Artículo publicado originalmente por VICE Estados Unidos.
Sí, el mundo parece una avalancha interminable de basura, pero dentro de todo el malestar todavía podemos encontrar pequeñas pepitas de alegría. Para mí, una de esas pequeñas pepitas apareció en la forma de un tipo de juguete sexual del que nunca antes había oído hablar: un simulador de sexo oral para mujeres con vulva. Estos juguetes afirman utilizar la succión en una variedad de formas para imitar las sensaciones que un clítoris sentiría durante el sexo oral.
He llamando a este tipo de juguetes "chupa clítoris", pero no sé si alguno de ellos realmente pueda chupar o no. No estoy totalmente segura de cómo funcionan, sus fabricantes usan muchos términos como "ondas sónicas", "tecnología de aire" y "pulsaciones". Parece que brindan la sensación de succionar sin realmente hacerlo, si es que eso tiene sentido...
Si bien estos no son los primeros juguetes que pretenden imitar el sexo oral, sí parecen ser los primeros en su tipo que realmente se toman en serio este tipo de cosas. Es sorprendentemente difícil desentrañar la historia oral de los imitadores del cunnilingus, pero su historia parece consistir principalmente en esos vibradores con forma de lengua de juguete, que ya tienen un tiempo en el mercado.
Nunca tuvieron el éxito que tienen estos nuevos juguetes de succión, que aparecieron por primera vez alrededor de 2015. Tal vez porque su tecnología no es buena, o tal vez porque parecen un objeto de broma, incluso si no lo son. Por ejemplo, tomemos esta cosa llamada Sliquid Sqweel. Si me mostraras esto y dijeras que se siente como el sexo oral, pensaría que quieres tomarme el pelo.
Especialmente para las mujeres solteras, la idea de que exista un dispositivo que pueda comerte para que no tengas que salir con otro idiota de Tinder que se asegure de decirte que eso no significa que están en un relación cuando se asome por entre tus piernas para respirar, suena como un maldito sueño hecho realidad. Con suerte, pensé, podría ser mejor que el sexo oral real y podría renunciar a los hombres para siempre.
Probé algunos de estos dispositivos, todos los cuales me fueron enviados de forma gratuita por sus fabricantes o distribuidores, para ver cuál podría replicar de manera más exacta un cunnilingus real. Estos son mis resultados.
El Girl’s Best Friend de Sweet Vibrations
Mi último intento. El InsideOut se destacó del resto debido a su función de inserción diseñada para la estimulación del punto G. Estaba muy emocionado de probarlo, imaginando que tal vez podría imitar el clásico movimiento de "lamer y luego meter dos".
Éste definitivamente era el que más se veía como algo enviado desde el futuro para destruir a la humanidad. Al mirarlo de cerca, vi una luz verde brillante que parecía que iba a escanear mi clítoris en busca de huellas dactilares. Pero, decidida a cumplir la misión e impulsada por la extraña sensación de que esto había sido inventado por la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), comencé a masturbarme con el dispositivo.
¡Y he aquí que Horny Goldilocks finalmente encontró el vibrador simulador de sexo oral que es perfecto para ella! Sin embargo, creo que la razón por la que éste funcionó tan bien para mí es porque la función de inserción fue extremadamente efectiva como una especie de manija que me permitió controlarlo mejor. Mantuvo la voluminosa parte que crea el vacío a una distancia pertinente del clítoris y así la sensación no fue tan intensa como con los otros juguetes. No experimenté ningún dolor, y al apretar mis músculos vaginales suficiente pude tener una experiencia de manos libres (todos los ejercicios de Kegel funcionaron). No creo que haya habido ninguna estimulación real del punto G. Más bien, pude posicionar mejor la parte de la succión gracias a la característica que se suponía que estimulaba las partes internas.
Si bien mi experiencia con estos juguetes no fue la mejor, cada uno de ellos logró que me viniera, así que supongo que no fue un total fiasco. Con la mayoría de ellos, experimenté por primera vez un orgasmo que odié, algo que antes jamás hubiera creído imposible. Si bien me agrada el esfuerzo puesto en estos artefactos, no creo que estos juguetes sean para mí. Sin embargo, al ver tantas críticas tan favorables, parte de mí se pregunta si tal vez el problema sea mi clítoris. No sé qué decir...
El problema que experimenté fue esencialmente una sobrecarga sensorial. Lo mejor de la lengua humana es que proporciona la cantidad correcta de presión y suavidad, y tiende a no enfocarse directamente en el clítoris, sino en espacios cercanos al clítoris que lo estimulan pero no tan intensamente. La tecnología de succión es un gran pensamiento, pero está muy lejos de lo que es mejor tratándose de imitar al cunnilingus, el cual generalmente involucra muy poca succión. Cuando ocurre algo de succión es justo el momento en el que por lo general grito: "No, vuelve a lo que estabas haciendo antes".
Para todos aquellos que aman el cunilingus, su labor aún no está hecha. Deben seguir haciéndolo como si fuera su última comida.
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