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domingo, 30 de diciembre de 2018

VICE 2018: Nuestros reportajes​ favoritos del año

Este año recorrimos la ruta más peligrosa de transporte público en México; conocimos una junta criminal de Medellín, y visitamos Nicaragua para comprender de cerca el conflicto que se suscitó este año.

Staff de VICE https://ift.tt/eA8V8J

Astrónomos encontraron el objeto más distante conocido en el Sistema Solar

Artículo publicado originalmente por Motherboard: Estados Unidos.

Los científicos han descubierto el objeto más distante jamás observado en el sistema solar, anunció recientemente la Unión Astronómica Internacional.

Este planeta menor está ubicado aproximadamente 120 veces más lejos del Sol que la Tierra, y mide aproximadamente 500 kilómetros de diámetro. Se llama oficialmente 2018 VG18, pero se le conoce como "Farout", (muy lejos). Es de color rosado, lo que sugiere una corteza exterior de hielo.

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Imagen de 2018 VG18 del Telescopio Subaru tomada el 10 de noviembre de 2018. Imagen: Scott S. Sheppard y David Tholen

"Todo lo que sabemos actualmente sobre 2018 VG18 es su gran distancia del Sol, su diámetro aproximado y su color", dijo en un comunicado el astrónomo de la Universidad de Hawaii David Tholen, quien ayudó a encontrar el objeto. "Debido a que 2018 VG18 es muy distante, orbita muy lentamente, probablemente demora más de 1,000 años en hacer un viaje alrededor del Sol".

Tholen es parte de un equipo que se especializa en detectar estos objetos distantes del sistema solar, que incluye a Scott Sheppard de la Carnegie Institution for Science y Chad Trujillo de la Northern Arizona University.

Los investigadores capturaron imágenes de Farout por primera vez el 10 de noviembre con el telescopio japonés Subaru en la cima de Mauna Kea en Hawai, y realizaron observaciones más cercanas en diciembre, utilizando el telescopio Magallanes en el observatorio Las Campanas de Chile.

El mismo trío de científicos anunció recientemente el descubrimiento de otro objeto distante, apodado "Goblin", que orbita aproximadamente dos veces más lejos del Sol que Plutón. Farout, en comparación, orbita a tres veces la distancia orbital de Plutón.

El equipo está descubriendo estos objetos lejanos como parte de la búsqueda de un hipotético mundo del tamaño de Neptuno llamado Planeta Nueve, que se conoce solo por su aparente tirón gravitacional en los objetos del sistema solar exterior.

Becky Ferreira http://bit.ly/2AnWVD7

sábado, 29 de diciembre de 2018

Gente nos cuenta su primera experiencia sexual después de la transición de género

Artículo publicado originalmente por VICE Australia.

Hay muchos objetivos y metas que separan la adolescencia de la adultez, pero pocos tienen la misma solemnidad que el sexo. Perder la virginidad se siente importante porque afirma cómo uno se siente respecto a otras personas, pero también, y esencialmente, cómo se siente respecto a uno mismo. Y para las personas que están haciendo la transición de género, un primer encuentro sexual después de la operación puede tratar incluso aún más sobre el auto-descubrimiento, con implicaciones que pueden ser transformadoras.

Aquí, tres personas describen en sus propias palabras su primera experiencia íntima después de la cirugía de reasignación de sexo. Todo ha sido editado levemente por brevedad y claridad, y una advertencia, una de las historias siguientes contiene referencias de agresión sexual.

Anne-Marie* tiene 56 años

Yo me declaré transgénero hace cinco años. Mi esposa y yo nos divorciamos poco después. Ella se sentía traicionada y yo no podía discutir contra eso, porque había estado ocultándole una parte de mí a ella, pero también a mí misma.

Yo tuve cirugía de reasignación de sexo (CRS) hace dos años. Después de que salí del clóset, las cosas empezaron a tener sentido y a encajar. Rápidamente. Sabía que la CRS sería la única forma en que podría vivir verdaderamente como yo misma y sentía que ya había gastado suficiente tiempo de mi vida viviendo como alguien más. Encontré alivio en el inevitable dolor físico del post-operatorio. Esta mentira gigante que había estado cargando a todos lados a lo largo de mi vida entera había desaparecido. No tuve sexo por un año después de la cirugía por miedo a lo desconocido y también por culpa, todavía amaba a mi esposa y el sexo con alguien más se sentía como una traición.

La primera vez que tuve sexo después de la operación fue sexo ocasional de una sola noche. ¡Nunca había experimentado eso! Estaba tomando un martini en un bar, yo sola, y empecé a hablar con el barman. Él era encantador, atractivo y definitivamente mucho más joven que yo. Fuimos a su casa y tuvimos mucho sexo. No puedo recordar haber tenido todo ese sexo en mi vida casada. No era que no lo hubiera disfrutado. Solo que siempre sentí que algo no estaba bien dentro de mí, como en lo profundo de mi cuerpo y en la manera en que funcionaba.

Siempre me sentía muy auto-consciente durante el sexo. Pero esa noche, no sentí para nada eso. Me sentía confiada y fuerte y sentía que estaba en el lugar correcto. Me escuché a mí misma pidiendo cosas en las que nunca había pensado o que no había querido antes, verdaderamente disfrutando mi posición en la experiencia sexual porque era simple y sencilla; yo era la mujer. Esa única verdad, me excitó más de lo que sabía que era posible y eso era un sentimiento realmente afirmante. La vida desde esa noche ha sido cada vez más satisfactoria. He salido con personas sin límites, sin dudas, y sin etiquetas. Al entender mis deseos sexuales, me entiendo mejor a mí misma como mujer.

No creo que estaría aquí hoy si no fuera por la sólida comunidad LGBTQ que está presente en la sociedad actual y en los medios. La visibilidad es muy importante, y debemos ser el cambio que queremos ver en el mundo.

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Isabel* tiene 32 años

Sabía que la cirugía era lo que quería desde una edad temprana, y estaba emocionada de empezar la etapa post-operatoria. Nunca antes había disfrutado el sexo porque no me gustaba ser tratado como un chico, lo que es inevitable si uno está desnudo y tiene un pene. Yo era un chico lindo y era popular entre las chicas, lo que frecuentemente me llevó a experiencias sexuales que me dejaron con inmensa culpa. Siempre supe que sin un pene esta culpa no existiría.

Mi primera cita después de la cirugía fue con esta chica hermosa. Se veía como una chica salida de mis sueños; rubia con pelo corto, ojos azules penetrantes, y delineador más grueso que el de Amy Winehouse. Nos sentamos en un bar pintoresco y bebimos demasiado vino. Le conté de mi vida sexual culpable de cuando era un chico adolescente y de mi cirugía y ella me contó de sus luchas con la sexualidad y con ser etiquetada. Se sintió como un intercambio honesto entre dos personas que estaban reconciliándose con su identidad. Así que la invité a mi casa, sin estar segura de qué esperar.

Después de que nos serví más vino, empezamos a tocarnos sin ninguna advertencia. Ella era muy agresiva conmigo, desgarrando mi ropa, empujándome a superficies incómodas y frotando mi clítoris demasiado fuerte. Yo estaba muy impactada con su repentino cambio de conducta que dejé que siguiera por unos pocos minutos antes de preguntarle qué carajos estaba haciendo. Ella se disculpó y dijo que no sabía lo que me gustaba y me alentó a continuar explorando con ella. Dijo que iría más lento. Yo estaba tan hambrienta por la experiencia que ignoré los signos de alerta que mi cuerpo me estaba dando.

Bebimos un poco más de vino y comenzamos a tocarnos gentilmente por un rato, lo que estuvo bien. Fue muy agradable ser tocada por alguien en los lugares que uno se ha imaginado por tanto tiempo. Luego me hizo sexo oral, pero no fue considerado ni gentil, fue brusco y excesivo, como si simplemente estuviera intentando ponerme húmeda solo por hacerlo. Sacó un consolador con arnés de su bolso y antes de que tuviera tiempo de comprender lo que iba a pasar, me estaba cogiendo fuerte y cruelmente. Me sentí realmente vacía. No me resistí, porque en ese momento, creí que era mi culpa—que había cometido un error con mi propia identidad. Me acosté ahí preguntándome si realmente era una mujer o no ¿Viví todo este dolor para nada? ¿Realmente se siente así?

No sabía si no se sentía bien solo porque no me gustaba, o si no se sentía bien porque mi cuerpo era diferente ahora. Sentía que ya no podía confiar más en mis instintos. Comencé a llorar. Ella vio mis lágrimas y se detuvo, sacó su consolador con arnés de dentro de mí y dijo: "Creí que eso era lo que querías". Luego se volvió a vestir y se fue, sin nada parecido a un abrazo o a una despedida. Es una experiencia que nunca olvidaré. En los meses que siguieron, no me sentí confiada para tener sexo con nadie.

