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miércoles, 23 de enero de 2019

La razón por la que nos cortamos el cabello cuando terminamos una relación

Artículo publicado por VICE Colombia.


El amor nos hace cometer locuras. Nos pone en un estado de éxtasis y plenitud. Nos hace tararear canciones felices y ver películas románticas. Y cuando se acaba, sentimos que somos jalados de vuelta a la tierra y arrastrados por el suelo en una espiral de desolación y tristeza. Y muchos, en el desamor y el despecho cometen incluso más insensateces que intentan compensar la pérdida de la persona amada.

Hay quienes buscan una pareja de despecho o ingieren grandes cantidades de helado o se dedican a la rumba y el alcohol o realizan cambios físicos extremos. Para muchos —en especial para las mujeres— la epítome de una tusa no se completa hasta que se cortan el cabello. Hablé con Angélica Pulido, psicóloga de la Universidad Católica de Colombia, para comprender las razones por las que creemos que cortarnos el cabello puede ayudarnos a superar una tusa.

“Cuando ocurren situaciones traumáticas, se generan unos cambios emocionales que van de la mano con cambios físicos, y eso quiere casi siempre habla del control o la inteligencia emocional que tenemos o que quisiéramos tener”, me dijo Pulido. Y es que aunque muchas cosas de las relaciones amorosas están fuera de nuestro control, especialmente la forma en que terminan, mientras que nuestro aspecto físico y nuestro cabello, siempre pueden ser cambiados a nuestra disposición.

Además, se dice que ir a cortarse el cabello después de una ruptura amorosa significa dejar el pasado atrás, y que al dejar caer los trozos de pelo también caen los desamores y los viejos sentimientos. Un mito colectivo que parece obvio, ya que varios psicólogos han mencionado que transformar nuestro look es una de las maneras más sencillas de modificar nuestro entorno, teniendo en cuenta que es nuestro aspecto el que es un primer mordisco para que el mundo pruebe lo que somos.

“Un cambio de apariencia”, agrega Pulido, “cambia por completo la forma en que los demás nos ven, porque somos personas sociales y todo el tiempo estamos recibiendo retroalimentaciones respecto a cómo nos vemos”. Y es que los cortes dramáticos muchas veces son indicio de que queremos que ocurran cambios dramáticos en nuestras vidas. En algún momento de los 90, Lenny Kravitz cortó sus dreadlocks después de terminar su relación con Vanessa Paradis, y dijo una frase muy resonada dentro de la cultura popular del momento: “Necesitaba cambiar mi energía, entonces corté mi cabello. Ahora, estoy creciendo energías nuevas”. Después de él fueron Miley Cyrus y Katy Perry, escenas famosas de series como Felicity y películas como El diario de la princesa. Expresiones culturales, en su mayoría femeninas, que han difundido por años la creencia de que una mujer con corte nuevo es una mujer nueva.

En películas o no, los grandes montajes de cambios extremos suelen servir como secuencias de transición. Cuando las cosas van mal, una transformación en la apariencia llega de repente para cambiarlo todo. Y por superficial que pueda parecer, el #BreakupHaircut, como se conoce en redes, es una expresión clara del poder de las relaciones amorosas. La autora del libro Beauty Sick: How the Cultural Obsession with Appearance Hurts Girls and Women, Renee Engeln, le dijo a nuestros colegas de i-D que cambiar el cabello marca un evento de vida importante y es una señal lo que está pasando en los ámbitos personales.

Según Englen, también puede ser un pequeño acto de rebelión, una forma de desafiar los roles tradicionales de género y las normas femeninas de la apariencia. Esto, porque se ha comprobado que nuestro cabello y el estilo en que lo llevamos son importantes para nuestra felicidad y confianza, y que incluso, nuestra relación con nuestros peluqueros en ocasiones puede convertirse en una de las más especiales de nuestras vidas. Ese, obviamente, no siempre es el caso, pero sí es cierto que nuestro cabello, como parte esencial de nuestra apariencia, afecta la manera en que nos sentimos.

“También pasa que tiene que ver con la inteligencia emocional, puede que a unas personas les ayude un cambio de look para cerrar relaciones, pero eso depende de muchos factores. Depende de la intensidad de la relación, de la forma en que ocurrieron los hechos, y de la cultura y las imágenes que recibimos de los medios y de parte de otras personas”, agrega Pulido. Esto, porque nuestro estado psicológico y nuestro cabello están conectados y porque la apariencia física es sin duda la mejor expresión de nuestra salud emocional. Y porque para muchas personas un buen día para su cabello es un buen día para ellos mismos. Muchos hemos sentido que cuando nuestro cabello no colabora, seguramente eso nos atormentará en todos lados ya que es una característica evidente de quiénes somos.

La socióloga y profesora de estudios de género Rose Weitz publicó en 2001 uno de los pocos estudios que se tienen respecto al tema, llamado Women and Their Hair: Seeking Power through Resistance and Accommodation. En él, entrevistó a 44 mujeres y encontró que todas creían que su cabello no solo es una expresión de la belleza femenina tradicional, sino que impacta la forma en que los demás las miran. Algunas dijeron que cortar su cabello servía para contemplar de manera diferente los ciclos de sus relaciones amorosas, otras dijeron que hacerlo les permitía ganar de nuevo la atención de amantes lejanos, o que teñirlo les abría relaciones sociales que no habían experimentado antes.

El estudio, también afirma que el cabello de una mujer siempre es símbolo de algo y que cortarlo tras una ruptura amorosa es una expresión de las dinámicas de poder en las relaciones, dado que los cuerpos de las mujeres en ocasiones son un lienzo de las luchas contra los hombres. Así, según la socióloga, “cuando una mujer termina una relación y quiere cortarse el cabello, no solo es una forma de querer algo nuevo, sino de expresar su poder y libertad individual”, dice en el estudio.

Sin embargo, según la doctora Pulido, estas acciones no suelen ser más que mitos urbanos, similar al de que cortar el cabello en luna llena hace que crezca más fuerte, dado que son maneras diferentes de interpretar sucesos “traumáticos”. “Los cambios de apariencia casi nunca van de la mano con los sucesos traumáticos como el fin de una relación, es más un tema cultural y de la sociedad en que vivimos, pero tampoco es algo que se pueda descartar porque depende de las personas y en ocasiones funciona”, dijo.

Sea como sea, quizás lo más recomendable es hacer cualquier cosa que creamos que pueda ayudarnos a hacer más llevadera una fase de duelo. Al fin y al cabo, así sintamos arrepentimiento posterior por un cambio de look, casi siempre es reversible, y si se trata del cabello, seguramente volverá a crecer. Lo que sí es cierto es que el cambio transformará la forma en que nos sentimos, y, como dice la ya muy citada frase de Coco Chanel, “una mujer que se corta el pelo está a punto de cambiar su vida” (ojo: aplica para los hombres también).

Paola Llinás https://ift.tt/eA8V8J

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