Artículo publicado originalmente por VICE Reino Unido.
Te recuestas en una silla reclinable. Limpian tu cara, te toman fotos, te marcan la piel con un bolígrafo. La aguja de una jeringa con relleno dérmico se desliza dentro de tu mandíbula mientras el médico de tu elección comienza a esculpir, definir y contornear una nueva forma para tu mandíbula.
Esta es la nueva realidad del régimen de belleza para un creciente número de hombres heterosexuales y queeren el Reino Unido. Lo llaman paquete de masculinización, y puede incluir todo, desde este tipo de aumento de mandíbula hasta rellenos de mejillas y mentón. Cuesta alrededor de 300 dólares, pero no parece desanimar a la gente.
"El aumento del interés de los hombres en este tipo de tratamientos ha crecido exponencialmente", dice la Dra. Melanie Castelhano, quien dirige un consultorio privado en Londres y hace este trabajo junto con odontología cosmética. "En los últimos dos años ha habido una gran inclinación hacia la masculinización. Es fácil acceder a ella y las personas están cada vez más informadas al respecto".
El ideal de belleza masculina ha cambiado en la era de las redes sociales. Mark McCormack, profesor de sociología en la Universidad de Roehampton, ve esto como parte de una evolución que se remonta a décadas. "Tuvimos al metrosexual en la década de 1990, el cual estuvo a la vanguardia de la masculinidad suavizada", dice. "La versión del siglo XX de la masculinidad suavizada fue la metrosexualidad, y la versión del siglo XXI es este tipo de imagen al estilo Love Island".
Tal es la demanda de este trabajo y el impacto de Love Island, que la Asociación Británica de Cirujanos Plásticos Estéticos (BAAPS) le dio el crédito al programa en su informe anual de 2019 por el incremento en las liposucciones masculinas. Sin embargo, las cifras de las cirugías estéticas masculinas, como los rejuvenecimientos faciales, en general disminuyeron un 4,7 por ciento debido a una mayor atracción por los tratamientos no quirúrgicos, como los paquetes de masculinización. "Los tratamientos no quirúrgicos ganaron popularidad debido a la tendencia masculina de preferir verse más naturales en lugar de estirados", decía el informe.
Pero no todos intentan replicar lo que ven en la televisión. Para algunos, es una cuestión de manejo del envejecimiento. Paul *, uno de los clientes de Castelhano, tiene 51 años y lleva ya un tiempo recurriendo al relleno de mejillas de manera regular. "Tenía la sensación de estar inconforme con la manera en que se veía mi cara", dice. "Tengo relleno en las mejillas para dar apoyo a mi estructura facial. Al llegar a mi edad pierdes grasa de la cara. Esto puede resultar en que se te vea hundida la piel del rostro, como con cavidades".
Matthew Manton, un australiano de 43 años, es enfermero cosmético y a la vez paciente de estos tratamientos. Como enfermero cosmético calificado en Australia, administra estos tratamientos y ha viajado personalmente a Londres a que le inyecten "montones de relleno" para alterar la forma y definición de su mandíbula. Dice que la popularidad de los procedimientos de masculinización ha aumentado "astronómicamente".
Pero, ¿qué ha cambiado? ¿Por qué hay más hombres recurriendo a estos tratamientos? "Pienso en esto como cuando uno tiene una membresía en el gimnasio en estos días", dice Manton. "La gente va allí y mantiene su cuerpo en forma, y ahora esta es solo una vía más a nuestra disposición". Aunque los hombres homosexuales constituyen la mayor parte de la lista de pacientes de Manton, él dice que esto está cambiando a medida que los hombres heterosexuales conocen los tratamientos a través de sus parejas. Comienzan con Botox, dice, y luego se dan cuenta de las otras cosas que se pueden hacer.
¿Por qué Manton sintió la necesidad de cambiar la forma de su propia cara? "Nadie confía en un cocinero flaco", dice. "Personalmente, me gusta ver una mandíbula fuerte y definida en mi propia cara y unos pómulos más afilados, porque eso es lo que percibo como una apariencia más masculina o atractiva. Eso es también lo que buscan muchos de mis pacientes".
Castelhano dice que no es raro que los hombres lleguen con un pensamiento similar. "Por lo general, vienen con una idea de lo que constituye un aspecto masculino", dice ella. "Por lo general, se trata de un aspecto más cincelado, podrían decir algo como: '¿Puedes hacerme una mandíbula como la de Brad Pitt?'".
Pitt representa el tipo de hombre que los pacientes de Castelhano y Manton quieren emular. Los ideales de belleza masculinos —una mandíbula delineada, pómulos fuertes— se han mantenido prácticamente iguales a lo largo de los años. Después de todo, en cuanto a la apariencia, no hay mucha diferencia entre el protagonista de Ad Astra y Cary Grant o James Dean.