Ahora tengo pareja y tenemos una vida sexual saludable. Estoy feliz, me siento como yo misma por completo y ya casi nunca pienso en esa noche. Ahora sé que la forma en que me sentí era válida y no era inusual para alguien que ha pasado por tantos cambios en una edad tan temprana. Creo que es realmente importante ser cuidadoso con lo que uno deja entrar en su mundo y recordar que la manera en que las personas se comportan con uno no siempre es un reflejo de la persona que uno es.


Mira: Dentro del concurso de belleza colombiano para mujeres indígenas trans.


Kaitlyn tiene 25 años

Conocí a Grace en Tinder y habíamos estado saliendo por un mes más o menos antes de tener sexo. Nuestra primera experiencia sexual juntos fue mi primera vez después de la operación y mi primera vez en la vida. Nunca antes había tenido sexo. Nunca antes había sido besada. En el momento, Grace se identificaba como hombre. Para nosotros fue realmente saludable, tuvimos que averiguar lo que nos gustaba a ambos desde el comienzo. Por años, yo había tenido sentimientos conflictivos con mi género, pero solo comencé a tomar hormonas dos años antes de la cirugía, cuando tenía 20.

Después de empezar con las hormonas, adquirí más interés en general sobre las relaciones. Comencé a verme en el espejo, y a reconocer mi reflejo, me gustaba lo que veía y quería que el progreso se desenvolviera de forma natural. Nunca antes me había sentido realmente atraída hacia nadie, ni era curiosa sobre lo que me atraía. Nunca busqué experiencias sexuales porque no quería tomarme la molestia, a menos de que verdaderamente se sintiera como yo. Mi relación con mis genitales estaba desconectada. Mi pene estaba ahí, pero no era útil ni deseable. Me sentía ambivalente hacia él. Pero una vez tuve la cirugía, estaba en terrenos completamente nuevos respecto al sexo. Estaba emocionada de intentarlo, porque según todo lo que había escuchado, era genial. Me gusta lanzarme a lo desconocido porque creo que impide que uno piense demasiado las cosas, preocupándose de lo que podría salir mal, o imaginando escenarios que podrían terminar decepcionándolo a uno en la vida real. Así que Grace y yo simplemente nos lanzamos.

En general no soy una persona particularmente sexual, pero realmente lo disfruté. Se sintió muy normal de una forma inusual y nueva. Para mí, ser capaz de tener sexo penetrativo es increíblemente afirmante, porque permite una experiencia sexual que está en concordancia con las normas de mi género en lugar de estar fuera de ellas. Estar dentro de las normas de género, para la primera vez que tuve sexo, fue una novedad muy placentera. Tener una vagina me dio el poder de no pretender nunca nada más. Una vez uno tiene ese sentimiento, es extremadamente liberador. El sexo post-operatorio puede ser aterrador, pero no tan aterrador como uno cree que es. Es un gran alivio. Grace me preguntó una vez "Cuando tenga la cirugía de reasignación de sexo, ¿me voy a sentir todavía como yo mismo?" y creo que es una pregunta que muchas personas trans tienen antes de la cirugía. Puedo decirles, que cuando una enfermera está limpiando el clítoris de uno con un hisopo lleno de alcohol, ocho días después de la cirugía, se siente como uno mismo. Se siente adolorido, pero es realmente uno.

Entrevistas por Laura Roscioli

*Estas personas pidieron seudónimos.

Laura Roscioli http://bit.ly/2EWeVIz

Este árbol produce arte psicodélico mediante el uso de sensores para controlar su propia salud

Artículo publicado originalmente por Motherboard Estados Unidos.

Los árboles son los guardianes del registro de la naturaleza. Documentan sus vidas a través de anillos de crecimiento anual escondidos detrás de su corteza, y para aquellos que saben cómo leer este guión arbóreo, los anillos cuentan una historia detallada. Revelan infestaciones de insectos y enfermedades, incendios forestales y sequías, y condiciones generales del clima a lo largo de la vida del árbol.

Si quedan árboles en el futuro, sus anillos mostrarán cómo nuestra especie luchó para limitar nuestras emisiones de carbono y envenenó la Tierra. Debido a las escalas de tiempo involucradas en el cambio climático, sus efectos son difíciles de ver para los humanos en el día a día, pero será lo suficientemente claro en el registro anual de los árboles.

Pero, ¿qué pasaría si hubiera una manera de utilizar la capacidad de monitoreo natural del clima de los árboles para transmitir la urgencia del cambio climático a la gente común? Esta es la idea motivadora de Voice of Nature, una instalación creada por el artista ambientalista holandés Thijs Biersteker.

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Sensor atado a árbol. Imagen: Thijs Biersteker

Si bien Biersteker no minimizó la importancia de la investigación ambiental que se está realizando en este momento, dijo que su proyecto consiste no tanto en producir nuevos conocimientos científicos sino en averiguar cómo comunicar los datos climáticos de una manera que tenga sentido para los que no son investigadores.

Como ejemplo de cómo se ve esto en la práctica, Biersteker recordó cómo durante la instalación de la obra de arte, hubo un período prolongado sin lluvia.

"Preguntamos si alguien podía regar el árbol, pero todos estaban ocupados", dijo Biersteker. “Una vez que conectamos nuestro sensor de nivel de humedad al árbol y mostramos los datos que indicaban que el árbol tenía sed, alguien apareció con una manguera de agua en menos de 15 minutos. Creo que fue una buena demostración de cómo confiamos en los datos más que en nuestros ojos hoy en día".

Daniel Oberhaus http://bit.ly/2QYcb3Q

viernes, 28 de diciembre de 2018

10 increíbles casas japonesas

Artículo publicado originalmente por Amuse Estados Unidos.

"En un país donde el diseño arquitectónico se ha vuelto gratis para todos, donde todo vale, el creciente número de casas diseñadas por arquitectos se ha convertido en sinónimo de lo no convencional en Japón" escribe Naomi Pollock, autora de Jutaku: Casas Japonesas – un nuevo caso de estudio de 411 de las casas modernistas más increíbles de Japón.

La lógica y organización occidental para los planos de piso son arrojados por la ventana proverbial para propiciar estructuras de concreto brutalistas, laberintos verticales serpenteantes y fachadas de acero. Y aunque la mayoría de la población de la nación vive en Tokio, Osaka y otras pocas ciudades en la isla principal de Honshu, las tierras para los apartamentos se han convertido en un producto preciado ¿Qué tal sería vivir junto a un cementerio sobre una línea de tren? Bueno, como es lógico, es mucho más barato, dejándole a uno mucho dinero libre para contratar a un arquitecto y construir esa casa soñada.

En áreas densamente pobladas, las casas angostas eficientes con el espacio son la clave, pero lo que les falta en anchura lo compensan en altura. Los edificios se estiran al cielo como un corredor vertical; las escaleras conectan habitaciones llevando a lo que es muy usualmente el único espacio al aire libre de la casa: una terraza en el techo. En Japón, el metraje cuadrado de la casa de uno no significa nada, todo se trata de quién la construyó. Desde Tokio hasta Fukuoka, hemos seleccionado nuestras 10 casas favoritas.

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Casa Juul, NKS Architects, Yukuhashi, Fukuoka Prefecture

‘Jutaku: Casa Japonesa’, por Naomi Pollock es publicado por Phaidon.

Samira Larouci http://bit.ly/2ETZrDZ

Menos linchamiento social, más justicia

Artículo publicado por VICE Colombia.



*Esta es una columna de ficción inspirada en recientes denuncias de violencia de género en Colombia.

Trescientas treinta mujeres llegaron pausadas a la sede de la Fiscalía. No se conocían, e intentaron no mirarse mucho a los ojos. Como una cadena, cada una que salía, los ojos hinchados y rojos, reconocía en la siguiente la marca del terror. El edificio estaba silencioso como nunca antes, al punto en que podía oírse en craquear agudo y metálico de la enorme pieza del rompecabezas escurriéndose por la fachada. Querría esconderse. En las salas, funcionarios cansados hacían preguntas morbosas, por el bien de la investigación, y construían, para cada mujer, una historia de vida que justificara la agresión. En algunas otras, intentaban construir el perfil del Agresor a partir del placer de las víctimas:

—¿Cómo era El Agresor cuando hablaban por WhatsApp?
—Amable.
—Y, ¿eso le gustaba?
—Claro, ¿a quién no le gustaría?
—¿El Agresor parecía enamorado?
—El Agresor tiene nombre y todos aquí lo conocemos.
—Señorita López, por favor, responda la pregunta.
—No sé si estaba enamorado.
—Pero, ¿lo parecía?

