Artículo publicado originalmente por Motherboard Estados Unidos.
Advertencia de contenido: este artículo incluye la imagen de una lengua de gato cercenada.
Los humanos pueden pasar un tercio de sus vidas durmiendo, mientras que los gatos pueden pasar la mitad de sus vidas despiertos simplemente acicalándose con la legua. Hasta hace poco, no sabíamos mucho sobre los mecanismos de este comportamiento o cómo asearse con la lengua ayuda a los gatitos a mantenerse limpios, a enfriar su pelaje y a erradicar plagas como las pulgas.
Para aprender más al respecto, Alexis Noel y David Hu, dos científicos del Instituto de Tecnología de Georgia en Atlanta, hicieron una nueva investigación con lenguas de gato que fue publicada esta semana en la revista científica Proceedings of the National Academies of Sciences. Su análisis se utilizó para desarrollar un nuevo cepillo fácil de limpiar para el cabello, el cual puede ayudar a los dueños de mascotas que tienen alergias, y también podría conducir a avances en tecnología de limpieza y robótica suave.
De cerca, la lengua de un gato es parecida a un bosque de espinas de erizo. Estas espigas se llaman papilas, y están hechas de queratina, la misma clase de proteínas endurecidas que conforman las uñas humanas, los cascos de los caballos y los caparazones de tortuga.
Los investigadores tomaron una papila de las lenguas cercenadas de seis especies de gatos —un gato doméstico, un gato montés, un puma, un león, un leopardo de las nieves y un tigre—, la limpiaron y escanearon para crear modelos en 3D. Todas las lenguas en este experimento fueron donadas después de la muerte, por lo que, afortunadamente, ningún gato tuvo que morir por esta investigación.
Lo que descubrieron desafió casi tres décadas del dogma de que la lengua de gato tiene papilas en forma cónica. Los investigadores encontraron que en realidad tienen forma de pala, con dos cavidades huecas: una en la base y otra en la punta. Estas cavidades crean tensión superficial, lo que permite a los gatos absorber y estabilizar el fluido salival, incluso si la lengua está boca abajo.
Para probar esta teoría, los investigadores secaron una lengua de gato con una secadora y toallas de papel antes de pesarla. Luego, sumergieron la lengua en agua y midieron la cantidad de líquido retenido en las papilas.
También construyeron una "máquina motorizada de acicalamiento automático", sujetando una lengua a un poste horizontal y la pasaron a diferentes velocidades sobre un trozo de pelaje del mismo gato muerto. El experimento fue repetido con colorante azul para determinar cómo era la distribución de la saliva.
Resulta que la longitud de las papilas juega un papel central en la higiene felina. La piel de gato tiene dos capas: una capa superior que protege al gato de los elementos y una capa interna que regula la temperatura. Las papilas llevan la saliva a la base de la piel; sin ellas, los gatos solo podrían limpiar la capa superior de su piel.
"El caracal, el guepardo y el leopardo son los gatos más 'acicalables' debido a su pelaje corto y escaso", escribieron los investigadores. Sin embargo, dos razas persas fueron consideradas "no aptas para el acicalamiento" gracias a que tienen un pelaje tan largo que las papilas no pueden alcanzar la base. Esta es la razón de que los dueños de gatos persas deban cepillarlos a diario y bañarlos mensualmente, o de lo contrario su pelaje se volverá opaco y grasiento.
Usando sus modelos 3D, el equipo creó un cepillo de aseo inspirado en la lengua de gato (el TIGR), que es 400 por ciento más grande que las papilas de gato doméstico. Conectaron este dispositivo a su máquina acicaladora y lo pasaron sobre una piel sintética de nylon. El TIGR fue más efectivo en comparación con un cepillo para el cabello humano, y también fue mucho más fácil de limpiar.
Debido a que este dispositivo se adentra en la piel, podría usarse para aplicar medicamentos o mezclas desinfectantes directamente sobre la piel del gato, lo que podría permitir que las personas con alergias coexistan con los gatos sin dificultades. Lo cual es mejor alternativa que las inyecciones para alergias, las píldoras o bañar diario al gato. Los investigadores presentaron una patente provisional para esta nueva tecnología.
Los científicos sugieren que esta tecnología también podría usarse en robótica suave u otras situaciones que involucren la limpieza de filamentos flexibles, como las alfombras. Experimentar con lenguas de gatos muertos puede parecer extraño, pero al parecer los felinos todavía tienen mucho que enseñarnos.
Troy Farah https://ift.tt/2DE6IqS
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