Esta apariencia es, por supuesto, algo muy ligado al género y, a su vez, está vinculada a ser percibido como más atractivo. Como era de esperar, un artículo reciente de Cut dice que los incels buscan las cirugías faciales extremas para transformarse en "Chads", los hombres alfa hiperatractivos a los que adoran y odian. "Se trata de mucho más que solo verse varoniles", dice Manton sobre los rellenos de masculinización. "Es un deseo por ser atractivos".
Lo nuevo es el creciente acceso a los procedimientos cosméticos que prometen otorgar un aspecto tipo Hollywood a los hombres comunes. Como dice Manton: "No estamos creando una nueva meta estética. La meta en realidad no ha cambiado —siempre es verse mejor—, es solo que ahora vivimos en un mundo donde la meta es más alcanzable".
Los rellenos dérmicos representan el punto de inflexión de esta nueva accesibilidad, gracias al hecho de que la industria actualmente no está regulada. En otras palabras, no es necesario ser médico para ofrecer estos rellenos. De hecho, no se necesita ningún tipo de capacitación. Mientras que para el Botox se requiere una receta; en el caso de los rellenos faciales, cualquiera puede comprarlos en línea y establecerse como esteticista.
"Es motivo de preocupación", dice Castelhano. "Las regulaciones tienen que entrar en juego. Por el momento, los esteticistas pueden administrarlo, pero ese no debería ser el caso". La BAAPS expresó una seria preocupación al respecto en su informe de 2019, afirmando que: "El sector no quirúrgico está plagado de regulaciones laxas y promociones poco éticas".
Save Face es el registro nacional de profesionales de la estética no quirúrgicos acreditados del Reino Unido, y hace campañas para eliminar las malas prácticas en la industria. Ellos han visto un aumento preocupante en los tratamientos fallidos tanto para hombres como para mujeres. "El año pasado recibimos 934 reportes de pacientes sobre complicaciones y procedimientos que salieron mal", dice su director, Ashton Collins. "El diez por ciento de los cuales fueron de hombres. Esto ha aumentado exponencialmente en comparación con el año anterior, cuando recibimos menos de cinco reportes de hombres".
Para hacer notar aún más el vínculo entre Love Island y el impacto real que tiene en las personas que desean alterar su apariencia, Collins dice que han sido capaces de identificar picos en la cantidad de hombres que usan su sitio web y que informan de complicaciones durante el show.
Alguien que ha visto este impacto de cerca es uno de los pacientes de Castelhano, un influencer de 31 años llamado Rob*. "Los reality shows han tenido el mayor impacto", dice. "En la clínica donde me hice mi primer tratamiento con Botox, había tres personas a las que estaban tratando también, y estaban listas para ir a Love Island. Eso te dice mucho sobre la presión de lucir bien en la sociedad actual. Ves a hombres que lucen perfectos: carillas en los dientes, mandíbulas increíbles, bronceados y sin arrugas. Luego, las personas reaccionan en las redes sociales diciendo cuán perfectos se ven. Así que, por supuesto, vas a pensar: 'Necesito lucir así'".
Como influencer, ¿presumiblemente esa presión también se aplica a Rob? "Definitivamente sientes la necesidad de verte lo mejor posible", responde, pero se niega a revelar qué procedimientos se ha realizado. "No creo que tener una mandíbula fuerte defina tu masculinidad. Pero los chicos ven a las celebridades y modelos en todas las redes sociales y quieren tener una mandíbula perfecta como ellos. Conozco a un chico que recientemente fue a que le definieran la suya y ahora está modelando para la empresa de moda ASOS".
McCormack cree que la popularidad de estos rellenos tiene más que ver con el auge de las redes sociales que con el cambio de los ideales masculinos. "Instagram contribuye a exacerbar esta sensación de necesitar tener el cuerpo, la forma facial y el nivel de atractivo perfectos, lo que en realidad tiene más que ver con los cambios digitales en cuanto a la forma en que vemos las cosas y a las personas que con la masculinidad, per se", dice. "Se trata de vivir las vidas de Instagram y las presiones que eso conlleva".
Todas las personas, tanto del lado de los receptores como de quienes administran los tratamientos, están de acuerdo en que es algo que veremos cada vez más. Rob dice: "Creo que, en el futuro cercano, los tratamientos cosméticos serán la norma, como ir a cortarse el pelo".
* Nombre cambiado a solicitud del entrevistado.
Daniel Dylan Wray https://ift.tt/2LKxYHP
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