Por toda la ciudad, un colectivo de activistas de movilidad se rasgaba las vestiduras en el grupo de WhatsApp. Las primeras en salir fueron las mujeres. Los hombres que restaron se dividieron en dos: los que defendían que todo el mundo es inocente hasta que se compruebe lo contrario, y los que querían separar al hombre de su obra. La conversación se dió más o menos así:

—Femimovilidad: Como grupo no podemos tolerar este tipo de casos, debemos manifestarnos y apoyar a las víctimas. No pasarán.

—Capitanes de la Justicia: No sabemos si sí lo hizo, lo están acusando injustamente. Debemos esperar los resultados de la investigación.

—Los Tibios: Debemos manifestar públicamente nuestro repudio a este tipo de acciones, pero no perdamos de vista lo que ha hecho El Agresor en términos de movilidad y acceso en la ciudad. Es un visionario (que se equivocó).

En su casa, El Agresor practicaba opciones conocidas de defensa. Me calumnian, pensaba, los videos no son míos, vea que yo no aparezco. Me están incriminando, gritaba para sí mismo frente al espejo. Intentó llorar, pero le dio risa. Declamó para sí mismo un discurso en el que elevaba sus trabajos comunitarios, su histórico activista, cívico; aprovechó para contar que había crecido en una casa llena de mujeres y dejó colarse hasta un “mi abuelita” sentido. Pensó que, en último caso, declararía que había amado a algunas de esas mujeres. O tal vez que algunas de ellas habían manifestado sentir placer con un juego de rol. Se fue a dormir tranquilo, sabiendo que la justicia estaba de su lado.

Juliana Ángel https://ift.tt/eA8V8J

Nuestro presidente parece una inocentada: seis momentos estelares de Iván Duque

Artículo publicado por VICE Colombia.


A nadie le queda duda de que al presidente colombiano Iván Duque le quedó grande el cargo. Y pienso, además, que ni siquiera aquellos que votaron por él creen que él esté haciendo algo bien. Es más: ni los que dicen que está haciendo las cosas bien creen realmente que él está haciendo las cosas bien. Él no ayuda. En nada.

Y lo más triste es que esto era apenas lo esperable: Iván Duque fue un capricho de Álvaro Uribe Vélez, un venido a más que en Colombia nadie conocía, un hombre que en su campaña hacía cabecitas con un balón de fútbol, adivinaba canciones de rock con el hijo de Carlos Antonio Vélez, tocaba guitarra, les daba piruetas de salsa a las presentadoras de farándula y le huía a los debates —¡de segunda vuelta, por Dios!— con el contrincante Gustavo Petro. ¿Nosotros creíamos que su Presidencia iba a ser todo experiencia, todo gobernabilidad, todo tranquilidad?

No, no nos equivoquemos más, amigos. Somos el hazmerreír. Pero, pues, al menos somos eso. Risas. Así que riámonos, como los payasos tristes que somos. Aquí van todos esos momentos en que Iván Duque parece un chiste, todas aquellas veces que pareciera un chiste que el Gobierno real nos está echando, mientras espera a que nos sintamos lo suficientemente incómodos para decirnos que todo fue una broma pesada.

La vez con el rey de España

Con cara de cordero degollado, después de decirle al rey de España, ante las cámaras, "le mandó muchas saludes su gran amigo el presidente Uribe", sin saber qué hacer (vean la cara de desconcierto del presidente nuestro cuando el rey casi que ni se inmuta ante sus mandados), sin saber, pues, Iván Duque hizo el oso a pocos días de iniciar su mandato. Irrelevante, dirán algunos. Nimiedades, dirán otros. Pues, no: un presidente debe mostrar carácter, ser menos torpe socialmente, proyectar una imagen segura. Ser básicamente otra cosa.

La vez que recibió a Maluma en la Casa de Nariño, pero no a los estudiantes

No hay mucho más que decir, ¿no? Acá nuestro presidente recibiendo en Casa de Nariño a un artista millonario, y hablando acerca de la "economía naranja", tiempo antes de pensar clavarle IVA a los independientes. Ah, y, pues, diciendo que no iba a recibir a los estudiantes hasta que levantaran el paro.

La vez que cantó "Caminante no hay camino", de Serrat, en un almuerzo presidencial

Eh, sí. Voy a transcribir literalmente lo que dijo Camila Zuluaga en Noticias Caracol. "Hoy fue tendencia el presidente Duque por cantar a viva voz, con su homólogo de Ecuador, Lenin Moreno, su canción favorita de música de protesta 'Caminante no hay camino', del maestro Serrat. Vean ustedes". Nunca mejor dicho para el gobierno de Duque: caminante no hay camino.

La vez que dijo "A Guacho se le acabó la guachafita", luego de la muerte de alias Guacho

Jajajajaja, cómo va a decir eso ese man.

La vez que se la dejó montar de Eva por parecerse a un marrano

Destapan una lechona y Eva atina a decir: "mira, mira qué cara tan linda". Iván Duque, que me recuerda a esos chachos de colegio masculino que canta, baila y recita, y no se la deja montar de nadie, le dice a Eva que le dé un beso a la lechona, a lo que Eva, más astuta —que el presidente— le responde: "me da susto que (...) crea que te estoy dando un besito a ti".

La vez que hizo cabecitas en el Bernabeu

"¿Cuántas cabecitas se hace Butragueño?". "Yo la cabeza la utilizaba para pensar".

Yo creo que Iván Duque llega a la casa a llorar.

Feliz año a todos los colombianos. Vean todos ustedes, no nos volvimos Venezuela. Nos gobierna un presidente que mandó a poner un expresidente, del que se burla todo el mundo y que sus mejores gracias son cantar y hacer cabecitas... Momento.

Jaime Cancino https://ift.tt/eA8V8J

Las mejores películas LGBTQ de 2018

Artículo publicado originalmente por VICE Reino Unido.

La cinematografía LGBTQ ha tenido muchos años excelentes en el pasado, la diferencia ahora es que uno no tiene que buscar tanto para encontrar historias de vida queer. En años recientes hemos visto historias exitosas y extravagantes en películas como Moonlight (que merecía todos sus elogios) y Call Me By Your Name (que, en mi opinión, no los merecía), pero las últimas seis décadas han estado consistentemente cargadas de gemas visuales queer, desde los experimentos de los 60 hasta las películas pioneras de los 90 y más allá.

El streaming ha ayudado. Este año, Netflix recogió el encantador romance lésbico Duck Butter y el drama de escuela secundaria hecho para una resaca, Alex Strangelove, mientras que Love, Simon se estrenó en una enorme cantidad de 2.400 salas de cine en Estados Unidos. Y si sirve de algo, la anodina Bohemian Rhapsody es ahora la película LGBTQ con mayor recaudación de todos los tiempos. Películas que presentan narrativas más complejas de queerness y de identidad, como The Wound y Tranny Fag, no han tenido el mismo espacio para brillar, pero están lejos de ser inaccesibles.

De forma refrescante, las mejores películas LGBTQ de 2018 no representan narrativas de salidas del clóset dolorosas, sino que, principalmente, presentan personajes viviendo vidas queer completamente de carne y hueso. Y —sin spoilers— pero algunas de estas películas incluso tienen finales felices. Sigue leyendo para obtener un resumen de las mejores películas LGBTQ estrenadas en los cines del Reino Unido este año. Las menciones de honor van para Disobedience; Mario; Alex Strangelove; Studio 54; The Gospel According to André; y The Happy Prince.

10. Love, Simon

Gracias a "thank u, next" y a To All the Boys I’ve Loved Before de Netflix, las películas de secundaria están teniendo su mejor año desde que Julia Stiles se subió a la mesa a bailar la canción de Biggie en 10 Things I Hate about You. Love, Simon es un cálido y difuso homenaje al lado más brillante del género, con la ausencia de acné y los estudiantes de secundaria que conducen carros que cuestan más que mi salario anual. El núcleo misterioso y dulcemente cautivante de Love, Simon gira alrededor de averiguar cuál chico fornido y famoso en Instagram ha estado enviando notas de amor al protagonista en el clóset. Apesta que la falta de comodidad con su queerness del amante de los hoodies Simon se extienda hasta tener pesadillas sobre volverse una reina de los musicales ("Quizás no tan gay", nos asegura después de tener uno de esos sueños), pero Love, Simon es una película divertida y agradable, incluso si no es perfecta.

