Artículo publicado originalmente por Broadly Estados Unidos.
El domingo por la noche, Lucien Greaves, portavoz y cofundador de The Satanic Temple (TST), tuiteó que la organización "tomaría acciones legales" contra Chilling Adventures of Sabrina de Netflix por "apropiarse del diseño de nuestro monumento protegido por los derechos de autor para promover su ficción sobre el pánico satánico". Sabrina es la versión de Netflix de un clásico de Archie Comics, la cual sigue la vida de una adolescente mitad bruja y mitad humana mientras trata de encontrar el equilibrio en su vida entre la opresión de su religión, el acoso escolar, Satanás, y los atletas de la preparatoria del mundo mortal a la que asiste, quienes, como Señor Oscuro, son unos acosadores misóginos.
En una declaración enviada por correo electrónico a Broadly, Greaves dijo que "una de las misiones centrales de The Satanic Temple ha sido luchar contra la caza de brujas y el pánico irracional de la gente", y agregó su opinión de que "hay signos de un resurgimiento del pánico satánico en la actualidad, y como satanistas tenemos que hacer todo lo posible por luchar contra las representaciones negligentes y dañinas". De acuerdo con Greaves, el TST presentará una demanda por los derechos de autor, independientemente de cómo se haya retratado a Satanás en Sabrina. En una declaración separada enviada a Broadly, el cofundador del TST, Malcolm Jarry, declaró que "si no podemos conseguir una resolución favorable, tomaremos medidas agresivas para proteger nuestros derechos de autor".
"Tenemos los derechos de autor y están en el archivó de la Biblioteca del Congreso", nos explicó Jarry. "Las estatuas y sus representaciones posteriores están protegidas. De hecho, el Servicio Postal de los EU tuvo que pagar una multa considerable por su uso no autorizado de la representación de una estatua, irónicamente, la representación de la Estatua de la Libertad".
El TST es una organización religiosa que se ha posicionado como defensora legal contra la colocación de estatuas religiosas en propiedad pública, así como en cuestiones relacionadas con la inviolabilidad corporal, como los derechos reproductivos de las mujeres. En 2012, Oklahoma instaló una estatua de casi dos metros de altura de los Diez Mandamientos afuera de Capitolio estatal. En respuesta, el TST anunció planes para "erigir un monumento que glorificaría al Señor Oscuro", y ponerlo justo al lado de la estatua. El TST creó entonces una estatua del Baphomet "sentado debajo de un pentagrama invertido y flanqueado por dos niños que lo miran con lealtad" y argumentó que si la iglesia cristiana tiene derecho a exhibir una estatua religiosa, los satanistas también tienen ese derecho. El TST ganó esa batalla cuando la Corte Suprema de Oklahoma dictaminó que el monumento de los Diez Mandamientos "violó la prohibición constitucional de Oklahoma de usar la propiedad pública para beneficiar a una religión en particular".
En Sabrina de Netlix, la figura del Baphomet también representa a Satanás, una entidad maligna contra la que lucha la bruja adolescentes a lo largo de la serie. En la Academy of Unseen Arts(Academia de Artes Ocultas), la escuela para brujas representada en la serie, hay una estatua prominente del Baphomet, la cual algunos medios de comunicación han señalado con anterioridad que se parece mucho a la estatua creada por el TST. Ambas estatuas representan al Baphomet sentado con dos niños mirándolo con adoración. (Es de notar que ninguna de las estatuas representa al Baphomet con pechos, aunque la imagen popular de la figura con cabeza de cabra se originó a partir de una ilustración de 1856 del ocultista Eliphas Lévi, en la que claramente la criatura tiene los pechos expuestos. Lévi describió su andrógino Baphomet en Transcendental Magic, el primer tratado publicado sobre la magia ritual, diciendo por escrito que "la humanidad está representada por los dos pechos y los brazos androginos de esta esfinge de las ciencias ocultas").
De acuerdo con Lisa Soper, la diseñadora de producción de Sabrina que habló con VICE sobre la estatua en una entrevista realizada antes de que Greaves tuiteara sobre tomar acciones legales, la estatua de la serie no se inspiró en la del TST. "Creo que es una especie de coincidencia...", dijo Sopher. "Tratándose del Baphomet, en realidad solo existen un par de estatuas de él, ellos tienen su estatua y nosotros tenemos la nuestra en la serie".
"Si ves las pinturas de Goya, las cartas del tarot o las iteraciones que Alistair Crawley ha hecho de él, porque hay cientos y cientos de iteraciones de él, siempre lo verás con su gente alrededor, es más como una especie de figura paterna. Así que representar a sus hijos a su lado, ese tipo de cosas, ese tipo de elementos son todos iguales", dijo Soper. "Pero no es diferente, en mi opinión, de toda la enorme cantidad de iteraciones que han existido de él".
Aunque el Baphomet es una figura cultural que ha sido representada durante más de un siglo, Jarry le dijo a Broadly que la representación del TST es "muy distinta y tiene numerosas características sobresalientes que no existen en ninguna representación previa". Y agregó, "Nuestra representación del Baphomet es completamente original. No puedo comparar nuestra representación con todas las representaciones anteriores".
"Nuestros abogados enviaron una carta al programa informándole que violaron nuestros derechos de autor al usar nuestra imagen central como el ícono de algún culto caníbal malvado", dijo Greaves. "Obviamente, la naturaleza de la violación de los derechos de autor podría considerarse difamatoria". Dijo también que el TST nunca fue contactado por nadie involucrado con la serie de Netflix en relación con la estatua. "Nuestra respuesta, dada la manera en que la imagen es representada en la serie, habría sido 'no'".
Broadly trató de contactar a Soper y Netflix con respecto a los reclamos del TST; pero aún no han respondido. Actualizaremos el artículo en cuanto obtengamos respuesta.
Kara Weisenstein de VICE contribuyó con este reportaje.
Diana Tourjée https://ift.tt/eA8V8J
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