Artículo publicado originalmente por Tonic Estados Unidos.
Si estás buscando tener un bebé, necesitarás nadadores ganadores. Para la mayoría de los lectores, este dato probablemente no sea una sorpresa. Sin embargo, lo que te puede sorprender es hasta qué punto la calidad de ese esperma se ve afectada por las vitaminas y los minerales que consumes.
La calidad del esperma tiene cuatro aspectos principales: conteo de espermatozoides, es decir, la concentración de espermatozoides en una muestra de semen; morfología, que se refiere al tamaño y la forma de las células espermáticas; motilidad, que es la eficacia con que los espermatozoides pueden nadar; y volumen de semen, ya que se necesita una cantidad mínima de esta sustancia para que el esperma contenido se transporte a través del tracto reproductor femenino.
Ya sea en forma de alimentos o suplementos, se ha demostrado que aumentar la ingesta de ciertas cosas aumenta la calidad del esperma en las cuatro áreas. Si deseas tener un bebé en un futuro no muy lejano, es posible que desees considerar seguir una nueva dieta.
Zinc
Se ha demostrado que los hombres infértiles tienen menos zinc que sus congéneres más fecundos. Un estudio pequeño analizó el nivel basal de testosterona en suero de 40 hombres de entre 20 y 80 años de edad: la testosterona es vital para la función saludable de los testículos y una de las funciones principales de estos órganos es producir esperma. Durante las siguientes 20 semanas, los investigadores restringieron la cantidad de zinc que consumían los jóvenes mientras que se le dio a los participantes mayores, que tenían una deficiencia marginal de zinc, un suplemento diario de la sustancia. Los niveles de testosterona, que ayudan a la producción de espermatozoides saludables, fueron más bajos en los jóvenes, mientras que los hombres mayores experimentaron un aumento importante.
Otro estudio analizó directamente los niveles de zinc y la calidad del esperma de los hombres fértiles e infértiles. Descubrieron que independientemente de si eran fumadores o no, los sujetos fértiles tenían niveles de zinc seminal más altos que cualquier grupo infértil. El zinc no es un mineral que el cuerpo pueda almacenar, así que necesitas una dosis diaria si estás tratando de transmitir tus genes en un futuro cercano. La cantidad diaria recomendada para hombres y niños es de 11 mg por día y, si te gustan las ostras, estás de suerte. Solo seis ostras medianas te darán 32 mg o alrededor del 290 por ciento de la dosis diaria recomendada. También encontrarás zinc en la carne roja, aves, mariscos, lácteos, cereales fortificados, nueces y frijoles.
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"Hay pruebas sólidas de que se requieren niveles normales de zinc para una fertilidad masculina óptima", dice Michael Reitano, urólogo y médico de Roman, una startup de salud para hombres situada en Nueva York. Reitano explica que si bien el suplemento de niveles normales de zinc no causará un efecto notorio, mantener una ingesta dietética estable para prevenir deficiencias es importante a cualquier edad. Tomarlo en grandes cantidades no va a aportar ningún beneficio porque, como se mencionó anteriormente, el zinc no puede almacenarse para su uso posterior.
B12
La vitamina B12 ayuda a prevenir el daño del ADN del esperma y mantiene la integridad genética del ADN para que cada una de las células creadas a través de la división y la replicación sea una réplica exacta de la célula que se dividió, explica Reitano. Una escasez de vitamina B12, por otro lado, puede alterar la integridad genética del ADN y puede resultar en células que se producen de manera ligeramente diferente. No es algo que quieras para tu esperma, ya que estas células dañadas pueden incluir irregularidades relacionadas con enfermedades genéticas o cáncer.
"La deficiencia de B12 es sorprendentemente común, no solo en los ancianos", dice Reitano, y agrega que los veganos y las personas que regularmente usan antiácidos pueden ser los más afectados. "También es vital para mantener una integridad y producción adecuada de ADN, especialmente en células de rápido desarrollo como las que producen sangre y esperma".
Las vitaminas B12 y otras vitaminas del grupo B también desempeñan un papel importante en la producción de un antioxidante llamado homocisteína. La homocisteína es un antioxidante endógeno; lo que significa que solo se produce en el cuerpo humano, a diferencia de los antioxidantes dietéticos que ingerimos en forma de alimentos o suplementos. La homocisteína desempeña un papel importante en la protección de las células contra el daño oxidativo durante la producción de esperma y, dado que su fabricación en el cuerpo humano depende de la disponibilidad de vitaminas del grupo B, obtener una cantidad suficiente puede proteger la salud del esperma.
Un meta estudio de 2017 que explora el efecto de la vitamina B12 en la salud del esperma mostró que ésta aumenta el conteo de espermatozoides, aumenta su motilidad y reduce el daño de ADN. La dosis diaria recomendada es de solo 2.4 microgramos (µg), pero si comieras 3.5 onzas de almejas, obtendrías la asombrosa cantidad de 98.89 µg de B12. Si los moluscos no son lo tuyo, puedes obtener casi la misma cantidad (96 microgramos en 3.5 onzas) del hígado de la res. Si piensas que las vísceras son horribles, un filete de 3.5 onzas de salmón rojo te proporcionará un poco más de 18 µg, que es seis veces mayor que la dosis diaria recomendada.
Vitamina C
No hay mucha evidencia que respalde la idea de que ingerir vitamina C para combatir un resfriado mejorará tu situación. Sin embargo, hay evidencia que muestra un vínculo entre la vitamina C y la calidad del esperma.
En un pequeño pero significativo estudio de 2006, los investigadores observaron a 13 hombres con oligospermia, el nombre científico para un conteo bajo de espermatozoides, definido como menos de 15 millones de espermatozoides por mililitro de semen. Los individuos recibieron 1,000 mg de vitamina C dos veces al día durante dos meses y al final del estudio se encontró que el conteo, motilidad y morfología de los espermatozoides había mejorado significativamente.
El razonamiento es que la vitamina C puede mejorar la calidad del esperma al reducir el estrés oxidativo, ya que la vitamina C es un antioxidante. "La oxidación es un factor conocido en la infertilidad masculina", dice Reitano. "En particular, los antioxidantes como la vitamina C y E han demostrado ser efectivos para mejorar la fertilización y las tasas de embarazo".
Esta teoría del estrés oxidativo parece surgir de un estudio hecho en ratas que tuvieron una exposición prolongada a la ciclofosfamida, un medicamento conocido por causar estrés oxidativo. Las ratas a las que se les administró vitamina C mejoraron la motilidad, el conteo y la viabilidad de sus espermatozoides. También encontraron que la vitamina había aumentado el peso de los testículos y el epidídimo de las ratas en comparación con otros grupos de ratas que no fueron tratadas con vitamina C.
Según la USDA, el alimento con la mayor cantidad de vitamina C es el jugo de acerola, que contiene 13 veces más vitamina C que una porción igual de jugo de naranja. La acerola también se conoce como la cereza de Barbados y una taza de su jugo te proporcionará la increíble cantidad de 3,872 miligramos de vitamina C.
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