Todo comenzó con la manteconcha: una concha servida en un capacillo, es decir, un pequeño recipiente de papel en el que se hornean y presentan las mantecadas, cupcakes y muffins. Pronto esta hibridación se volvió tan popular que todo el mundo quería probarla y por supuesto, tomar su respectiva foto para compartirla en redes sociales. Pero ese era sólo el principio: pronto llegó la mantemuerta (mantecada con pan de muerto), la conchamacos (concha con conchitas encima) y hasta la donogada (dona de chile en nogada).
Pero otros maestros del crossover, en A’sumecha, una pequeña panadería en la colonia San Rafael, ya habían comenzado con la experimentación bastante antes de que ese tren se descarrilara. Como un par de científicos locos, Sayana y Juan, prepararon en su laboratorio secreto las maneras más creativas y divertidas de comer conchas, inspirados en un invento previo existente en Veracruz. Fue así como nació la “bomba chilanga” (concha rellena de chilaquiles), el “bombazo” (concha rellena de frijoles con chorizo), la “bomburguesa“ (hamburguesa en pan de concha) y poco después la “conchurra” (fusión de concha con churro).
Pero la mejor parte viene en cuanto a lo que remite a la rosca de Reyes. Todos estos panes unidos forman un gran círculo, típico de ese pan que nos endulza todos nuestros eneros. “Es chistoso, porque el nombre original del pan era ‘Rosconcha de Reyes Muertos’, pero era un poco tétrico pensar en ello, además de que cuesta trabajo recordar todo completo. Por eso decidimos acortarlo a ‘rosconcha de pan de muerto’.”
Sobre la famosa rosconcha de pan de muerto hay un pequeño detalle que aunque no lo explican ni lo comunican, tiene una razón de ser: hay tres calaveritas de azúcar que simbolizan a los tres Reyes Magos: Melchor, Gaspar y Baltazar. Llegado el momento de cortarla, es cuando encuentras el secreto que guarda: en el interior hay una calaquita, que es el equivalente a cuando te toca el niño. Al afortunado que le sale, le toca poner la rosconcha de reyes, también a la venta en Asu’mecha.
Y por si todo lo anterior te pareciera poco, puedes pedirla rellena de Nutella, nata, o cualquier otro de los untables que se te ocurran: tu imaginación es el límite. En una de esas se te ocurre rellenarla de chilaquiles y KABOOM, inventas la Rosconcha de pan de muerto chilanga.
Pável Gaona https://ift.tt/2z9rCKS
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