Artículo publicado originalmente por VICE Estados Unidos.
Después de un gran estreno en Estados Unidos y con rumores de la nominación al Oscar de la productora/estrella Jennifer López, Hustlers, una película escrita, dirigida y protagonizada por un elenco lleno de mujeres, se perfila como un auténtico éxito. También es importante que la historia sea sobre trabajadoras sexuales, ya que Hollywood se ha encargado de avergonzar, malinterpretar o ignorar a la comunidad del trabajo sexual, como suele ser el caso en la vida real.
Por esta razón, algunas personas ahora cuestionan el hecho de que las bailarinas del Show Palace en Long Island, Nueva York, no hayan sido compensadas por los sueldos perdidos durante los cinco días de grabación de Hustlers dentro del club el año pasado.
La compañía de producción de Hustlers alquiló el Show Palace —donde también buscó actrices— durante cinco días en abril de 2019, según personas que trabajan allí. Tan solo tres empleadas fueron elegidas para actuar en la película. Las bailarinas que no fueron contratadas no pudieron trabajar durante esos días y le dijeron a VICE que el Show Palace no las había compensado. Lorene Scafaria, guionista y directora de la película, confirmó esto en una publicación de Instagram el mismo día en que apareció un artículo del Daily Beast que mencionaba los salarios perdidos en el penúltimo párrafo. Una bailarina dijo que como resultado perdió miles de dólares. Los defensores del trabajo sexual dicen que a pesar de que las bailarinas son contratistas independientes a quienes no se les debe un salario legal, el club debería haberles pagado.
Ashley Neal, quien fue seleccionada para actuar en la película junto a un manager y otra bailarina, le dijo a VICE que llevaba trabajando en el Show Palace poco más de un año cuando ocurrieron las audiciones, y que le sorprendió y emocionó mucho haber sido elegida para hacer de Georgia y bailar junto a J.Lo, Constance Wu, Lizzo y las exbailarinas Cardi B y Trace Lysette.
"En realidad, hay una gran reacción en internet que dice que a las chicas no se les pagó", reconoció Neal, "un montón de comentarios de personas enojadas. Pero siento que las chicas en el Show Palace están muy emocionadas por eso. Estaban muy felices".
Suzana Mae, otra bailarina del Show Palace que no aparece en la película, le dijo a VICE que probablemente perdió entre 2.000 y 4.000 dólares durante el período de filmación de la película en el club.
"No, no fui compensada y realmente no había nada que pudiéramos hacer como bailarinas. No tenemos nada que decir", dijo, y agregó que cree que deberían formar un sindicato.
Este caso solo ilustra una de las muchas formas en las que se les niegan a las trabajadoras sexuales los derechos laborales: también las vetan de las redes sociales y plataformas de pago por vender acceso a cuentas pornográficas privadas o, en algunos casos, por el simple hecho de ser trabajadoras sexuales y sin haber violado ninguna regla de contenido.
Melissa Sontag Broudo, cofundadora y directora ejecutiva del Instituto Sharmus Outlaw Advocacy and Rights (SOAR) que aboga por las trabajadoras sexuales, dijo que debido a que las bailarinas están clasificadas como contratistas independientes, legalmente no se les debe la pérdida de salarios.
"Pero el punto es que las bailarinas muchas veces son tratadas como empleadas y se les prohibe trabajar en otros clubes o tienen que trabajar ciertos turnos, o solo pueden trabajar ciertos días, por lo que están sujetas a las reglas [que] solo los empleados están obligados a cumplir y podrían perder otras oportunidades económicas", le dijo Sontag Broudo a VICE.
Otra bailarina del Show Palace, MJ, dijo que no se vio afectada por la filmación porque baila solo los viernes y sábados. Hustlers se filmó de domingo a jueves. También dijo que no sentía que ninguna de sus compañeras de trabajo estuviera molesta. "Show P no es el único club", dijo.
Aún así, Sontag Broudo dijo que incluso cuando un club no tiene un acuerdo de exclusividad con las bailarinas, no es posible encontrar trabajo con tan poco tiempo de anticipación.
"Si generalmente solo trabajan en ese club, aunque no tengan prohibido trabajar en otros clubes, no tendrán el tiempo y la energía para ir a entrevistarse en un millón de otros lugares solo por un período de un par de días", dijo. "Entonces, incluso si el club dijera algo como, 'Podrían haberse ido a trabajar a otro lado, no sé qué decirles', eso también es un obstáculo financiero y logístico. Probablemente uno bastante significativo".
