Artículo publicado por VICE Colombia.
En estos países latinos del sur, donde ser católico parece parte de la nacionalidad, las novenas son una parte fundamental de las fiestas de navidad. Los nueve días de rezos, aguinaldos y gozos, y también de buñuelos, natilla y trago son una tradición que se hace y se cumple así uno tenga cinco o 45 años.
Pero la combinación de alcohol, reuniones con familiares lejanos y mucha comida es el escenario perfecto para que muchas cosas salgan mal. Y salen mal. Les preguntamos a varias personas cuáles han sido sus peores experiencias en novenas. Nunca nos imaginamos la magnitud de sus tragedias.
“Tenía 15, el disfraz: niño dios” — Sebastián, 26
“Me enteré de que me cachonearon” — César, 27
“Fumé mucha bareta con mis suegros” — Daniela, 25
“Se robaron dos carros mientras rezábamos” — Mateo, 21
“Mi tía se puso muy ganosa” — Sebastián, 28
“Decían “putativo”, me reía, me cacheteaban” — Emilio, 26
“Me gané una pandereta de Pilsen” — Cristian, 28
“Me levantaron a las 4 am” — Tania, 26
“Mamá y hermana se mechonearon mal” — Sebastián, 22
“Me salieron mocos disfrazada de Virgen” — Alejandra, 25
“Imité a Los 50 de Joselito” — Paola, 22
“Me caí borracha sobre el pesebre” — Antonieta, 42
“Me sacaron por reírme del extranjero” — Alejandro, 28
“Me pidió matrimonio ante su familia” — Antonia, 22
“Sin buñuelos, sin natilla, sin maracas” — Jaime, 29
“Mi sobrino solo cantaba “feliz cumpleaños”” — Maria, 27
“Mi mamá rezó la novena emputada” — Andrés, 32
“Comer mucha natilla me dio diarrea” — Carlos, 32
“Estábamos teniendo sexo y nos descubrieron” — Manuel, 18
“Me desnudé en el baño borracho” — Juan, 28
“Me perdí la final del FactorX” — David, 28
“Cualquier novena es la peor novena” — Santiago, 36
Jacobo Piña https://ift.tt/eA8V8J
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