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lunes, 24 de diciembre de 2018

Así es trabajar de Papá Noel en la Argentina

Artículo publicado por VICE Argentina

Existe el prejuicio de que Papá Noel sólo trabaja entre noviembre y diciembre. Pero en la Argentina, ponerse en la piel del personaje lleva meses, e incluso años. “El problema más grande es saber qué juguetes están en boga, porque no me puedo quedar mirándolos cuando me piden algo específico. Tengo que preguntarles de qué color lo quieren, en qué tamaño y por qué”, explica Roberto Behrends, quien fue analista de sistemas, pero que desde 1980 se calza las botas de Santa Claus.

“Para esa época ya usaba un poco de barba, pero no tan exagerada. Ahí empezó todo, y hubo veces que llegué en helicópteros y en autobombas —agrega con una sonrisa—. Hoy tengo tres trajes: dos propios, y uno que me da la productora”.


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La empresa a la que refiere es la de Carlos Giache, un cordobés que llegó a Buenos Aires junto a su amigo Jorge Diez para dedicarse a la actuación. Pero un día se le prendió la lamparita: vio un mercado en muchos shoppings, empresas y casas particulares. Un verdadero precursor. “Hoy tenemos más de 30 papanoeles, tanto en Buenos Aires como en el resto del país: Neuquén, Trelew, Mendoza, Salta, Tucumán, Santiago del Estero, Rosario y Córdoba. ¡Hasta participamos en Ushuaia!”, explica el propio Diez, Encargado de Operaciones y Logística de la empresa.

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Más allá de que sea un trabajo, Roberto Behrends, Carlos Bige y Abraham Ravicovich sienten que llegaron al mundo para esto. Incluso, el primero rechazó el papel de una película porque le ofrecían encarnar a un Papá Noel malvado. “Sentía que traicionaba lo que había hecho por más de 30 años, que era llevar alegría y paz”, dice.

Aunque los chicos suelen pedirles los deseos a ellos, este año en VICE decidimos hacer lo contrario: que los propios papanoeles elijan sus regalos. Ravicovich aprovecha para ser agradecido: “Sobre todo con la mente que todavía me funciona, con la vida y con mi familia. Papá Noel es como un billete de lotería. Sabés que en el 99 por ciento de los casos no vas a sacar nada, ¿pero y si se te da? Esa ilusión es la que mantiene la Navidad: que todo puede realizarse y que con esfuerzo se llega. Por eso les aconsejo a los chicos que sean buenos con los animalitos, que ayuden a los mayores y que no rompan las plantas. Básicamente, que hagan un mundo un poco mejor”.


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Carlos Bige también da un mensaje positivo. “Quisiera que hubiera más comunicación, porque la gente vive como zombie. Si un extraterrestre llegara, se encontraría con personas hablando solas por la calle. Estamos aislados. Si queremos ver tele, en vez de pedir un televisor para cada cuarto, ¿por qué no compartimos un programa juntos?”.

“Mi deseo es que no estemos tan enfrentados, con intereses, problemas de trabajo y hambre —finaliza Roberto Behrends, casi con lágrima—-. En algunos lugares hay gente que dice: ‘Quiero cambiar el auto, porque este ya quedó viejo’, y en la cuadra siguiente hay otro al que le falta el agua. Brindo para que se balancee un poquito la cosa, y que las fiestas nos devuelvan la magia. Y por último… ¡ho ho ho, Feliz Navidad!”.

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Fabrizio Pedrotti http://bit.ly/2Q0JNIV

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