Artículo publicado originalmente por VICE Estados Unidos.
Mi primer novio era un chico heterosexual del Bronx. Alex, que no es su nombre real, era inteligente y guapo, pero sufría ansiedad social. Le daba demasiado miedo que lo vieran conmigo en público, así que durante los seis meses que duró nuestra relación, no salimos de mi casa de Brooklyn. Cuando el padre de Alex se enteró de que estábamos juntos, se puso histérico y me acusó de haber mentido. Más tarde, Alex me contó que su padre había golpeado a una chica trans por “engañarlo” cuando era joven.
Intenté consolar a Alex, pero no estoy segura de que sirviera de mucho. Cuando pienso en aquel entonces, creo que lo que realmente habría necesitado era un amigo hetero para que le dijera que no pasaba nada, que esa atracción por mí no era peligrosa; pero es imposible que los hombres heterosexuales lleguen a ese nivel de comunicación. Cada semana, miles de ellos me contactan a través de aplicaciones para ligar, pero hay muchos que no se atreven a salir en público y suelen poner la excusa de que son “discretos” o que les gusta hacerlo “en privado”.
El significado oculto que hay detrás de esto es que muchos hombres que se sienten atraídos por mujeres trans terminan viviendo una mentira y en los peores casos esta termina explotando en rabia y violencia contra las mujeres trans por poner en riesgo su masculinidad. Sin embargo, también hay cisheteros que se esfuerzan por romper ese silencio: hablé con cuatro de ellos, de distintas generaciones, sobre cómo se enfrentan al tabú que supone estar enamorados de mujeres trans.
Chris, de 57 años, es un empresario blanco y trabajador sexual; Troy, de 55 años, padre y abuelo negro especialista en finanzas; Joel, de 37 años, analista de sistemas de información negro; y Jeremy, de 20 años, universitario negro de la ciudad de Nueva York.
Las entrevistas fueron editadas y reducidas para su claridad.
VICE: ¿Cuándo te diste cuenta de que te atraían las mujeres trans?
Chris: Al final de la adolescencia, cuando iba a la universidad, una vez mis amigos estaban viendo una foto de una mujer trans con un pene enorme y se reían. Yo, en cambio, me sentí muy atraído por la foto.
Troy: La primera vez que salí con una mujer trans fue en 1983. Yo tenía 19 años y ella, 17. Estaba en problemas y me ofrecí a llevarla a casa. No descubrí que era trans hasta seis semanas después, ya que no sabía lo que significaba en aquel entonces; solo sabía que me atraía mucho.
Jeremy: Me di cuenta de que me interesaban las mujeres trans al ver porno trans cuando era adolescente. Antes de eso, ya las había normalizado con Robin Byrd Show cuando tenía unos ocho años y vi que no eran distintas de las otras mujeres.
Joel: Mi atracción empezó con la pornografía y al final terminé yéndome con prostitutas.
¿Qué pasó después?
Troy: Literalmente creé dos vidas independientes: en una era un hombre heteronormativo, casado y con una familia; en la otra, era un tipo familiarizado con las chicas trans y salía con ellas.
Joel: Volví a salir con chicas cis y no volví a salir de nuevo con trans hasta que pasó un tiempo por la humillación que supone para los afroamericanos, por el peligro que corría si descubrían que salía con mujeres trans, pero sabía que no era feliz saliendo con mujeres cis. En 2017, decidí que ya me había cansado de lo que pensaba la gente y cedí ante el deseo de conocer y salir con chicas trans de manera seria. En 2018, por fin conocí a una chica y tuve citas de verdad. En aquel entonces, Pose me ayudó a lanzarme con mi atracción por las mujeres trans.
Chris: Llegó un punto en que empecé a salir con prostitutas trans. No con muchas, porque no tenía tanto dinero, pero “experimentaba”. Fue entonces cuando conocí a varias mujeres en chats de internet, en Facebook, etc. Me convertí en una especie de sugar daddy y salía con ellas tanto como podía.
Jeremy: Después de empezar a masturbarme con porno trans, comencé a buscar chicas trans por internet. Luego, descargué Grindr a los 18 años y allí conocí a la primera chica trans. Fue una buena experiencia, así que salí con otras 8 o 10 mujeres trans.