Mae dijo que el club le notificó a las bailarinas que la filmación se llevaría a cabo solo unos días antes de que llegaran los equipos, pero que el Show Palace no les advirtió que no podrían trabajar.
"Ellos [dijeron], no vengan a trabajar [hasta] la próxima semana. Todas se enteraron de boca en boca. No fue realmente un anuncio", dijo.
"Sí, o sea, supongo que es injusto para ellas porque no sabían nada al respecto", dijo Neal sobre sus compañeras de trabajo en el Show Palace. "Solo sabían que no habría trabajo por una semana".
El lunes, Scafaria, la directora, publicó algo en Instagram alentando a los fanáticos de la película a visitar el Show Palace y apoyar a las mujeres que trabajan allí, ya que, como escribió, la gente perdió su sueldo.
"Tratamos de contratar strippers y trabajadoras sexuales delante y detrás de cámara", escribió, "y elegimos tantas bailarinas del SHOW PALACE NY como pudimos, como extras y como actrices, pero aquellas que no hacen parte del reparto permanecieron sin trabajo y sin compensación durante cinco días, y personalmente lo siento mucho. Prometo visitar el SHOW PALACE cada vez que esté en Nueva York y mostrarles con dinero mi agradecimiento".
Como se mencionó en un artículo del Daily Beast, Scafaria y la consultora y actriz de Hustlers Jacq the Stripper regresaron recientemente al Show Palace con algunas otras bailarinas profesionales, incluida Gizelle Marie, una activista del trabajo sexual que también participó el New York Stripper Strike. "Jacq tenía una copa de champán en una mano y un bolso transparente con mucho dinero en la otra", detalla la revista. "Se quiere gastar todo esta noche 'para redistribuir el dinero que las strippers perdieron durante la semana en que el [Show Palace] estuvo cerrado por la filmación de Hustlers". Cerca de allí, "sentada en una silla de cuero con un montón de billetes", está Scafaria, lamentando no haber podido contratar a todas las bailarinas del Show Palace para que aparecieran en la película.
"Ya que somos contratistas independientes, cuando un club alquila su espacio, los propietarios se llevan un buen dinero, pero las bailarinas nunca ven nada de ese dinero", escribió Jacq en una publicación de Instagram, animando a la gente a visitar el Show Palace. "Invertimos en las mujeres trabajadoras que se esfuerzan incansablemente e inspiran tus películas, moda y tus fotos sexis. Regresemos nuestros dólares al club".
Marie escribió en Twitter: "Si alguien tiene la culpa, no es el equipo de producción. Es el propio club el que debería tener la culpa de no asegurarse de que las mujeres al menos sean compensadas de alguna manera".
Mae ya vio Hustlers ("esperaba que saliera más Cardi B, pero supongo que J.Lo era la estrella") y dijo que no ve ningún beneficio financiero de que la película se hubiera filmado ahí.
"El Show Palace es un gran club. La gente está acostumbrada a venir y no verse obligada a presumir o tener sexo", dijo. "Por lo tanto, aunque tengamos más clientes, verán una película gratis, no vendrán a dar propina. El lugar ha estado lleno, y casi nadie da propina".
Mae no estaba trabajando la noche en que Scafaria entró con Jacq, Gizelle y otras bailarinas, Valley Latini, SX Noir y ButterflyMush, pero Neal sí.
"Estuvieron increíbles", dijo Neal. "Todo el mundo estaba asombrado, literalmente, se acercaban y tomaban fotos. Sabes que te están apoyando. No te están haciendo saltar de un lado a otro para un trabajo. Están ahí. Estaban dando propina; muy buena propina".
Mae dijo que ese tipo de energía no se ha reflejado en el día a día en el Show Palace, y dijo que habría apreciado una mayor inclusión de las mujeres que trabajan en el club, a las que finalmente no se les pagó.
"Lo sé", dijo cuando se le preguntó si alguna de las bailarinas estaba molesta. "Hubiera sido bueno al menos ser extras en la parte de atrás".
"Grabar una película es muy bien pago", dijo Sontag Broudo. "Al menos desde el punto de vista de la equidad, [el club debería] haber dicho, 'Vamos a compartir esto'. Quizás no de la misma manera, pero sí algún porcentaje, especialmente para compensar a las mujeres por el tiempo que no pudieron trabajar".
Trish Bendix https://ift.tt/eA8V8J
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