Artículo publicado por VICE Colombia.
Este lunes 28 de enero, en la tarde, las placas tectónicas de nuestro país decidieron sacudirse de nuevo. Esta vez fue un sismo de 5 grados con epicentro en Planadas, Tolima, y fue el tercer fenómeno sísmico con magnitud “notable” que se ha registrado en un plazo de menos de una semana en Colombia. El primero fue el pasado 23 de enero, en la noche, con epicentro en Zapatoca, Santander y con magnitud de 5,4 grados. Y el segundo pasó tres días después, en la mañana del sábado, mientras muchos se recuperaban del guayabo obligatorio del día anterior: fue de la misma magnitud, con epicentro también en Planadas, Tolima.
Y aunque esos fueron los tres temblores que más se sintieron en algunas de las capitales principales del país están lejos de ser los únicos. Después del temblor del sábado, la cuenta de Twitter del Servicio Geológico Colombiano (SGC) no dejó de reportar réplicas, todas muy cercanas al Nevado del Huila. Y según reportes de la misma entidad, durante todo el fin de semana se registraron 3.130 réplicas o movimientos telúricos en el Huila.
VICE habló con Viviana Donicio, doctora en geofísica y coordinadora de la Red Sismológica Nacional de Colombia que hace parte del SGC para averiguar las razones por las que hemos percibido tanta actividad sísmica en los últimos días, y, de paso, saber si eso representa algún peligro para la actividad del volcán del Nevado del Huila. Según ella, lo más importante que se debe tener en cuenta es que “Colombia es un país sísmicamente muy activo, y debido a su configuración tectónica y geológica, siempre se está generando mucho movimiento”.
Eso quiere decir que, a pesar de los alarmistas en redes sociales, nuestra tierra cafetera siempre ha registrado un movimiento constante. Y según Donicio, no se trata sino de percepciones. “Lo que pasa es que en la actualidad tenemos más acceso a la información y es más rápida para enteramos de cualquier sismo que haya en el mundo o en Colombia, por lo que que percibimos que hay más sismicidad”, me dijo, “además, las ciudades, pueblos y áreas son más pobladas, con más construcciones y más población expuesta a un sismo. Pero no necesariamente es que haya muchos más temblores: es una percepción generalizada propiciada por la tecnología”.
La mejor analogía para explicar esto, según Donicio, es como cuando doblamos una regla que no es de caucho hasta el punto extremo de que se rompe. El contacto entre las placas tectónicas de nuestro planeta acumulan y acumulan y acumulan energía hasta el punto que se liberan de forma periódica. “El sismo del sábado, que fue muy cerca al Volcán Nevado del Huila, generó que se fueran presentando muchos otros sismos que obedecen a un proceso normal de relajación de fuerzas en la Tierra: es lo que pasa para que un área vuelva a normalizarse”, agregó Donicio.
De las más de tres mil réplicas informadas por el SGC, muchas se presentaron en el municipio de Planadas, que se encuentra a tan solo 12 kilómetros del pico del volcán del Nevado del Huila. Una proximidad que tiene en alerta a las comunidades cercanas por una posible reactivación del volcán. Sin embargo, según reportó a El Tiempo la Oficina de Gestión del Riesgo de Desastres del Huila, los sismos y réplicas no están relacionados con la actividad volcánica, y el volcán se encuentra al mismo nivel de emergencia que tiene desde el año 2009. Es decir, nivel tres o amarillo.
“A pesar de la cercanía al volcán, este se encuentra igual, porque para motinorear la actividad de un volcán se tienen en cuenta muchísimos parámetros, no solo la sismicidad, sino la emisión de gases y demás. Y hasta el momento los otros parámetros no han cambiado para que se altere el nivel de actividad”, me dijo Donicio. Eso significa que las comunidades cercanas al volcán, por ahora, no se encuentran en peligro por una actividad potencial.
Y en cuanto a los rumores que circulan en redes sobre si los constantes sismos recientes estarían evitando un terremoto, la doctora Donicio me dijo que no deberíamos apresurarnos a conclusiones. “Digamos que, por un lado, sí, el concepto de que se vayan generando sismos de magnitudes no tan grandes hace que no se acumule la suficientemente energía para un sismo de gran magnitud, pero es una aproximación bastante simplista. Todo depende de la fuente, del área, de los esfuerzos, y de muchas otras variables” afirmó.
Es así que tenemos que pensar en las placas tectónicas en términos de grandes bloques de tierra que cuando se mueven y se acercan acumulan cierta cantidad de energía, y que cuando se producen pequeños temblores, la energía se va liberando en varias áreas, evitando, hasta cierto punto, la acumulación en áreas más grandes.
Eso sí, estas son solo estimaciones y lo más probable es que igual tengamos que estar preparados en cualquier momento para un terremoto, “en Colombia siempre tenemos que estar preparados”, concluyó Dionicio, “lo más importante es saber cómo vamos a reaccionar y saber en qué condiciones se encuentran los edificios en donde estamos, porque eso es lo que causa el verdadero impacto en las fatalidades, eso es lo que comprueba la vulnerabilidad de cada persona”.
Por lo pronto, la presunta actividad anormal del Nevado del Huila, puede ser descartada. Vale la pena, mejor, tomar medidas preventivas y tenerlas presentes siempre en un país con nuestras características geográficas.
Paola Llinás https://ift.tt/eA8V8J
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