9. McQueen

La vida de Alexander McQueen fue una película, y el fantástico documental McQueen lo comprueba, al tiempo que muestras sus creaciones majestuosas a través de un lente queer fresco. El suyo fue "el idioma del fetiche: látex y cuero", como lo denomina un ex-novio. Los documentales de moda pueden en ocasiones sentirse como publicidades sosas de sus sujetos, pero McQueen no trata a su protagonista con pinzas. Muestra los traumas del diseñador en primer plano, desde su incómoda declaración saliendo del clóset a su padre conductor de taxi, hasta sus adicciones y su lucha con la depresión. Pero los mejores momentos son material de archivo del joven McQueen bailando, riendo, y coqueteando con la alta costura como si fuera un indisciplinado: un niño queer irradiando alegría.

8. A Fantastic Woman

En A Fantastic Woman, María Vidal (Daniela Vega) está en un punto crítico. Lanza puñetazos a una bolsa de boxeo y se trepa a un carro para golpear el techo de metal con sus pies, y con buenas razones: la película chilena ganadora del Oscar se centra en el sufrimiento de María como una mujer trans que está en luto por la pérdida de su amante y enfrentando la violencia que es tanto emocional (ya que es dejada por fuera por la familia de su amante) como física (con las burlas que soporta de parte de los cerdos transfóbicos). La actuación de Vega es la verdadera atracción; la película fue construida alrededor de sus propias experiencias, y aguanta las heridas de María con una resiliencia desgarradora. Aún así, este enfoque elegantemente filmado de la película comienza a sentirse un poco restringido. Lo deja a uno queriendo ver lo que esta mujer fantástica hizo después.

7. The Wild Boys

En los 70, William Burroughs había planeado adaptar su novela queercore antes del queercore llamada The Wild Boys en una película porno. Nunca lo hizo, pero 40 años después, esta versión es mucho más completa. El director Bertrand Mandico anima la novela de Burroughs en una película frenética inclinada al género de la fantasía, mientras un grupo de jóvenes adolescentes indisciplinados son desterrados a una isla fantástica donde el género se vuelve amorfo y los penes pueden caerse en cualquier momento. Con piezas de set lujosas que recuerdan a las películas de aventura a technicolor de los 50, hay una exuberancia compuesta en The Wild Boys y un corazón sorprendente en la película queer más bizarra del año.

6. Hope and Anchor

Si Mike Leigh hiciera una película LGBTQ, podría verse algo parecido a esta historia sobre una pareja lesbiana rudimentaria viviendo en un barco en las vías fluviales del este de Londres. Empieza con una escena de sexo tonta, al aire libre, con sensaciones auténticas que nunca pierde el sentimiento de calidez, tanto carnal como de otra manera. Kat y Eva están intentando resolver si deberían tener o no un bebé con el esperma de su inquilino, y Hope and Anchor es fantástica con las minucias de las relaciones modernas queer, gracias a una armónica actuación no-actuada de la egresada de Game of Thrones Oona Chaplin y de Natalia Tena. Los personajes se sienten como amigas a las que uno está apoyando, pero la película también comprime tensión dramática, con un momento indeleble que se acerca a igualar a Hereditary por el premio a la escena más dramática en una mesa de comedor del año.

5. The Miseducation of Cameron Post

Soy uno de los pocos que no disfrutó la torpe sitcom de Desiree Akhavan The Bisexual. Pero este año, la película independiente del director iraní-estadounidense The Miseducation of Cameron Post se compensó por la serie, con una apuesta con una visión más afinada sobre el auto-descubrimiento queer. Dentro del ambiente desafiante de un campamento gay, Akhavan encuentra afecto y sensatez —y un karaoke grupal de "What’s Up" de 4 Non Blondes— con Chloë Grace Moretz dando su mejor actuación en pantalla hasta la fecha como una fanática de Breeders y de Desert Hearts enviada por su tía para "volverse heterosexual", y de forma conmovedora, encontrando un nuevo tipo de familia queer.

4. Tranny Fag (Bixa Travesty)

"Soy la hija de Eva", proclama la trans brasileña MC Linn Da Quebrada en esta gema de documental que se siente DIY. Viviendo en la pobreza en Sao Pablo, Linn es incendiaria en el escenario, presentando su poesía punk en un derviche girador de cota y púas, con letras como "entra en mi ano / es tan grande como un apartamento". La película es igual de impactante en sus momentos más calmados, mientras la cámara traza los contornos de su cuerpo desnudo transfemenino y muestra momentos hogareños de Linn cocinando con su madre. Lanzada solo unos pocos meses antes de que el país eligiera al homofóbico Jair Bolsonaro como presidente, Tranny Fag se une a películas brasileñas como Waiting for B —y a artistas abiertos como Pabllo Vittar y Jaloo— como un manifiesto orgulloso en contra de la supresión LGBTQ.

3. The Wound

Las películas dentro de la encrucijada de la tradición y el queerness pueden ser un pararrayos. Y después del lanzamiento del impresionante drama sudafricano LGBTQ The Wound, su destacada estrella Nakhane Touré enfrentó amenazas de muerte. Touré aporta un enigmático matiz a la película, como un joven hombre Xhosa que regresa a su lugar de nacimiento rural para "endurecer" a un niño como parte de un ritual de circuncisión; sin embargo, la película se transforma en una búsqueda conmovedora del amor que no se atreve a decir su nombre en un entorno hostil. "Es un espacio que niega por completo la existencia del queerness ", Touré ha dicho sobre las comunidades de Xhosa. "Sabía que era importante que volviéramos queer ese espacio".

2. The Favourite

En la corte de la reina Ana del siglo XVII, la palabra del monarca es ley. Incluso si su orden es "cógeme", como le da instrucciones a su dama en uno de los muchos momentos divertidos y meme-ables de The Favourite. El director Yorgos Lanthimos demostró que era la mente más retorcida en el mainstream de Estados Unidos con sus otras recientes películas locas, pero los juegos de poder de The Favourite, el estúpido humor y el descarado campamento de Sontagian lo consolidan como su mayor logro hasta ahora, a medida que Abigail llega a la corte y la adula todo su camino a favor de la reina (y su cama). El único problema es decidir cuál de las tres protagonistas sobresalientes (Olivia Colman, Emma Stone y Rachel Weisz) merece el Oscar a la mejor actriz.

1. 120 BPM

120 BPM podría ser una película de enojo: son los finales de los 80 y las personas queer se están muriendo en París, mientras que ACT UP está furioso, fumando sin parar, arrojando sangre falsa y agitando pompones de animadoras en protestas contra las autoridades criminalmente homofóbicas. Pero la obra maestra de Robin Campillo es más como una carta de amor. Una carta de amor a la comunidad queer que no rehuye el hecho de que la violencia y la muerte son parte de nuestro legado colectivo. No he visto una película que combine rabia justa con amor, pasión y lujuria por la vida con esta potencia tan imparcial y desgarradora, con cinematografía épica y actuaciones vitales. 120 BPM nos recuerda que la lucha no ha terminado, pero mira hacia adelante también, un testamento de la verdad de que cuando vivimos en solidaridad, el queer es invencible.

@Owen_Myers

Owen Myers https://ift.tt/eA8V8J

VICE 2018: Lo más WTF?! del año

Este año volvimos a probar y a poner a prueba los experimentos más extraños que encontramos en internet. Además encontramos fotos de casas hechas sin arquitectos y jugamos el exquisito y jugoso "juego de la galleta".

Staff de VICE https://ift.tt/eA8V8J

La otra música de las cosas: una charla con Javier Bustos

Artículo publicado por VICE Argentina

Cuatro sillas motorizadas se arrastran en aparente desorden por una habitación que deja de serlo en cuanto comienza la coreografía y los muebles deciden rebelarse ante la imposición del reposo y la naturaleza inerte a la que las han confinado. Ya no son mobiliario de relleno: son el espacio mismo. El ruido pertenece entonces sólo a las sillas, no a quien se sienta sobre ellas.

La obra de Javier Bustos no sólo aborda la construcción de máquinas sonoras a partir de objetos o se pregunta por los gestos que transforman la noción utilitaria de estos, sino que busca el espacio idóneo para reconfigurar la idea de “utilidad” mientras se cuestiona el papel que juegan la semántica y el humor en el alumbramiento de sus piezas.

Conocí a Javier en un seminario para creación de ópera en el que fuimos compañeros. Durante la tanda de presentaciones inaugurales cada becario debía resumir su formación, intereses y proyecto a desarrollar. Bustos dudó entre asumirse como compositor o artista y dijo estar interesado, sobre todo, en “los objetos y sus posibilidades sonoras en un contexto ajeno al de su utilidad cotidiana”. Luego contó sobre su obra en desarrollo: una ópera ejecutada por autómatas y basada en el funcionamiento de la paloma de Arquitas de Tarento, primera máquina voladora en incorporar la autopropulsión a vapor, quizá sin cantantes, o al menos sin cantantes humanos, y con un escenario en espiral. La pregunta constante en la obra de Bustos: “¿en qué momento y bajo qué condiciones cobra vida lo inanimado?” debe ser también una pregunta clave del género.


