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jueves, 17 de enero de 2019

No puedo levantarme de la cama sin masturbarme

Artículo publicado originalmente por Broadly Estados Unidos.

Empecé a masturbarme a la edad de cinco años. Como la mayoría de las personas cuyos huesos aún no se terminan de desarrollar, no sabía lo que estaba haciendo, solo sabía que se sentía bien. También sabía que arreglaba las cosas: me daba algo que hacer cuando estaba aburrida, me calmaba cuando estaba ansiosa, hacía que los acontecimientos tristes —como que mi amiga se mudara lejos o que mis padres se divorciaran— parecieran menos triste. Comencé a hacerlo todo el tiempo. Ahora, 20 años después, no puedo levantarme de la cama sin haberme venido.

Si tuviera que hacer un calculo, diría que 360 de los 365 días de mi año comienzan con un orgasmo. A veces, ese orgasmo es resultado del sexo, pero la mayoría de los días es resultado de la masturbación. Incluso si mi novio está dormido a mi lado, me masturbaré antes de que despierte o mientras se baña.

No es que no lo quiera o que no me guste el sexo, definitivamente me interesan ambos incluso después de venirme, es solo que la masturbación matutina ha cobrado un papel muy importante y específico en mi vida. Me despierta, mejora mi estado de ánimo y alivia mi estrés lo suficiente como para poder salir de las cobijas y ser un ser humano funcional. Sin eso, estoy prácticamente muerta. Me siento ansiosa, deprimida y agotada. Mi cerebro no funciona. Soy un completo zombie hasta que ingiero casi un litro de café.

No soy la única. Rebecca, una chef de 28 años que conocí en un grupo privado sexualmente positivo en Facebook y cuyo apellido omito por razones de privacidad, me dice que también se masturba cada mañana.

"Es una necesidad", dice ella. “Me da ese impulso para saltar de la cama y comenzar mi día. Es como si estuviera liberando mi energía latente". La pasa mejor que yo si no puede masturbarse, pero hacerlo hace que el resto de su día sea mucho más fácil.

Ni mis parejas ni yo hemos visto este hábito como un problema, más bien como una característica, pero siempre he tratado de entender por qué lo hago. ¿Por qué el café, un baño con agua caliente o el ejercicio son los despertadores personales de algunas personas, mientras que el mío son de tres a cinco minutos de felicidad clitoriana?

Para averiguarlo, contacté a la psicóloga somática y terapeuta sexual Holly Richmond. Me explicó que cuando se trata de rutinas matutinas, la masturbación realmente no es diferente de cualquier otro régimen. Tiene clientes de todos los géneros que se masturban a primera hora cada mañana para sentirse sanos, completos y funcionales, me dice. Es solo que se habla menos al respecto que de hacer abdominales o tomar café.

"Tenemos la tendencia a menospreciar el sexo y el placer como actividades de bienestar, lo cual es algo desafortunado porque son igual o más saludables que la mayoría de las otras actividades energizantes", dice. "Es un ritual saludable como cualquier otro, solo que en lugar de despertarte con las endorfinas del ejercicio o con cafeína, lo haces con placer".

Y hay muchas razones por las que alguien preferiría los orgasmos por encima del café.

"Yo lo prefiero en parte para poder contenerme cuando estoy cerca de chicos heterosexuales, y en parte porque realmente regula mi estado de ánimo", me dice el músico y artista visual Daniel Crook. "Cualquiera que me haya visto antes de masturbarme por la mañana puede confirmar que no soy la misma persona después".

Charlie McGuire, un barista de Silverlake, California, dice que se masturba porque por lo regular despierta deprimido y ansioso, pero ver pornografía y masturbarse se lo quita. "Lo primero que siento al despertarme es una mezcla de pánico y agotamiento", dice. “Pero masturbarme me relaja y me despierta al mismo tiempo. Es mucho mejor que un despertador".

Esto, explica Richmond, se debe a que la masturbación libera un cóctel de hormonas y neurotransmisores que te ponen en el tipo de espacio mental energizado, optimista y enfocado que hace que las mañanas sean más soportables. La oxitocina, la dopamina y las endorfinas liberadas durante el orgasmo mejoran el estado de ánimo, alivian la ansiedad, disminuyen la baja autoestima, aumentan la concentración y contribuyen a incrementar los sentimientos de entusiasmo. Al mismo tiempo, la epinefrina (adrenalina) actúa en tu sistema nervioso como si te tomaras un expreso, animándote. Incluso si no llegas al orgasmo, darte placer a ti mismo te brinda los efectos meditativos de conectar tu mente y tu cuerpo, aumentar tu confianza y sentar las bases para tu día. También hace que tu sangre circule mejor.

