliado —en caso de existir— es aquel que se repliega y entiende que en el feminismo no es bienvenido, que si quiere hacer algo por las mujeres tiene que hacerlo incidiendo en sus espacios, con otros hombres. ¿Exactamente qué tienen que hacer? Eso que lo descubran ellos, las mujeres estamos hartas de educarlos.

—Tabata Franco, 22 años.

Dejen de objetivizar a las mujeres

Me puedo aventar un ensayo al respecto de qué debe hacer un hombre para ser aliado pero trataré de ser brevísima: Para ser aliado necesitas primero que nada entender tu lugar en el feminismo: atrás de nosotras, apoyarnos y no querer tomar protagonismo del movimiento. Necesitan cuestionarse sus machismos y los de sus amigos, no necesitamos que los hombres nos vengan a dar clases de feminismo (sí pasa) sino a sus amigos. Dejen de objetivizar a las mujeres, dejen de consumir pornografía y prostitución, dejen de echarnos la culpa por las violencias que sufrimos, dejen de decirnos que somos exageradas, que estamos en nuestros días, que somos unas dramáticas. Se me ocurre empezar por ahí.

El porno y la prostitución muchísimas veces están ligados a la trata, no hay derechos laborales ni libertad para elegir qué es lo que se quiere hacer, hay que ver a Amarna Miller (exactriz porno) hablar del por qué lo dejó.

—Anhelé, 28 años.

Replantéense su masculinidad

Creo que nosotras no necesitamos que los hombres sean aliados. Necesitamos que comiencen a replantearse su masculinidad: que rompan sus propios paradigmas como las feministas rompieron los paradigmas de su época. Y cómo hoy en día se continúan rompiendo desde distintas trincheras. No necesitamos que nos acompañen en el feminismo. Primero que lo reconozcan. Que se reconozcan también como machistas y micromachistas. Todo esto en un “mundo ideal”.

Ahora, no para aliarse con nosotros, sino para que dejen de joder: que no traten de explicarnos algo que no entienden. Que no traten de explicarnos qué es el feminismo. Desde la empatía respetar y acompañar como ser humano. Los hombres han crecido y han sido educados en un contexto de privilegios y por eso es muy difícil o retadora esa empatía.

En cosas más concretas, te podría decir que el hombre ideal se cuestionaría siempre su machismo. Dejen de pasarse packs en los grupos de WhatsApp. Dejen de consumir pornografía. Tomen conciencia de lo que la pornografía representa. Necesitamos que ustedes, hombres, construyan desde su propio movimiento nuevos paradigmas de la masculinidad: mucho más libres.

—Elizabeth, 42 años.

Pregunten a mujeres feministas qué están haciendo mal

Informarse. Leer. Preguntar a mujeres feministas qué están haciendo mal. Además, sobre todo, deben repensar sus comportamientos machistas. Exponer a sus amigos que violen o que tengan comportamientos machistas de puertas para adentro. No necesitamos una ayuda o apoyo como tal, creo. Pienso que es mucho más fácil que se replanteen todos sus privilegios y conductas. Eso nos ayudaría muchísimo más que tratar de meterse en una marcha feminista para subir fotos a Instagram, por ejemplo. Vi varios casos así en la última marcha del 8 de marzo. ¿Esto es un aliado o un oportunista? Claramente lo último. Necesitamos que ustedes mismos arreglen sus problemas y malas costumbres. No somos sus madres. Somos seres humanos al igual que ustedes. Hagan su tarea.

—Sofía, 28 años.

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