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Visité el estudio de Javier justo antes de que partiera a Valparaíso, Chile, para participar en el festival TSONAMI 2018. Sobre la mesa de trabajo, entre muchos otros aparatos, circuitos y destripes unas piezas con taladros, vinilos y caladoras. Charlamos sobre su trabajo más reciente y el desarrollo de sus piezas, desde la representación formal de la idea hasta la técnica precisa para interpretarlas una vez que se han materializado.

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Matheremin

Hace rato hablabas de una lutería casi semántica, un reordenamiento del sentido a través de la implementación de ideas que luego devienen en piezas. ¿Cuándo fue la primera vez que reflexionaste sobre esto en tu obra?

JB: Creo que siempre estuvo ahí. Uno de los primeros instrumentos que hice fue el matheremin. Un mate que suena. Al principio surgió como un controlador midi, un joystick para operar otros instrumentos. En realidad, en estrictos términos técnicos, es más un mate que un theremin. A eso me refiero: primero fue el juego de palabras, luego el objeto, después el dispositivo. Las opciones sonoras vienen al final. Su naturaleza. ¿Es algo autónomo? ¿Programado? ¿Autónomo?

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Rodrigo Márquez Tizano http://bit.ly/2LBYHVx

jueves, 27 de diciembre de 2018

¿La Coca-Cola sí sirve para curar la diarrea?

Artículo publicado por VICE Colombia.


En estas épocas decembrinas en las que gastamos mucho de nuestro tiempo en comer y beber, a veces parece casi imposible que lleguemos al nuevo año exentos de algún tipo de malestar estomacal. Aunque no se ha comprobado, se cree que las enfermedades estomacales, como la gastritis y la diarrea, aumentan en diciembre debido al consumo excesivo de alcohol y grasas. A todos nos ha pasado que cuando este tipo de enfermedades atacan de manera repentina, sentimos que es el fin del mundo. Una diarrea incontrolable deja fuera de base a cualquiera y encontrar un remedio adecuado que la frene parece una labor titánica.

Es por eso que a los mitos y leyendas provenientes de las abuelas y de las populares masas, se une el de la Coca-Cola para curar la diarrea. Se cree que la bebida gaseosa, fría o caliente, es santo remedio para frenar los indeseables fluidos estomacales. Hay quienes afirman que la bebida aporta el agua, las sales minerales y las azúcares que se pierden masivamente cuando sufrimos de gastroenteritis. Y se ha afirmado que evita que la deshidratación causada por la enfermedad empeore y que, al eliminar el gas, se convierte en un remedio ideal para pérdida de líquidos.

Sin embargo, y a pesar de ser la bebida más popular y vendida del mundo, la Coca-Cola no es un remedio para la diarrea. A pesar de su “inyección de azúcar” para ayudar a recuperar la energía perdida, de sus sales minerales y su líquido para restablecer la flora intestinal, e incluso de sus orígenes, sus supuestos poderes siguen siendo un mito. Según Constanza Rodríguez, gastroenteróloga y miembro de la Asociación Colombiana de Gastroenterología, “realmente la Coca-Cola hay que evitarla al máximo por muchas razones. En general se prohíbe para las personas que sufren de reflujo, acidez, o cirrosis, porque las bebidas negras y carbonatadas como esa terminan por promover el reflujo”.

Ninguno de los componentes de la Coca-Cola parecen ser lo suficientemente efectivos para detener un cuadro viral. Incluso se ha comprobado que pueden empeorar la diarrea, y ser contraproducentes para el estómago. Según la doctora Rodríguez, lo que hay que ingerir son bebidas hidratantes bajas en azúcar y procurar comer alimentos altos en sal. “Si la diarrea o el vómito demoran más de quince horas, lo más mejor es ir al médico. De lo contrario, lo recomendable es tomarse un acetaminofén, hidratarse bien, y consumir algún medicamento para las náuseas o aguas aromáticas”, añadió Rodríguez.

El consumo de bebidas gaseosas cuando se sufre de una indigestión severa puede tener un efecto contrario al esperado. La glucosa, el sodio y la osmolaridad que las componen podrían causar anomalías en el sistema digestivo y fuertes dolores. Y es que utilizar la Coca-Cola como remedio casero no es recomendable ni siquiera como tratamiento inicial de la diarrea. Un estudio médico del aparato digestivo concluyó que como al inicio de un virus se recomienda una hidratación oral, pero evitando el consumo de productos con lactosa, cafeína y de gaseosas como Coca-Cola.

Otro estudio afirmó que a pesar del uso casero de la popular bebida para la diarrea aguda, al analizar los electrolitos (muy bajo) y la osmolaridad (muy alta) de la Coca-Cola, los resultados demostraron que las bebidas de cola no son adecuadas para usar como solución rehidratante. Además, la investigación también comprobó que ese remedio casero no garantiza un reemplazo adecuado de electrolitos y podría incluso empeorar los síntomas, por lo que la bebida no debería, de ninguna manera, recomendarse en condiciones de tal enfermedad.

Para evitarse males, en especial en épocas de fin de año, lo más recomendable es evitar el consumo excesivo de gaseosas y alimentos altos en grasa. La Coca-Cola no va a terminar siendo santo remedio si el tamal de medianoche o el pavo relleno terminan causando diarrea o indigestión. “Es muy probable que sea cierto que en estas fechas aumenten las enfermedades estomacales porque consumimos una alta dosis de carbohidratos y de alimentos grasosos”, dice Rodríguez. Lo más recomendable, según ella, es no comer tarde, pero como eso es casi inevitable a fin de año, es mejor evitar comer carnes elaboradas que tienen un mayor riesgo de contaminación por toxinas bacterianas.

“Hay que evitar esos excesos en estas épocas, no comer muchas harinas y cosas grasosas, y por último tener en cuenta el tiempo de empacado de los alimentos pre-fabricados que se pueden contaminar fácilmente. Si es inevitable comer mucho en las fiestas, es mejor combinar los alimentos con frutas frescas, o con ensaladas de verduras”, añadió Rodríguez. “Y definitivamente evitar la Coca-Cola como remedio, mejor probar con un caldo o consomé de pollo”.

Entonces, ahí lo tienes, pese a que sus orígenes se remontan a una farmacéutica y a que su creador quería crear un jarabe para la digestión en lugar de una bebida gaseosa, la Coca-Cola está lejos de ser mágica. Incluso, sus componentes son tan potentes que se cree que es adecuada para destapar cañerías, y sus efectos por el consumo excesivo son tan dañinos que podrían hacernos envejecer más rápido.

Así que si estás pensando en este fin de año atiborrarte de comida o de alcohol, quizás lo más recomendable es que hagas caso a tu consciencia y te decidas ser prudente con lo que ingieres. Si la prudencia está descartada y terminas con indigestión, diarrea o con alguna otra enfermedad estomacal, ten presente que lo más probable es que una botella de Coca-Cola no vaya a ayudarte en lo absoluto, y más bien intenta correr a un baño, evitar la mayor cantidad de daños posibles y tomar un caldo de pollo.

Paola Llinás https://ift.tt/eA8V8J

La carga emocional que debes dejar en el 2018, según tu signo zodiacal

Artículo publicado originalmente por Broadly Estados Unidos.

2018 fue el año de los retrógrados, y aunque el 2019 va a seguir teniéndolos, una vez Urano termine su retrógrado el 6 de enero, estaremos en un nuevo año con todos los planetas avanzando hacia adelante hasta la primavera. Es tiempo de dejar 2018 en el pasado, y con él, algunos hábitos que no nos van a servir más y cargas que necesitamos aprender a dejar atrás.

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Escorpio (octubre 23 - noviembre 22)

Como un signo intenso de agua, puedes ser de vez en cuando un desastre emocional —¡pero no eres un tonto, pequeño escorpión! Eres muy inteligente, especialmente cuando se trata de dinero... usualmente. Tienes una tendencia a gastar mucho dinero cuando estás determinado a probar que eres mejor que alguien más —como visitas al salón de belleza para postear en redes sociales, o planear una fiesta lujosa específicamente para desanimar a alguien al no invitarlo. Tu disposición para dejar que la venganza te deje en bancarrota es un hábito malo que necesitas dejar en 2018. En el año que viene, debes ser generoso —si no es en lo financiero, entonces al menos con tu corazón. Cuando consideres hacer una compra —o realmente realizar cualquier movimiento— pregúntate si lo estás haciendo para darte a ti mismo alegría o si lo estás haciendo solo para hacer que alguien pague.

