Artículo publicado originalmente por VICE Estados Unidos.
Durante el fin de semana, seis personas que visitaban el cuarto rascacielos más alto de Chicago terminaron viviendo literal una maldita pesadilla cuando los cables del ascensor se rompieron y cayeron 84 pisos antes de que finalmente se detuviera, informa el Chicago Tribune.
En el elevador iban dos universitarios, una pareja casada de mediana edad y una mujer embarazada. Al principio, parecía que el ascensor se movía un poco más rápido de lo habitual, lo que no era exactamente una buena señal; sin embargo, pensaron que se trataba de un elevador rápido, o lo que sea. Luego parecía que iban pasando sobre "muchos baches", le dijo uno de los estudiantes de Northwestern University al Tribune. "Se sentía como si fuera un vuelo a Chicago", dijo. Y ahí fue cuando todo se fue a la mierda.
El ascensor empezó a caer hacia el piso con gran velocidad, como la Torre del Terror en Disneyland, solo que en la vida real. Algunos pasajeros comenzaron a gritar y llorar, mientras que otros rezaban frenéticamente.
"Sabía que algo no estaba bien", dijo Maña Montemayor, de 49 años, según el Tribune. "Pensé que íbamos a morir", agregó su esposo Jaime.
Pero de alguna manera, afortunadamente, no murieron. Después de caer casi 300 metros, el elevador se detuvo cerca del piso 11 y los pasajeros traumatizados pudieron llamar al departamento de bomberos para pedir ayuda. Sin embargo, eso estaba lejos del final de su horrible noche, porque a los rescatadores les llevó tres malditas horas liberarlos.
"No podían encontrarnos", dijo uno de los universitarios, según el Tribune. "Pensamos que solo habíamos caído unos pocos pisos, pero terminamos cayendo 84".
Los bomberos tuvieron dificultades para ubicar el elevador, y una vez que finalmente lo hicieron, se vieron obligados a abrir un agujero en la pared de un estacionamiento cercano para acceder.
"Fue una situación bastante precaria en la que los cables que estaban rotos estaban encima del ascensor", agregó el jefe del batallón del Departamento de Bomberos de Chicago, Patrick Maloney, a ABC 7. "No pudimos hacer un rescate de elevador a elevador".
Milagrosamente, ninguno de los seis pasajeros resultó herido, aparte de cualquier daño psicológico profundo relacionado con los elevadores. El Departamento de Edificios de Chicago ahora está iniciando una investigación sobre cómo pudo haber pasado esta pesadilla, informa Tribune. Los bomberos finalmente sacaron a las personas a las 3 AM y los enviaron a casa, donde presumiblemente se cambiaron de ropa, se metieron a la cama y esperaron que no tuvieran pesadillas en toda la noche.
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