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martes, 15 de octubre de 2019

Alguna vez los humanos usaron huesos como tuppers

Artículo publicado originalmente por Munchies Estados Unidos.

Hace casi 20 años un grupo de obreros estaba construyendo una carretera a unos 11 kilómetros al este de Tel Aviv, Israel, y el proyecto se detuvo abruptamente cuando los trabajadores se dieron cuenta de que habían descubierto una gran cueva de piedra. Varios arqueólogos llegaron al sitio, y Qesem Cave, como se le conoce, ha resultado ser un sueño para la investigación científica. Algunos de los descubrimientos de la cueva han planteado preguntas sobre nuestra comprensión actual del origen del hombre y la evolución humana.

Hace poco, investigadores del Departamento de Arqueología y Antiguas Civilizaciones del Cercano Oriente de la Universidad de Tel Aviv encontraron evidencia de que los humanos prehistóricos almacenaban alimentos en huesos de ciervo envueltos en piel. En un artículo publicado recientemente bajo el título Bone marrow storage and delayed consumption at Middle Pleistocene Qesem Cave, Israel (Almacenamiento de médula ósea y consumo retrasado en la cueva Qesem del Pleistoceno medio, Israel), la Doctora Ruth Blasco y sus colegas explican que hace más de 400.000 años las personas del Paleolítico que vivían en la cueva descubrieron un método para preservar la médula dentro de pequeños segmentos de huesos de ciervo envolviendo cada fragmento con la piel del animal.



"En nuestro estudio mostramos por primera vez que hace 420.000 a 200.000 años los humanos prehistóricos en Qesem Cave eran lo suficientemente sofisticados, lo suficientemente inteligentes y talentosos como para saber que era posible preservar huesos particulares de animales en condiciones específicas y, en caso de ser necesario, quitar la piel, romper el hueso y comerse la médula ósea", dijo el profesor Avi Gopher a Science Daily.

Antes de este descubrimiento se suponía que estos humanos prehistóricos eran cazadores-recolectores que comían cuando encontraban comida, y partían a otro lugar cuando no lo hacían. No había evidencia de sus métodos de preservación: no se encontraron deshidratadores de alimentos paleolíticos dispersos ni en los rincones más profundos de la cueva.

Estos primeros humanos cazaban a los animales, típicamente ciervos gamo común, y les quitaban la mayor parte de la carne y la grasa antes de regresar a la cueva con sus extremidades y cráneos. Según los investigadores, la médula podía permanecer almacenada dentro de los huesos durante más de dos meses. ¿Cómo supieron eso?

La Doctora Blasco y su equipo extrajeron 79 huesos metapodiales de la parte inferior de algunos ciervos rojos de la Reserva Nacional de Caza Boumourt, España. Ejecutaron tres series de pruebas para intentar replicar tres estaciones diferentes, y utilizaron herramientas de piedra para eliminar la piel y acceder a la médula ósea. Después descubrieron que había bajos niveles de "degradación" de la grasa de la médula después de almacenarla por hasta nueve semanas. (Notaron que algunas muestras "tenían mal olor" cuando se extraían del hueso).

"Esta es la primera evidencia de tal comportamiento y ofrece información sobre la socioeconomía de los humanos que vivieron en Qesem", dice la Doctora Blasco. "También marca un umbral para los nuevos modos de adaptación humana paleolítica".

En 2016, la Doctora Blasco y sus colegas descubrieron restos de tortugas cocidas y picadas dentro de la cueva, lo que sugiere que estos mismos humanos prehistóricos complementaban su dieta ocasionalmente con tortugas. "Tal vez los habitantes de Qesem simplemente estaban maximizando sus recursos locales", dice. "En cualquier caso, este descubrimiento agrega una nueva dimensión importante al conocimiento, las capacidades y quizás las preferencias de sabor de estas personas".

Eso es mucho más cool que cualquier mierda que puedan descubrir los futuros arqueólogos en otros 100.000 años.

Jelisa Castrodale https://ift.tt/eA8V8J

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