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martes, 29 de enero de 2019

Inyectarte tu propio semen es más peligroso de lo que imaginas

Artículo publicado por VICE México.

A inicios de este año un hombre irlandés fue llevado de emergencia a un Hospital de Dublín con un absceso subcutáneo en el brazo derecho que debía ser tratado inmediatamente. Además del absceso, después de ser analizado por los doctores de emergencias, también descubrieron con una radiografía que tenía un enfisema y un edema debajo de la piel.

La siguiente acción de los doctores apuntaba a que, claramanete, era necesario “drenar” todo el líquido acumulado en el brazo del paciente de 33 años, pero el hombre se rehusó a que los doctores lo hicieran y se dio de alta por sí sólo. Antes de salir, detalló que él había construido un tratamiento independiente para dolores agudos de espalda que consistía en inyectarse una dosis intravenosa de su propio semen —una vez al mes durante 18 meses consecutivos—.

Esta desafortunada serie de sucesos llevó a la Dra. Lisa Dunne a investigar si existían más casos relacionados a terapias con semen, y de acuerdo con The Independent la Dra. Dunne concluyó que era un caso único y sin precedentes para tratar dolores de espalda, sin efectos visibles o anticipables.



Conmovido por esta noticia, le pregunté a dos doctores sobre las posibilidades terapéuticas de inyectarse semen propio y, más aún, las consecuencias que puede ocasionar convertirte en un laboratorio humano con semen en las venas. “Primero que nada depende de la cantidad. Las soluciones inyectables están diseñadas molecularmente para poder ser absorbidas vía sanguínea ya que los músculos absorben directamente, pero lento”, comentó el Dr. Rodrigo Fernández Rosique, médico general que actualmente reside en Chiapas. “El semen esta formado principalmente por proteínas, vitaminas, glucosa y espermatozoides. Estas son moléculas de gran tamaño y difícilmente se puedan absorber. Si la cantidad es pequeña puede que el cuerpo la pueda llegar a absorber a la larga. Pero si es mayor cantidad, lo más seguro es que se haga un quiste por el alto contenido de glucosa, atrayendo bacterias e infecciones hasta formarse un absceso. Mi consejo sería que no te inyectarás semen.”

El Dr. Jorge Vargas, también médico general, comentó que el caso particular del hombre irlandés tenía que terminar en desgracia: “Es como si te inyectaras cualquier cosa orgánica”, dijo. “Tal cual, en este caso, era una bomba de tiempo. Eventualmente se va a llenar de bichos y se infectará. El cuerpo lo encapsula y se desarrolla el absceso, especialmente si estás inyectándote constantemente. Todos los medicamentos que se inyectan de manera intravenosa o intramuscular tienen que tener una densidad y características químicas específicas para que el cuerpo pueda asimilarlas de manera deseable. Depende de muchos factores para que pueda ser soluble en el cuerpo y, si te inyectas algo que no tenga esas características se puede tapar la vena en cualquier momento”.



El futuro del semen aún es incierto. Ambos doctores concordaron que aún no se sabe mucho al respecto y no hay estudios profundos o conclusivos sobre los fines alternativos del semen. “Una vez leí que podía generar serotonina y generar una sensación de felicidad al deglutirlo, pero nunca he escuchado que tenga un uso real o útil”, dijo el Dr. Vargas.

Por su parte, el Dr. Fernández se fue por la vertiente estética: “Se ha teorizado su uso en la medicina estética para rellenar arrugas, hacer cremas y demás, pero las proteínas que están en el semen son de rápida metabolización, hechas para ser el combustible de los espermatozoides. Duran poco tiempo y se desnaturalizan rápido. Hasta ahora sólo sirven para hacer bebés. También hay que tomar en cuenta que puedes ser alérgico a tu propio semen. El testículo es un órgano santuario lo que significa que está virtualmente fuera del cuerpo. Entonces, puedes ser alérgico a tu propio semen y no saberlo. El peor de los casos sería un choque anafiláctico por culpa de tu propio semen”.

Inyectarte semen para tratar cualquier tipo de padecimiento no es una buena idea. Ni siquiera para un dolor de espalda —mucho menos hacerlo constantemente durante 18 meses—, ya que puedes poner en serio riesgo tu salud, especialmente sabiendo que uno puede ser alérgico a su propio semen.

Sergio Pérez Gavilán https://ift.tt/eA8V8J

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