A Elisa la conocí en una marcha del 8 de marzo –movilización feminista en el marco del Día Internacional de la Mujer– en Santiago. Nos encontramos en la —no tan pequeña— caravana de Nosotras Audiovisuales, una comunidad de más de tres mil mujeres chilenas que se mueven en este rubro y que desde sus inicios han luchado por la visibilización de nosotras, quienes entre cámaras, luces y micrófonos estamos narrando la realidad de otras mujeres en el continente, en una industria dominada —histórica y principalmente— por hombres.
La idea nace en el momento mismo en que la fundadora de esta agrupación, Isidora Marras, entre conversaciones informales y risas dolorosas dice : — Weona, si tu me pedí que diga cinco directoras mujeres en el cine no te las puedo decir y soy cineasta, ¡esta wea no puede ser! — cuenta Eli empuñando un poco de tabaco para liar mientras hablamos entre las calles frías de un Santiago que se prepara para la Marcha Estudiantil programada para las tres de la tarde. Llevábamos un poco más de un par de meses sin vernos porque Elisa prácticamente acababa de aterrizar de una de las -no pocas- experiencias épicas de su vida: estuvo cámara en mano siguiendo a la selección chilena de fútbol femenino en el histérico e histórico Mundial de Francia 2019. Histórico porque después de diez años de silencio, anonimato y tras la eliminación por inactividad en el ranking mundial de la FIFA, “la Roja” estaba de vuelta y con más fuerza que nunca; e histérico porque sin duda fue el evento que más incomodó a la industria futbolera mundial con las declaraciones de múltiples figuras en la cancha -y fuera de ella- que lograron reabrir el debate del “fair play” que aún está en deuda -entre otras cosas- con los salarios de las jugadoras. De la conversación y el rolar tabaco salió esta conversación:
VICE: ¿Cuál es su relación con el fútbol? ELISA: Tengo 21 primos y las pichangas -junta informal futbolera- en mi familia siempre han sido brutales. Desde muy chica jugué fútbol, me decían la Coca Mendoza –un reconocido lateral del Colo Colo– en la cancha, —confiesa entre risas—. Tuve la suerte de que en la escuela muchas mujeres jugábamos fut, era algo muy natural, nunca se cuestionó ese espacio, algo que no pasa siempre. Fue una locura que comenzó cuando tenía 12 años, cuando estaba en séptimo básico. (...) los campeonatos —que se jugaban en el descanso y después de clases— se convirtieron en la instancia más importante para conocernos y compartir. Ahí nació mi equipo, “Las Cumbiadictas” con quienes, por varios años, continuamos viéndonos cada sábado, poniendo el juego como la excusa perfecta para luego terminar juntas en un tercer tiempo riendo, tomando chelas, fumándonos los caños, prendiendo el asadito y así. Durante un tiempo tuvimos un grupo en Whatsapp con alrededor de 40 futboleras y se jugaba mínimo un partido en la semana. Así nos mantuvimos y lo pasábamos bacán.
Aún juego, una lesión futbolística me tiene detenida, pero mientras me dedico a documentar todo lo que pasa en la cancha y fuera de ella.
"Tuve la suerte de que en la escuela muchas mujeres jugábamos fut, era algo muy natural, nunca se cuestionó ese espacio, algo que no pasa siempre".
VICE: ¿Existía alguna mujer futbolista en aquella época que admiraras o usaras como modelo? ELISA: Es extraño, pero nunca tuve en mi cabeza como referente a una mujer futbolista, siempre me fijaba en futbolistas hombres, en el caso del apodo que me dieron de “Coca Mendoza” era por mi pelo y la forma en que me comía los tallarines —reímos fuerte—. Nunca me molestó en verdad, siento que era la forma en la que tenían que darse las cosas estando en un ambiente tan masculino, pero ahora que lo pienso bien, mis únicas referentes en fútbol femenino eran mis propias compañeras más grandes de la escuela.
Ser mujer audiovisual y futbolista en Chile
Sin que Elisa lo expusiera estrictamente de esa forma, comencé yo a tejer una conexión entre lo que significa ser una mujer joven abriéndose paso entre sus pasiones, y la forma como la unión de fuerzas resulta ser la única salida del anonimato; porque tanto la historia de Mujeres Audiovisuales como la de “La Roja” en el Mundial nacen de una misma inconformidad, de un coraje gestado por años y donde la convicción se convierte en la herramienta infalible para unir, construir, visibilizar y sacar adelante lo que se necesita para que las que vienen detrás continúen con la bandera. “Las luchas son lentas pero alcanzables, —dice Elisa tomando un sorbo largo de cerveza— así como nosotras un día fuimos capaces de organizarnos para crear la plataforma que hoy es Nosotras Audiovisuales, así mismo la Iona Rothfeld hace tres años creó la ANJUFF: (Asociación Nacional de Jugadoras de Fútbol Femenino), el primer sindicato de futbolistas para presionar a la Asociación Nacional de Fútbol en Chile y para que las mujeres se organizaran y defendieran sus derechos. Poder estar y compartir con la Iona en Francia, en el primer mundial de “La Roja” y ver todo lo que han conseguido de a poco, me hizo entender que este es un trabajo lento, pero gratificante”. —¡Como hacer cine! —le digo —Como hacer cine —repite Elisa con una sonrisa genuina en el rostro que seguro le trajo en ese instante millones de historias a la memoria.