De hecho, según la sexóloga clínica Shannon Chávez, la pequeña cantidad de cardio que se requiere para retorcerse de placer hace que sea bombeada sangre rica en oxígeno a tus músculos y nervios, lo que libera el estrés y la tensión de la misma manera en que lo hace el ejercicio.

"Los patrones de respiración, el movimiento en el cuerpo y la estimulación física que proporciona la masturbación despiertan el sistema nervioso", dice. "Al igual que el ejercicio, ésta puede aumentar tu productividad durante el día al hacer que te sientas bien y aumentar tu concentración".

Juntos, el golpe de hormonas y la actividad física también pueden mejorar tu cognición, lo cual es crucial para poner en marcha tu cerebro cuando estás cansado en el trabajo. Pero, si la masturbación es un activador matutino tan eficaz, ¿por qué no todos tienen la necesidad de hacerlo por las mañanas? Más importante aún, ¿por qué hay personas como yo que tiene que hacerlo cada mañana?

Chávez cree que todo es una cuestión de hábitos. "Algunas personas simplemente han desarrollado el hábito matutino de la masturbación", dice ella. "Estas rutinas están determinadas por el condicionamiento sexual, los niveles hormonales y el estado mental". En otras palabras, es muy probable que mis colegas masturbadores matutinos y yo estemos en estado comatoso hasta que logramos llegar al orgasmo porque hemos entrenado a nuestros cuerpos para que despierten de esa manera, a través del poder del refuerzo positivo.

Las diferencias en los ciclos diarios y mensuales de la testosterona en las personas también pueden explicar por qué algunas personas están más motivadas que otras a masturbarse por la mañana. Para algunos, la testosterona alcanza su punto máximo en la mañana (este suele ser el caso de los hombres cisgénero). Para otros, alcanza su punto máximo en la noche, o a mitad del día (como es común en las mujeres cisgénero). Algunas personas incluso experimentan múltiples picos de testosterona a lo largo de un período de 24 horas. Según Richmond, estos picos pueden verse influidos por factores como el estrés, los medicamentos y el estado de ánimo, y pueden cambiar con el tiempo. Sin embargo, si tu rutina es consistente, tus niveles hormonales también tienden a serlo.

El pene, el clítoris, los labios vaginales y la vagina tienen tejido eréctil que se hincha cuando la testosterona es alta, lo que generalmente ocurre durante la etapa REM del sueño (este aumento en el flujo sanguíneo también puede aumentar la lubricación vaginal). Si te despiertas durante o cerca de la fase REM, es más probable que despiertes con una erección, lo que generalmente te hace sentir excitado. La erección matutina es el resultado directo de esta reacción. Los clítoris y las vaginas por lo general experimentan el mismo fenómeno; pero es mucho menos evidente.

Dicho esto, las hormonas y el tejido eréctil hinchado no necesariamente definen el comportamiento. "Incluso si tu nivel de testosterona es alto en la mañana, o si tienes una erección, eso no significa que tengas que masturbarte para poder levantarte de la cama", dice Richmond. "No hay verdades universales cuando se trata de la sexualidad".

Desafortunadamente y según mi experiencia, casi nadie habla abiertamente sobre la necesidad de masturbarse por las mañanas, a excepción de algunas publicaciones de Quora que manifiestan cierta preocupación. Esta omisión hace que tal hábito parezca un poco anormal, pero Richmond dice que la falta de discusión sobre este tipo de masturbación no debería ser motivo de vergüenza o preocupación.

"Debido a que es un asunto sexual, la masturbación es fácil de patologizar, especialmente si parece que es una necesidad", dice ella. “Sin embargo, no patologizaríamos a alguien que dice que necesita hacer ejercicio, meditar o tomar café para sentirse funcional. No creo que tenga sentido problematizar un comportamiento que funciona casi exactamente igual que las otras actividades ya mencionadas. Algo es realmente un problema solo si descarrila tu vida".

Ése para nada es el caso en mi situación particular, así que voy a seguir dándole a mi cuerpo lo que me dice que necesita: estimulación clitoriana entusiasta y vivificante al amanecer.

Isabelle Kohn https://ift.tt/eA8V8J

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