Annabel Gat http://bit.ly/2QUgQ6P

De la denuncia en redes a la amenaza de muerte: feminismo sí, pero no así

Artículo publicado por VICE Colombia.


La columna de hoy la iba a escribir sobre cómo lo mejor de este 2018 había sido, para muchas, el feminismo. Cómo fue que a muchas nos salvó: del dolor, del abuso, de la muerte, del hastío. Cómo salvamos a otras mujeres a través de él.

En fin. De cómo este año muchas nos dimos cuenta, amigas. Y cómo tenemos que seguir dándonos cuenta este 2019.

Pero decidí no hablar de eso hoy. El tema cambió súbitamente apenas entrada la mañana.

Ayer, otra mujer hizo una denuncia a través de Instagram, sobre un exnovio con el que duró cerca de dos años y que fue, presuntamente, abusivo con ella. La mujer, que pertenece a un colectivo feminista muy joven llamado "La Espantosa", hizo varias historias a través de esta red social contando cómo este hombre no la dejó en paz incluso después de que ella lo bloqueara virtualmente, y le pidiera que no la buscara más. En las historias también se ven pedazos de conversación en los que él la trata de "perra hijueputa", y le decía que le había gustado "verla lastimada".

Vi las historias a través del colectivo y luego a través del perfil de la mujer de la denuncia que, hasta hace unas horas, era público. En sus historias también ponía el perfil del presunto abusador. Me metí al perfil y vi cómo el tipo, en sus propias historias, empezaba a compartir una tanda de amenazas de muerte que estaban llegando, todas en su contra, y cómo se burlaba un poco de toda la situación: "ah, y aprovechando el mierdero vean el link en mi bio", puso en una historia.

Indignada, como tantas, y luego de preguntarle a una persona sobre si esta relación había sido verdadera, decidí replicar las historias de la denunciante en mi propio perfil. Poco a poco empecé a ver cómo muchas mujeres de mi Instagram estaban haciendo lo mismo. Y no solo esto, sino cómo empezaban a sumarse nuevas denuncias sobre este joven, que al parecer maltrató a muchas mujeres y a muchos hombres también.

Toda la tarde estuve pendiente de ambos perfiles, el de la mujer y el hombre. En sus historias, la denunciante replicaba, sin parar, denuncias ajenas que le iban llegando a través de mensajes en Instagram, sobre la agresividad y los malos tratos que al parecer esta persona había tenido con muchas mujeres y algunos hombres; por su lado, el denunciado acusaba a su expareja de no mostrar la información completa en sus redes y señalaba que lo estaban amenazando de muerte a él y a su familia.

Las amenazas de muerte que subió eran cada vez más violentas: "yo sé dónde vive este hijueputa, ¿quién se une para caerle un ratico?", "lo que te hace falta es que violen a tu hermana a ver lo que sientes, perro" o "en las calles nos vemos, esto no se perdona". Luego de subirlas, tanto el colectivo como la denunciante, subieron otra historia pidiéndole a la gente que no siguieran con las amenazas, pues la idea no era ser violentas con los violentos y que, aparte, las amenazas no le ayudaban a la denunciante con su proceso legal.

Santiago se llamaba el presunto agresor. Santiago Melo. Tenía 21 años. Hablo en pasado porque anoche Santiago tomó la decisión de suicidarse.

Lo primero que pude sentir, como alguien que replicó la denuncia de la mujer, fue culpa, o algo parecido a eso. Me sentí parte de la turba de ayer. Fueron varios minutos de shock cuando supe. ¿Qué llevó a esta persona tan joven a tomar la decisión de quitarse la vida? ¿Fueron las amenazas de muerte? ¿Fue el escarnio público que se esparció como pólvora en el cielo a través de las historias de Instagram de muchas mujeres y hombres? ¿O fue por la situación con su exnovia?

A la culpa le siguió el dolor, al dolor la duda, y a la duda la cabeza fría. Ahí me he mantenido. Ahí me he tratado de mantener.

Hay mucho para analizar después de todo lo sucedido ayer y hoy. Podemos empezar afirmando, con seguridad, que el suicidio de Santiago estuvo relacionado con las denuncias y las amenazas de ayer, o que al menos estos hechos terminaron de desencadenar algo que quizá él ya había pensado de alguna manera.

Santiago tenía un canal de Youtube, en donde se llamaba Harry la Bestia. Allí subía las canciones de trap que estaba produciendo. En "Quédate", una de las canciones que subió, por ejemplo, Santiago cantaba "estoy cansado de sentirme mal / no quiero estar acá mucho más tiempo", "no puedo más / esta mierda me va a matar (...) / no quiero sentir este vacío tan hijueputa / voy a comprarme un guayo / y voy a pegarme un tiro en la nuca", o también "debería amarrarte y guardarte en mi clóset / para que no te vayas otra vez", "todo es por amor / así vaya a la cárcel 20 años por un delito mayor". Ahí, en esa misma canción, a través de los comentarios, fue que se esparció la noticia de su muerte.

Teniendo esto claro, es necesario que pasemos a hablar del escrache. Este es un término que nació en Argentina en la década de los 90, y se refería a cuando un grupo de activistas denunciaba con modalidades de acción directa (es decir, en sitios públicos, en la opinión pública o en medios) la impunidad de varios criminales pertenecientes a las fuerzas militares de la dictadura. El término, también utilizado en Paraguay, Uruguay y Venezuela, se está utilizando más recientemente en esta nueva ola feminista, sobre todo en Latinoamérica, cuando denunciamos a un hombre acosador, abusador, violador, violento o feminicida ante la gente: bien sea en espacios público, como antaño, o en las redes sociales, la palestra pública del siglo XXI.

Harto se ha discutido sobre las mujeres que deciden escrachar a los hombres en las redes sociales. Por un lado, son mujeres que están propensas a revictimizarse luego de sobrevivir a los hechos, pues son mujeres que se exponen a un montón de audiencia y opiniones, convirtiéndose en figuras públicas virtuales sin haberlo pedido. Muchas no están preparadas para esto.

Sin embargo, muchas mujeres deciden hacer este tipo de denuncia porque las instancias judiciales no nos están dejando otra opción. Según datos del Instituto Nacional de Medicina Legal, por ejemplo, de cada diez mujeres asesinadas en Colombia durante 2016, al menos una había presentado previamente una denuncia por violencia intrafamiliar. Es decir, una de cada diez mujeres muertas ese año intentó salvar su vida y los entes judiciales o se demoraron, o no le creyeron, o no le prestaron atención a su denuncia. Sin ir más lejos, este año algunos medios denunciaron la inacción de la Fiscalía frente al caso de una mujer caleña de 60 años que estuvo denunciando en este ente por 10 (¡DIEZ!) años a su marido por maltrato físico y verbal, interponiendo varias denuncias sin que estas prosperaran.

¿Qué más puede hacer esta mujer, sino empezar a considerar otros mecanismos de denuncia que prometen más efectividad?

Porque la garantía que nos da el escrache es el escarnio público: delatar a nuestro violentador ante muchos ojos, para señalarlo, para marcarlo como abusador. Así esperamos que algo mejore, así esperamos que no se repita, así esperamos que algo aprenda de todo esto esa persona. Pero nuestras ganas de escarnio público se mezclan fácilmente con la violencia, y la sed de venganza. Y obviamente, si eres una mujer a la que violaron, a la que golpearon, es natural querer vengarse del violador, del violento. Pero acá es donde la delgada línea tiene que marcarse y respetarse.

Bien lo dijeron tanto Rita Segato como Diana Maffia en diferentes entrevistas. La una es antropóloga y la otra filósofa: ambas feministas muy famosas. Diana Maffia aclaró en su entrevista con La Nación que "el feminismo no puede ser la contracara del machismo. La aspiración del feminismo no es pasar de dominadas a dominantes". Segato, por su parte, se refirió en su entrevista con Página 12 a estos 'linchamientos' en redes sociales, pues, para ella, ayudan a construir lo que denomina un 'feminismo del enemigo': "el feminismo no puede y no debe construir a los hombres como sus enemigos 'naturales'", afirmó en la entrevista la antropóloga, quien también recordó una frase que le dijeron en El Salvador: "que la mujer del futuro, no sea el hombre que estamos dejando atrás".

A esto mismo se refería el colectivo de La Espantosa cuando subieron en una historia que la idea no era "derrocar un sistema opresor para instaurar otro", mientras la gente (hombres y mujeres) continuaban enviando amenazas de muerte al perfil de Santiago. Acá es donde debemos hacer la enorme distinción, que a mi parecer cambia el panorama completamente: una cosa es el escrache, la denuncia pública. Otra cosa es instigar y amenazar de muerte a una persona, responderle con violencia a los violentos. Es ahí cuando, siguiendo las palabras de Maffia, empezamos a volvernos dominantes, o cuando generamos un feminismo del 'enemigo', como diría Segato, un feminismo paramilitar, como lo llamaría yo (¿por qué todas las cosas en este país son susceptibles de volverse eso?).