— “(...) no hay dinero, no hay equipo, no hay patrocinio y es igual en el fútbol, terminas dándolo todo porque es lo que te apasiona, al final da igual el marcador, tú ya ganaste con todo lo que viviste ahí en esos 90 minutos o 90 días de rodaje”—.
Las mujeres que están en la cancha como nosotras en el terreno tenemos que salir a resistir y luchar y estar dispuestas a todo. Grabar, entrenar, editar, correr, seguir entrenando, seguir grabando, seguir editando, sudar, caer, levantarse y avanzar. Pasa en el fútbol y pasa en el mundo audiovisual. Pasa mucho que te hablan de un proyecto que suena muy interesante y con el que mueres por trabajar y empiezan a salir con que no hay dinero, no hay equipo, no hay patrocinio y es igual en el fútbol, terminas dándolo todo porque es lo que te apasiona, al final da igual el marcador, tú ya ganaste con todo lo que viviste ahí en esos 90 minutos o 90 días de rodaje.
NOVENTA MINUTOS
A veces pareciera que la vida en el mundo audiovisual tiene un tiempo límite: sin penal que valga ni alargue que aguante; aquí sudamos unos cuantos y alientan millones desde la barrera, pero al final, “el juego” es el mismo, hay que moverse, hay que salir, hay que ganarse la titular siempre, tal y como lo ha venido haciendo Elisa, combinando pasiones y oficios que la llevaron, —casi que en hombros— a realizar el registro audiovisual de uno de los escenarios más extraordinarios: una Copa Mundial Femenina.
VICE: ¿Cómo es que llegas a Francia a cubrir el mundial?
Elisa: La directora del documental “Vestidas de Rojo”, que conocía mi trabajo a través de una amiga (una Cumbiadicta) me contactó porque estaba haciendo equipo para ir a cubrir el mundial. Así fue como llegué ahí. Fuimos en doble misión, una marca nos encargó cobertura diaria para redes sociales, pero en verdad era el documental de las chiquillas (La Roja) la verdadera y fuerte razón para estar allá. Tuve los tiquetes prácticamente una semana antes de que comenzara la copa y bueno, lo demás es historia épica.
VICE: ¿Algún recuerdo memorable?
Elisa: Podría hablarte de una de las cosas que más me conmovieron de mi experiencia y fue hacer grupo con toda la prensa que cubría el Mundial. Éramos puros jóvenes trabajando incansablemente, cargados de nervios, pero también listos pal hueveo.
La noche previa a Chile vs Tailandia
“Siempre me gusta contar esto porque es lo que más recuerdo del viaje. Estábamos todos muy nerviosos, con hartas expectativas del juego. “Chile se va, Chile se queda, Chile pasa, Chile pierde y se tiene que devolver, Chile continúa y se hace campeón Mundial” Todas eran opciones súper importantes para el momento histórico que estábamos presenciando, entonces decidimos ir a comprar cosas para hacer un asado (típico chileno) porque era la única forma de sacarnos los nervios de encima. Así que nos juntamos, hicimos el asado en la casa donde me estaba quedando, que era una casa de cuatro pisos (en realidad tres y un subterráneo) donde había fiesta y trabajo en un mismo mambo. De repente entrabas a una pieza y encontrabas a alguien despachando para una radio; pasabas a la otra y veías a alguien sacándole fuego al teclado de su laptop terminando un artículo, después estaba yo editando en otra pieza, otras cocinando, bebiendo, gritando, cantando (…) me quedo con esa imagen tan maravillosa como cinematográfica en el corazón. Fue muy divertido y emocionante hasta el pitazo final.
— De repente entrabas a una pieza y encontrabas a alguien despachando para una radio; pasabas a la otra y veías a alguien sacándole fuego al teclado de su laptop terminando un artículo, después estaba yo editando en otra pieza, otras cocinando, bebiendo, gritando, cantando (...)—
VICE: ¿Cuál crees que fue el mayor aprendizaje de esa experiencia?
