Artículo publicado por VICE Argentina
Esto no es un artículo científico, sin embargo te vamos a hablar del litio. ¿Por qué? porque el petróleo se está acabando y vos vas a seguir necesitando recorrer 8 km para ir de tu casa al trabajo o comprar entradas para el cine con el celular o contestar un mail desde tu tablet. Es por eso que las baterías cada vez son más protagonistas en tu vida y el litio es esencial para construirlas. Y aunque hay un montón de litio en el mundo, en un triángulo formado en la frontera entre Argentina, Chile y Bolivia se encuentra el 85 por ciento de las reservas del litio más barato de conseguir, es decir, el que impacta en el costo de tus electrónicos.
Extraerlo es una actividad con claroscuros. Los más entusiastas lo llaman el oro blanco, el petróleo del futuro… y exageran. El litio no genera energía pero sí permite guardarla, es la forma que los humanos encontramos para atrapar el calor del sol, la fuerza del viento y el empuje del agua.
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“En realidad, en lo que habría que hacer hincapié es en la idea de un nuevo paradigma energético. Al petróleo no le queda mucho tiempo de vida y además es la principal causa del cambio ambiental global, frente a eso lo que se puede implementar es energía renovable donde las baterías de litio estén en el centro de la electromovilidad”, explica Bruno Fornillo, investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, CONICET.
Con él coincide Pía Marchegiani, directora de política ambiental de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales, FARN, quien resalta que si no cambiamos la lógica del consumismo actual, el litio de cualquier forma no nos va a alcanzar. Tendremos más bien que pensar en transporte público eficiente y en combatir la obsolescencia programada, es decir, quitarnos la necesidad de cambiar de aparatos cada año.
“Hasta hace poco Chile era el principal exportador mundial y el litio no llegaba al 0,4 por ciento de las exportaciones de minerales chilenos. Por eso hablo de la importancia de implementar un nuevo paradigma donde cada país pueda producir la energía a su modo y deje de ser un gran negocio de dos o tres grandes petroleras. Eso es lo interesante, porque la nueva energía tiene la chance de combatir el calentamiento global, de descentralizar los sistemas, de generar una industria local fuerte. Todo eso estaría buenísimo”, cuenta Bruno.
Un mundo similar anhela Pía Marchegiani, quien por cierto contestó esta entrevista por teléfono durante su licencia de maternidad con su bebita recién nacida en brazos. La investigadora consideró que el reto de la humanidad no es sustituir a los combustibles fósiles sino modificar el sistema desmedido de consumo porque si no, no habrá litio ni planeta que nos alcance.
Laura Santos https://ift.tt/2RviXtx
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