Son dos cosas muy diferentes.

Hay quienes dicen que Santiago pudo haber puesto su perfil privado. Que pudo haber bloqueado esos mensajes. Que por qué entonces se estaba burlando de las amenazas de muerte que estaba recibiendo a través de su Instagram. Hay quienes dicen que acá en Colombia una amenaza de muerte virtual es casi el equivalente a un saludo. Pero nada de esto, absolutamente nada, justifica que la muerte de este joven no nos haga repensarnos y revisarnos como sociedad. No solo como mujeres feministas sino como sociedad en general: ¿qué está mal con nosotras y nosotros, que apenas olisqueamos una denuncia corremos como una jauría de perros hambrientos a perseguir y amenazar al presunto implicado?

¿Responder con violencia a la violencia es acaso la única respuesta que tenemos para todo en este país?

Sin embargo, la zona gris permanece: estos intentos de análisis no han esclarecido nada porque el asunto sigue siendo muy complejo. No es tan fácil como caer en el "sin violencia", tan propio del fajardismo y de algunos estudiantes durante las marchas y del centro colombiano en general, tan bueno para nada. Porque la violencia, como la energía, siempre va a estar. Es algo que no se puede negar. La violencia del abusador que cogió del pelo a una mujer y la arrastró por el piso; la violencia de un violador que forzó a una niña a tener sexo con él hasta matarla; la violencia en las palabras de ese hombre que nos quiso ofender con todas sus fuerzas y lo logró… ¿Cómo combatimos esa violencia tan estructural y tan permeada en nuestra sociedad, sobre todo si los conductos regulares primarios, es decir la justicia de este país, nos fallan una y otra vez? ¿No nos va a quedar otra salida que combatir este fuego con más fuego?

¿Es acaso la muerte de Santiago una consecuencia de toda esta problemática que poco a poco se ha ido convirtiendo en una bola de nieve imparable?

Los más ácidos dirían que la tragedia de Santiago fue la del macho (entiéndase por macho la cultura machista dentro de cada uno de nosotros) enfrentándose a sus propios actos y a su propia culpa, experimentando por primera vez esa violencia que llevaba dentro, en contra suya. Un macho que al sentirla, toda de frente, decidió suicidarse. Su muerte, sin embargo, no borra sus actos violentos, denunciados por tantos entre ayer y hoy. Y probablemente muchas de nosotras sienten culpa, o se sienten raras como yo, porque hicimos parte de la turba de la denuncia. Pero no debemos sentirnos así, porque la denuncia tiene que seguir pasando, las mujeres tenemos que seguir señalando a quienes nos violentan.

Es ahí donde está la verdadera zona gris: ¿cuál es la mejor forma de denunciar en los espacios públicos, físicos y virtuales, a estos abusadores? ¿Dónde se dibujan las líneas delgadas que debemos reteñir en estas situaciones? ¿Qué pudimos haber hecho mejor, aparte de comprobar que los casos si son verídicos? Las respuestas no las tengo aún. Pero siento que debemos empezar a debatir para construirlas. Es necesario y urgente. Solo sé que a un lado hay una mujer dolida y muchas respaldándola con situaciones parecidas, y al otro lado hay un hombre muerto, con una familia y unos amigos consumidos en el dolor de su pérdida. Mis condolencias para ellos.

Hoy estoy triste. Pero sigo pensando que el feminismo es lo mejor que me pasó este 2018. Un feliz año para todas.

Nathalia Guerrero Duque https://ift.tt/eA8V8J

VICE 2018: Nuestro contenido LGBTQ+ favorito

Este año fue muy activo debido a la agenda latinoamericana de intereses y conflictos LGBTQ+. Conocimos cómo viven personas que no se identifican con ningún género en México, Colombia y Argentina, y fuimos a bailar con vaqueros gay.

Staff de VICE https://ift.tt/eA8V8J

10 costumbres argentinas que nos dejó el 2018

Artículo publicado por VICE Argentina

El 2018 es un año largo, largo, larguísimo. De la inmensa cantidad de hechos que dejaremos atrás pasada la medianoche del 31 de diciembre elegimos estos 10 como representaciones de un espíritu de época que nos deja, una vez más, exhaustos.

Cazadores de Uber

“Te di la mano desde adentro del auto por las dudas, ¿viste?”. Qué cosa, hermano, lo que hay que hacer en este íspa para poder poner sobre la mesa un pan dulce y una sidra. Tiene razón el amigo igual, que desde que hace Uber en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires finge que es un amigo llevando otros amigos o un tío sin rescatar pasando a buscar sobrinos mientras la luna cae detrás de cuevas financieras y locales de shawarma donde no nace ningún artista popular significativo hace 30 años. Porque así estamos, desde que los taxistas entendieron de qué se trataba Uber hubo 250 denuncias judiciales por agresiones a conductores de la app. Algunas incluyen disparos con rifles de aire comprimido a vehículos en movimiento y con pasajeros, y se estima que sólo un tercio de los ataques terminan en presentaciones ante la Justicia. Buenos Aires le agrega así otro yeite a su fauna y, de rebote, inventa los taxistas autoconvocados. Qué bueno. Porque ¿a quién le fastidiarían los taxistas? Todos amamos a los taxistas, y a su glorioso régimen de circular vacíos a 15 km/h. Con amor, niñito.

Asados con opción vegetariana

“¿Te gustan los caballos?”, me preguntó César una tarde bonaerense de 2007 mientras me mostraba un mazo de cartas en la mesa de la escuela. Ahí nomás nos hicimos amigos porque alguien que se compra un mazo de cartas con figuras de caballos tiene un alto porcentaje de bonhomía en sangre. Jugar a las cartas por plata, tomar cerveza en botella, compartir carne y pan con la gente que uno ama. La cosa sana. Pero —y ahí vemos que el tango está en el ADN argentino nos guste o no— cómo se extrañan esos domingos uniformemente carnívoros donde daban ganas de llorar, perdóneme, sobre la jurásica uniformidad de nuestras parrillas. Ya no se puede. ¿En cuántas reuniones de fin de año tuvieron ustedes que instaurar opciones vegetarianas? O peor, veganas. “No existe un mundo donde todos piensen como vos, acostumbrate”, canta Adrián de Saint Exupe-Dárgelos en la canción que cierra su última obra. Entonces: yo no me meto con tus hamburguesas de lentejas y tus lecturas de Byung-Chul Han, vos aléjate de esa bondiola y esta estampita del Gauchito que mi abuela me legó.

Apropiación cultural del Conurbano por parte de los porteños

¿Alguien sabe cuál es el pañuelo para separar a los porteños de la mística conurbana? No sé ni por dónde empezar. ¡Déjennos la precariedad a nosotros! ¡Hasta eso rompen! Desde hace unos 10 años y con más intensidad desde la masificación de las redes, los usos, costumbres y colores de la medialuna urbana bonaerense han entrado en los radares de lo cool de la Nación autónoma. El resultado, un engendro. Dije que no sabía por dónde empezar. Por ejemplo, ¿cómo no va a surgir el trap, cómo no va a surgir alguien como El Doctor cuando Guillermo Lobo escucha cumbia villera en TN? Y bueno, qué quieren. Vamos a ser claros: nosotros aquí somos, en líneas generales pero sin miedo a errar el panorama, hijos e hijas de inmigrantes de las provincias o de los países limítrofes de Sudamérica. Entonces nuestros tíos no nos legan U2, nos legan Koli Arce. Y lo bien que hacen. Por suerte de este lado de la vida seguimos siendo padrinos de bautismo antes de terminar la secundaria y los salvajes unitarios siguen siendo salvajes unitarios: no van a poder subirse a un DeLorean para volver el tiempo atrás y festejar la comunión con Koli de fondo. O lo que es otra cara de la moneda: van a tener que seguir haciendo de la apropiación cultural —o la careteada— su fuente primordial de diversión.

Jugar sin 9 con Francia, otra urquizeada argentina

Otro carácter definitorio del ADN argentino. Si lo dijera Marcos Aguinis ya sacan una serie en Netflix conducida por Lanata. Pero bueno, pensar esta nave es una tarea de intelectuales que toman cerveza en copa, ¿no? A lo nuestro: vaya a saber qué carajo estaba pensando el entonces técnico del seleccionado argentino Jorge Sampaoli cuando planteó un partido definitorio con dos wines y sin centrodelantero allá en junio de 2018. Jugar sin “9” contra Francia en octavos de final. ¿Jesús murió para que vos hicieras eso? Pelado infame.

