Artículo publicado originalmente por VICE Estados Unidos.
Para alguien que dice ser el mejor en casi todo, Donald Trump parece tener muchos problemas para realizar todo tipo de tareas extremadamente básicas, desde usar el altavoz hasta subir cosas a una camioneta. El sábado, una vez más, demostró su desconcertante falta de familiaridad con los objetos cotidianos cuando se enfrentó a un paraguas:
Según Vanity Fair, acababa de terminar de hacer unos breves comentarios a la prensa sobre el tiroteo masivo en la sinagoga Árbol de la Vida de Pittsburgh, en los que insistió en que debería haber tenido mejor "protección". Luego, con paraguas en mano, subió las escaleras de la entrada al Air Force One.
Se detuvo por un segundo en la parte superior, como tratando de ver qué hacer con el objeto desconcertante y difícil de manejar que sostenía, antes de dejarlo en la plataforma, completamente abierto, y abordar el avión.
Hay que tener en cuenta que no es como si Trump no supiera cómo cerrar un paraguas, porque ni siquiera trató de cerrarlo. Tal vez no sabía que los paraguas se pueden cerrar, pero lo más probable es que no le haya importado una mierda y prefirió que un ayudante le hiciera la tarea mundana.
Para ser justos, al parecer tenía en mente cosas más importantes que el destino de un estúpido paraguas, como lo que planeaba decir en el mitin de campaña ese mismo día en Illinois, que se realizó a pesar de que la nación había sido sacudida por un tiroteo masivo apenas unas horas antes. A fin de cuentas, fue una de sus entradas más dignas de Air Force One.
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