“No podemos seguir haciendo periodismo en estas condiciones”, denunció la colectiva Periodistas Unidas Mexicanas (PUM), un grupo de mujeres periodistas que lucha contra las agresiones que se viven dentro los medios de comunicación.
De acuerdo con un sondeo online elaborado por PUM y que se distribuyó secretamente entre mujeres del gremio periodístico, tres de cada cuatro mujeres periodistas vive o vivió alguna situación de acoso, hostigamiento o agresión sexual mientras ejercía su trabajo.
Dicho sondeo fue compartido principalmente en chats de WhatsApp entre colegas o amigas. El objetivo que fuera así, también conocida como “distribución bola de nieve” era “evitar sabotajes”, según nos explicó la colectiva PUM, cuyas integrantes (reporteras, editoras, fotógrafas, diseñadoras, infografistas e ilustradoras) prefieren mantenerse en el anonimato.
El grupo nació cuando integrantes y ex colegas de los medios de comunicación se dieron cuenta que tenían mucho en común por consecuencia de “enfrentarnos constantemente a entornos machistas y llenos de disparidades de género en nuestros espacios laborales”, según cuenta otra periodista de la colectiva.
La violencia sexual en los medios es vertical y horizontal. Los principales agresores, según los datos recopilados, fueron compañeros de trabajo y jefes o superiores de las redacciones. Algunas, incluso detallaron que se les ha pedido vestirse bien o ponerse “guapas” para determinados eventos y reuniones o les han condicionado permisos, vacaciones u horarios -que en realidad son derechos laborales- a cambio de invitaciones personales.
Un fuerte indicador del sondeo señala que el acoso sucede dentro y fuera de las redacciones, especialmente para las que hacen gran parte de su labor en la calle y que para obtener información y entrevistas deben pasar por situaciones de violencia sexual, como le ha ocurrido a 4 de cada 10 reporteras y fotógrafas que respondieron al sondeo.
En ambos casos, 99 por ciento de los agresores eran hombres.
“Nos acosan tanto adentro como afuera y eso afecta nuestro desempeño y posibilidades de crecimiento”, respondió una integrante de PUM.
Ante la decisión de recopilar información sobre violencia sexual, la colectiva asegura: “Abordar primeramente la violencia sexual fue porque sentimos que era la más obvia que recibimos por nuestro género y que nos pone en desventaja frente a nuestros colegas hombres”.
Todavía más grave, las empresas de medios solapan o son cómplices de estas situaciones, pues 84 por ciento de las encuestadas no tienen acceso (porque no existen) o desconocen si hay protocolos para denunciar.
Esta encuesta es la carta de presentación de PUM, sin embargo, no se cierran a la posibilidad de informar y denunciar otras cuestiones que afectan a las mujeres periodistas como la brecha salarial o la falta de oportunidad que arroja un panorama donde solo el 23 por ciento de los puestos directivos en los medios están ocupados por mujeres, como lo indica la Federación Internacional de Periodistas.
Aunque no existe un número preciso sobre las mujeres que trabajan en esta industria, las cifras del INEGi identifica que hay más de 30 mil mujeres en México que laboran en “Libros, impresiones y prensa”, la categoría más cercana al oficio.
“No queremos seguir trabajando si los editores condicionan la publicación de nuestras notas a que salgamos con ellos. No queremos que nuestras fuentes nos vuelvan a pedir hacer una entrevista en su cuarto de hotel. No queremos tener que cuidarnos del colega acosador que se sienta al lado en la redacción”, dice su comunicado de prensa la colectiva.
Las integrantes de PUM y quienes deseen unirse a sus demandas marcharán en un contingente en la marcha de 8 de marzo en Ciudad de México. “Las mujeres que trabajamos en medios periodísticos de comunicación somos contadoras de historias, y en PUM estamos convencidas de que ha llegado el momento de que se empiece a contar la nuestra”.
Valeria Ríos Ruiz https://ift.tt/2TDgr9k
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