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miércoles, 31 de octubre de 2018

“Seguramente los enterraron vivos": historias de terror de dos sepultureros de la CDMX

Artículo publicado por VICE México.

Desde que éramos niños conocimos historias de terror a través de nuestros familiares mayores. Nos contaban leyendas que han perdurado con el paso de los años y que se han transmitido a lo largo de varias generaciones. La Llorona, las brujas, los seres demoníacos y los espíritus que deambulan en los hogares, eran las más comunes. Crecimos y muchos de nosotros experimentamos un suceso paranormal o algo fuera de toda lógica.

Las películas de terror que vimos en nuestra infancia quizás aumentaron nuestros miedos en esa etapa o, por el contrario, nos enseñaron que todo tiene una explicación y que no hay nada que temer. Sin embargo, la cultura del miedo a lo desconocido sigue presente en nuestra sociedad y en las tradiciones de los mexicanos.



Hay muchas personas que conviven día a día con la muerte, esas que pasan su jornada laboral al lado de cadáveres. Son famosas las historias de los médicos que han visto a alguna mujer vestida de enfermera conocida como ‘La Planchada’ o de personas que deambulan en los pasillos de los hospitales y que desaparecen de un momento a otro.

Pero, ¿qué hay de las personas que trabajan en los panteones y caminan entre tumbas todo el tiempo, a veces completamente solos? ¿Qué han visto en sus guardias nocturnas? ¿Qué es lo más extraño que han presenciado? ¿Qué pasa al caer la noche cuando la oscuridad cubre el camposanto?

Hablamos con Alejandro y Eusebio, dos sepultureros que trabajan en el Panteón Civil de San Lorenzo Tezonco, ubicado en la alcaldía de Tláhuac, y esto fue lo que nos contaron.


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Rituales entre criptas

Pero no sólo los muertos asustan en este panteón, también los vivos. De los objetos más extraños que han encontrado los sepultureros en la tumbas, se encuentran muñecos de cera amarrados con listones —de manera popular estas figuras se asocian a los amarres amorosos que en ocasiones van acompañados de fotografías de parejas—, restos de cabello humano y frascos con un líquido que al romperse huele tan mal que pica la nariz y causa nauseas.

Los trabajadores del camposanto afirman que también han encontrado animales muertos, figuras de cera con alfileres e incluso cazuelas con sangre fresca que han sido abandonadas. “Pueden ser ritos satánicos, de brujos o de santeros. Nosotros los identificamos por su vestimenta desde que entran al panteón. Se persignan y hacen un breve ritual antes de entrar para pedirle permiso a las almas que yacen aquí”.

Sin embargo, unas de las cosas que más les asombra en los años que han trabajado en el lugar son los cuerpos que han sido encontrados boca abajo al abrir sus ataúdes. “Seguramente los enterraron vivos y en su afán de querer salir del entierro cambiaron su posición, pero el peso de la tierra y la falta de oxígeno los mató”.


Esas son algunas de las historias que nos contaron dos enterradores que trabajan con cráneos, huesos y cadáveres para sobrevivir, pero te dejamos un plus:

El monstruo emplumado

Los fantasmas y las actividades paranormales no son exclusivas del panteón. Alejandro cuenta que fuera de su lugar de trabajo es donde recibió uno de los mayores sustos de su vida.

Hace algunos años, un día por la noche, su nieta pequeña y los bebés de sus vecinos comenzaron a llorar de repente, como si estuvieran sincronizados o como si se hubieran puesto de acuerdo a pesar de estar separados por medio de muros.

Se asomó por la venta y vio un animal emplumado bastante grande, “no era una ave, parecía un monstruo que me retaba con su mirada. Salí, le dije bastantes groserías y cuando me dispuse a atacarlo emprendió el vuelo huyendo del lugar. Justo en ese momento los niños dejaron de llorar.

Los vecinos aseguraron que se trataba de una bruja que quería robarse a los niños, así que en varias casas tuvieron que poner tijeras abiertas en la puerta para alejarla y proteger a los menores.

Rogelio Velázquez https://ift.tt/2P1gjPu

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