Las peores decisiones apuntaladas por el sinsentido más profundo del universo son parte constitutiva de esta Nación y para certificarlo basta asomarse un poquito la historia. Hacia 1850 la Confederación Argentina no tenía el servició de 4G de Suecia, ya lo sabemos. Pero, muchachos, la Tierra todavía estaba caliente y todavía nos mandábamos entre nosotros. Claro que Juan Manuel de Rosas como megazord del poder público no era lo mejor, claro que a Chequeado no le iba a gustar eso, pero ¿romper todo lo construido y ganado con la sangre de los y las nuestras? ¿Y todo en pleno proceso de consolidación de los jovencísimos Estados sudamericanos? ¿A quién carajo pensaban que iba a terminar favoreciendo ese río revuelto? Dicen las malas lenguas que por esos días a Justo José de Urquiza le gustaba tomar el té a las cinco con unos muchachos con sombrero de copa. Sea por eso o sea por una sampaoliana lectura del campo político, el pronunciamiento de Urquiza en aras del federalismo terminó, me doy cuenta mientras lo escribo, en todo el G20 comiendo chipa en el Teatro Colón. “PORRRRRR QUE” debería ser el lema de nuestras monedas en vez de “En Unión y Libertad”.

El mundo es un pañuelo

El año en el que la postura a favor del aborto triunfó en todas partes menos en el Senado y la Iglesia fue el año en que los pañuelos se convirtieron en el soporte predilecto para promover tal o cual causa. Los históricos pañuelos verdes que se multiplicaron por millones tuvieron su contraparte medieval de color celeste, pero una vez resuelto el debate legislativo varias causas buscaron su blasón triangular para ser anudadas a mochilas y carteras. Naranja para pedir la separación de las estructuras del Estado y la Iglesia, rojo para promover la Ley de Adopción, violeta a favor de los derechos de las mujeres y contra la violencia machista, negro o rosa contra la violencia hacia los animales, amarillo para los que se arrepienten de haber vot… bueno, esos saldrán el año que viene.

En el horóscopo chino soy Rappi de Madera

Con 200 mil puestos de trabajo dinamitados sólo este año, el terrorífico 2018 también es el año de las apps de comida en el horóscopo chino. No sé lo quiero, pero lo quiero ya, si yo fuera tu esclavo te pediría más, dijo un pelado como un 30 años y todavía sigue vigente. Por ahí viene la mano. ¿Qué es lo quieren los clientes que sostienen a Rappi? Desde aquí nos da la sensación de que es algo más que comida transportada, pero por las dudas: ¡Por favor! ¡Alguien llame a Byung-Chul Han para que nos explique cómo sacar a punto los chinchulines! ¿Qué es lo quieren los pibes y señores que trabajan en Rappi? Pues, como dijo Ozuna, aleph de nuestra época, lo mismo que todos queremos. En este océano de desempleo con milanesas de soja en que se ha convertido este país, mientras más y más amigos nuestros se ponen la caja-mochila para pucherear, él éxito de estas plataformas es el fracaso que los chicos que estudiaron en las universidades públicas desde principio de la década no esperaban. Que algún día podamos entrecerrar los ojos y decir “¿te acordás, loco, cuando no había laburo y teníamos que hacer Rappi?” es el deseo de fin de año de este jugador.

La única salida es el Skere

Ya aclarada la apropiación cultural de la cumbia a manos de influencers que monotributan en categoría J, benditos son los que vienen en nombre de lxs pibes y esos a partir de esto año han sido los traperos. "Si estas a la deriva, la única salida es rock" escribió Pappo en su tablilla cuneiforme y El Duketo lo entendió muy, muy bien. Su aparición en los premios Gardel. Vamos de nuevo porque el pulgar se desliza demasiado rápido a veces: su aparición en los premios Gar-Del, es decir, los premios de la industria, del negocio, de la cartelización de la música en argentina, habrá sido el show más icónico de los últimos tiempos para ese ambiente. ¿Qué diablos tenía que hacer Duki en medio del reino de Abel Pintos? ¿Qué carajo tenía que hacer en el súmmum de la industria alguien que jamás se había manejado a través de ella? Pues confirmar que la industria estaba desesperada por absorberlo... y dejarla pagando.

Porque el man, así como la mayoría de los y las artistas que han roto todo este año haciendo trap, sigue manejándose mediante familia, amigos y por círculos bien cercanos. Salud amigos, la llama que encendió Pablo Lescano allá por los 2000 cuanto el periodismo blanco y porteño lo combatía arde ahora en sus manos. "Yo te iba a ver desde Cemento" va a decir nadie nunca, porque -y esto me gustaría ponerlo en mayúsculas, pero se las tendrán que imaginar- ¡Cemento es el ícono del porteñocentrismo moderno! Mirá si íbamos a estar dependiendo toda la vida de lo que pase o no pase por un sucucho de Once y posteriormente fuera captado por Sony. Por favor. Estos pibes están escribiendo otra historia y si los blancos no saben saltar, problema de ellos.

Donde termina tu derecho a la cervecería empieza mi derecho a la barbería

Con maestría pampeana-zen, Martín Rodríguez, se afiló una de las columnas políticas de-la-década la semana pasada cuando analizó la transferencia democrática entre las primeras presidencias post-dictadura y salmeó: "Menem es el camello del Corán de nuestra democracia. Alfonsín está en el bronce, Menem está en las cosas". Sublime, conmovedor. ¿Cómo entender esta Argentina de cincuentones laburando en Rappi y aerolíneas low cost estalladas? "Menem fue un hombre de Estado que remató el Estado y sembró un derecho casi indecible porque se pronuncia como deseo: nos merecemos el mundo".

Y acá estamos, amigo Martín. Mereciendo el mundo en la medida en que nos llega. Si hace cinco años nos hubieran dicho que nos iban a cobrar medio litro de cerveza el doble de lo que vale una botella y que encima iba a haber una puta cervecería igual a la de al lado cada tres argentinos nos hubiéramos reído. Donde hay una necesidad, nace un derecho, estableció nuestro Mahoma. Y lo que El Carlos visualizó fue eso que después diría otro profeta: hay vacíos que no pueden llenar. Al menos no nuestra democracia, que no alcanzó a curar y dar de comer. Entonces dame algo. Lo que tengas. Cerveza Gullit Saigón con notas frutales o una barbería donde todos salimos con el mismo corte y la misma barba. Y eso no está mal, no, en absoluto. Para snob y corrección está la contratapa de los diarios. Pero si nos merecemos el mundo no nos quedemos nomás con el picaporte en la mano.

El principio del fin para los psicópatas

Quizás sea más una expresión de deseo, pero la enorme ola de denuncias públicas y judiciales que le siguió a la de Thelma Fardín puede que haya sido la transmisión en vivo y en directo del inicio de un cambio de paradigma para millones de personas. Esos dos días, el de la denuncia de Thelma y el de la respuesta de su agresor, no circuló otra cosa en toda pantalla, grande o portátil.

Y más aún después de que circulara casi en cadena nacional el hoy detenido en Marcos Paz Rodrigo Eguillor. En los barrios, en las escuelas, en las universidades, en las redes. Estamos todavía muy cercanos a los hechos como para pensar hasta dónde puede llegar la movilización que inició Actrices Argentinas con su histórica conferencia de prensa. Pero esperemos que sea lejos, lo más lejos posible.

“Pasaron cosas”

Un amigo extranjero que respeto mucho me dice "no es para ofender, mano, pero al menos en Buenos Aires, hoy, nadie está escribiendo nada significativo". Le doy la derecha. Después de que Fabián Casas cristalizara eso que se conoció como "La Poesía de los '90". ¿Qué vino después? ¿Quién pone las canciones en nuestro walkman? Quizás un conductor de Uber lo haga, quizás la piba de Glovo lo haga. Porque de ellos debería ser el reino de los cielos en el país donde pasaron más cosas que casi ningún otro país en paz del mundo. La debacle económica de mitad de año en primer lugar, como hecho casi resignante y confirmación de las urquizeadas a las que nos sometemos cíclicamente. Un día sos el Obama latinoamericano y al otro estás entregándole el presupuesto al FMI. Qué va a ser. Pasaron cosas.

Todavía me río de ese “¿queeeeee?” con la o estirada cuando un pana colombiano se enteró de la devaluación que en una semana llevó el dólar de 30 a 40 pesos. Demasiadas cosas: la histórica campaña por el aborto, la Cumbre del G20, el 33 % de pobreza, la vergüenza en el Mundial de Fútbol, la final de la Copa Libertadores, las denuncias por abuso, el terremoto en Buenos Aires.

Y el año que viene hay elecciones.

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