Artículo publicado por VICE Colombia.
Haber nacido y crecido en Bogotá significa haber recibido un entrenamiento intensivo de prevención contra el robo. Para un bogotano, y para muchos habitantes de grandes capitales del mundo, es normal revisarse el bolsillo cada cinco minutos para verificar que las cosas siguen ahí. Es normal incluso llevar el celular o el dinero en lugares extraños como el brassiere, en la cintura dentro del pantalón o en el bolsillo pero cubierto todo el tiempo por una mano protectora.
No es gratuito, en Bogotá las cifras de inseguridad siempre, sin falta, van en aumento. Según la Secretaría de Seguridad, Convivencia y Justicia, durante el primer semestre de 2018 las cifras de hurto aumentaron considerablemente a comparación de las cifras de otros años en el mismo periodo. Los robos aumentaron un 55 por ciento, sobre todo en el caso de celulares —68 por ciento— y de bicicletas —61 por ciento—.
Y una cosa es el celular, o un par de billetes, pero la inseguridad sí que da duro cuando con lo que uno anda es el carro o la moto. En comparación con las cifras de 2017 el robo de carros aumentó en 2018 casi un 2 por ciento —unos 60 carros más— mientras que el hurto de motos aumentó casi un 10 por ciento —unas 360 más—.
A propósito del robo de carros y motos en Bogotá, la Policía Metropolitana de la ciudad publicó las cifras de los hurtos y las preferencias de los ladrones en color, marca y horas para robar. Aquí las tienen.
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