Elisa: De partida me sumergió en un mundo que aún sintiéndolo tan cercano desde niña desconocía por completo, ¿cachai? Es difícil entender esta realidad donde: como nadie lo veía entonces nadie hablaba, como nadie lo hablaba a nadie le interesaba, como a nadie le interesaba nadie ponía plata para que esto pasara. En su momento el fútbol masculino chileno tuvo su inyección financiera para que surgiera y eso es lo que tiene que pasar con las ligas femeninas. Esto, al final, es toda una cadena de cosas donde creo que los medios de comunicación y quienes estamos cubriendo este tipo de eventos tenemos una gran responsabilidad, porque si no contamos lo que sucedió estamos condenados al olvido y hemos pasado ya demasiado tiempo en el olvido.
VICE: ¿Crees que después de compartir con “La Roja” existan ahora más role models futbolistas? Elisa: ¡¡Chuuuu, seguro!! Christiane Endler jugó increíble, jugó tan bien que ahora se habla de
ella como un referente, ya hay niñas y niños que quieren ser la Tiane Endler cuando sean grandes, quieren ser Francisca Lara. Chile no pasó pero que este año el mundial haya estado más en redes sociales, en los diarios y en el ojo de varios medios hizo que se abrieran —o se estén abriendo— nuevos caminos para las futuras futbolistas.
— (...) “quienes estamos cubriendo este tipo de eventos tenemos toda la responsabilidad, porque si no contamos lo que sucedió estamos condenados al olvido y hemos pasado ya demasiado tiempo en el olvido” — .
VICE: ¿Cuál es el panorama futuro de las mujeres audiovisuales/futbolistas en Latinoamérica?
ELISA: Luego de esta experiencia que ha sido ser parte de la organización de Nosotras Audiovisuales nos preguntamos, qué queremos, qué hacemos, y de esa necesidad surgió la idea de crear el Observatorio Mujer Audiovisual porque necesitamos cifras para poder tener incidencia política, porque con cifras podemos decir: oye, del 70% de mujeres que estudian alguna carrera relacionada con el mundo audiovisual un 10% se sale del rubro al año de egresadas. ¿Qué está pasando? ¿Qué sucede? Entonces, a partir de ahí podemos comenzar a tomar decisiones políticas. La creación de este observatorio sabemos que conlleva la participación de otras mujeres en otras disciplinas para llevar a cabo una investigación seria y juiciosa del rubro, para poder ayudar a todas y seguir cumpliendo con nuestro objetivo que ha sido siempre el mismo: visibilizar el trabajo de la mujer audiovisual porque se ha escondido durante toda la historia del cine.
Ahora en el fútbol, bueno principalmente seguir jugando. Hay que ir a ver jugar a las cabras para que dejen de cerrarles las puertas de los estadios. Hay que seguir documentando, grabando, editando, sudando para que las luchas como las de la ANJUFF sean cada vez más poderosas.
Hay que seguir cultivando el talento de las niñas deportistas y las niñas audiovisuales y eso es algo en lo que me estoy moviendo para que pase.
VICE: ¿Cuándo sale el documental?
ELISA: Las directoras del docu, Grace Lazcano y Ja Court están trabajando mucho para poder verlo en pantalla el año 2020, aunque ya sabemos que la paciencia es nuestra mejor amiga, porque estos procesos son lentos. Será hermoso volver a vivir el proceso y recordar lo importante que fue cada paso antes del Mundial. Por ahora en un par de semanas estrenaré un corto documental que surgió de manera espontánea en Francia. Mi participación como trabajadora audiovisual en el mundial duraba hasta que Chile fuese eliminado. Y cuando fueron eliminadas, tuvimos la suerte junto a Iona de continuar la travesía trabajando en colaboración para una revista chilena que por cierto, admiro mucho. Esto nos permitió ver las últimas fases del campeonato y grabar el “Lado B”, dándonos el tiempo para registrar lo que sucedía fuera del estadio y entrevistar a mujeres clave que entendían lo importante que sería este mundial para la historia del fútbol.
Me despido de Elisa en el metro y me voy pensando en las historias que me compartió no solo del mundial sino de los talleres de cine que hace con las niñas de la isla en San Bernardo del Viento, Colombia desde hace dos años. Pienso que ella sería la típica role model que me habría gustado tener desde niña para no sentirme batallando cada día para obtener el espacio que merezco —y merecemos todas— en el mundo audiovisual. Pienso en las historias que aún están por contarse y en todas las luchas que estamos gestando los jóvenes en Latinoamérica que necesitan salir del anonimato.
*En Chile, según el último reporte de la FIFA hay cerca de 9.000 futbolistas mujeres de las cuales tan solo 1.740 participan en torneos de la ANFP.
Elisa Torres trabaja activamente en producción audiovisual de proyectos como: @nosotrasaudiovisuales @sofarsantiago , @bestiasdanzantes , @centro_laplanta y el Festival de Cine en la Isla. Todavía come tallarines como el Coca Mendoza y se considera una Cumbiadicta de corazón. A ella toda la gratitud y mi más profunda admiración.
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