Artículo publicado originalmente por VICE Estados Unidos.
Sabemos que las fiestas pueden ser una época volátil, especialmente si la familia de uno tiene más cosas en común con los Lannisters que con los Cleavers. Entre la alegría forzada y las altas e imposibles expectativas para que todos se lleven bien, es suficiente para que uno termine comiéndose un pavo entero por el estrés (¡y los acompañamientos también!).
Si estás lidiando con personas desafiantes como un tío con posturas políticas extremas o con un hermano que se siente superior y siempre está listo para discutir, entonces estás en el lugar indicado. Hablamos con expertos en relaciones, terapeutas licenciados, y coaches personales para averiguar cómo navegar por interacciones complicadas durante las festividades. Así que incluso si no te puedes librar de las celebraciones de fin de año por completo, sus consejos inteligentes podrán por lo menos hacer que la experiencia sea más llevadera. Las respuestas han sido editadas por longitud y claridad.
Establece límites y realiza afirmaciones en primera persona
Ten claros tus detonantes. Escríbelos o dilos en voz alta para que sepas cuáles son exactamente los comportamientos que resultan difíciles para ti. Con base en ese conocimiento, establece tus límites personales antes de ir. Haz un plan para cuidar de ti mismo de forma calmada y no dejes que las cosas se intensifiquen.
Evita intentar enseñarle a un pariente difícil cómo comportarse diferente. Está bien conocer tus límites, declararlos de forma calmada, y protegerlos. Pero siempre utiliza afirmaciones en primera persona en lugar de hacer acusaciones. Juzgar sutilmente o intentar cambiar a tus parientes solo te hará parecer pasivo-agresivo, o peor aún, agresivo. ¡Y eso podría irónicamente darte el título del Miembro Difícil de la Familia! - Tina Gilbertson, psicoterapeuta y autora.
Sé directo de antemano y asertivo en el momento
Desarrolla una idea de lo que te gustaría hacer diferente respecto a años anteriores. Procesa formas en las que puedas responder a problemas que parecen un lugar común con tu familia. Establece expectativas racionales identificando qué podría ser contado como una buena visita con tu familia.
Cuando los problemas surjan, sé asertivo en lugar de ignorarlos. Tienes una gran oportunidad de cambiar las cosas cuando las identificas en el momento, en lugar de estar indeciso e intentar hablar del problema. - Nedra Glover Tawwab, linceciada clínica y trabajadora social.
Evita conversaciones acaloradas
Evita participar voluntariamente en conversaciones profundas, acaloradas y personalmente significativas. Mantente en conversaciones pequeñas si es posible. Sé cordial, pero no te dejes atraer a conversaciones que requieran una opinión o que te traigan viejos recuerdos.
Siempre ten un camino alternativo para regresar a casa y un lugar para quedarte (retirarte) si es necesario. Conducir con otros, a quienes tienes que esperar hasta que estén listos para irse a casa, puede hacer que uno se sienta impotente en una situación estresante. Es el mismo problema cuando se trata de los alojamientos (donde duermes si estás en algún lugar durante varios días). Planea consecuentemente; ¡más vale prevenir que lamentar! Asegúrate de saber que no estás "atorado" al tener que lidiar o evitar constantemente a un miembro de la familia difícil, simplemente porque te has dejado sin un escape. Maneja tu propio auto/ten una alternativa de transporte para mantenerte con el poder de irte cuando te apetezca, y hacerlo de manera discreta. Ten alojamientos alternativos que por lo menos te permitan tener un buen sueño y una gran distancia para reabastecerte si planeas pasar varios días con la familia. No permitas que la culpa (auto-inducida o de otro tipo) te empuje más allá de los límites que hayas establecido para el día. - Dr. Rayvann Kee II, psicólogo clínico y mentor de vida.
Sé consciente del consumo de alcohol
Aunque puede que creas que llenarte de vino rojo barato en la fiesta de la tía Linda es la mejor forma para sobrevivir a las festividades y lidiar con ese pariente fastidioso, créeme, no lo es. Después de unos pocos tragos, las inhibiciones se pierden, y todas esas cosas que siempre quisiste decirle al tío Harry empezarán a salir. En esta temporada de fiestas, modera el consumo de alcohol, bromea y mantén el sentido del humor, y no le des a la familia otra razón para hablar de ti a tus espaldas.
Las festividades son una época difícil para muchos. Y aunque creamos que es una época de alegría y júbilo, para muchos no lo es. Puede ser un recordatorio doloroso de lo vacía y sola que puede ser su vida. Así que atacan verbalmente a cualquiera que pueda escuchar; y a veces esa persona eres tú. Lo que la gente haga o diga es problema de ellos, no tuyo. A veces, solo ser consciente de esto puede ayudarte a soltar las cosas y ser menos reactivo cuando estás en compañía de un miembro de la familia difícil. Así que respira profundo, aléjate, y agradece por tu familia. Incluso si algunos de ellos te enloquecen. - Cheryl Dillon, asesora de divorcios en Equitable Mediation
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