¿Consideras importante que una mujer trans “parezca una mujer cishetero”? Por otra parte, ¿mides tu atracción por las mujeres trans en función de si se encuentran en la fase previa a la operación, en el postoperatorio o de si no han pasado por ninguna de estas fases?
Troy: Que “parezca” es muy subjetivo. Algunas de las mujeres más hermosas del mundo son trans y se ve que lo son; creo que lo más importante reside en las vibraciones femeninas que transmitan. Yo prefiero a las que se encuentran en la fase previa a la operación y a las que no se han operado.
Joel: Hasta ahora, solo he salido con dos mujeres trans, y se encontraban en la fase previa a la operación, pero también estoy abierto a salir con aquellas que se han operado.
Jeremy: La pregunta me resulta rara porque la idea de “pasar por mujer” depende mucho de la situación y cambia según cada persona, así que solo me atraen las personas trans que me parecen atractivas. No me importa si están operadas o no, he salido con mujeres en ambas fases y creo que no tengo ninguna preferencia.
¿Cómo etiquetaste tu sexualidad cuando te diste cuenta de que te atraían las mujeres trans y cómo te identificas hoy en día?
Troy: Era un “hombre hetero” y luché a muerte por mantener esa etiqueta, pero ahora no significa nada para mí. La sexualidad es mucho más fluida de lo que la gente reconoce.
Chris: Siempre me había identificado como hetero y así me veían los demás. Hoy en día no me importa. Hace 20 años, tal vez sí.
Joel: Me identifico como hombre hetero, tanto antes de salir con chicas trans como después.
Jeremy: En la época en la que descubrí las etiquetas que se usan en la sexualidad, simplemente me dedicaba a decir que me gustaba lo que me gustaba. El término “hetero” no tiene ningún significado para mí.
¿Cuándo descubriste que te gustaban las mujeres trans, tuviste problemas?
Troy: Me di cuenta inmediatamente, solo existen tres tipos de sexualidad en mi cabeza: heterosexual, bisexual o gay. No me gustaban los hombres, así que no era gay, y eso significaba que tampoco era bisexual. Me llevó mucho tiempo entender que el género solo es una construcción social. Tenía miedo y me pasé diez años en mi nube de temor. Me preocupaba que me llamaran gay y también lo que podrían pensar mis amigos. Tenía miedo de que mi familia y mis hijos me despreciaran, pero no por eso dejé de buscar a las mujeres trans.
Joel: Al principio, estaba preocupado por lo que dirían los demás y tenía mucha ansiedad en mi primera cita, así que lo escondí y no se lo conté a ningún miembro de mi familia ni a mis amigos cercanas o a mis socios.
Jeremy: Me daba un poco de ansiedad, pero nunca me cuestioné realmente mi sexualidad porque para mí eran mujeres. Me atraía la feminidad y no la masculinidad, así que me consideraba algo más que un hetero.
¿Qué tipo de cambios crees que pueden ser útiles para los hombres que, como tú, experimentan esa atracción sexual y sean capaces de admitirlo de una manera sana?
Jeremy: Creo que lo mejor que podemos hacer para los hombres es normalizar las relaciones con mujeres trans para que las vean en otro contexto que no sea el sexual. Creo que el mayor cambio en la sociedad que me ayudó, aunque no a los hombres mayores, fue ver a las mujeres trans representadas en entornos no sexuales, como en la película I Am Jazz. En el instituto, fue escuchar el gran debate entre Ben Shapiro y Zoe Tur: se discutía sobre si debíamos referirnos a las mujeres trans como mujeres o como hombres, se estaba hablando sobre las mujeres trans en el mundo del deporte… Se trataba de un debate cultural.
Troy: Los hombres tienen que dejar de esconderse. He salido con deportistas profesionales, actores y raperos. He ido de fiesta con mis colegas por el barrio y con famosos. He visto a hombres que llevan vidas distintas salir con mujeres trans en secreto. Conozco a hombres entre mis familiares, amigos y compañeros que han estado con mujeres trans o que se han sentido atraídos por ellas. Los hombres tienen que enfrentarse a ello, dejar de mentir y de vivir con miedo.
Los hombres cis no están en peligro porque les atraigan o por salir con mujeres trans. Sin embargo, nuestro miedo sí que está matándolas a ellas.
Diana Tourjée https://ift.tt/eA8V8J
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