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miércoles, 12 de diciembre de 2018

Algunas personas nos cuentan las formas inusuales en que han llegado al orgasmo

Artículo publicado originalmente por Tonic Estados Unidos.

La forma en que la persona promedio logra el orgasmo parece intuitivamente obvia: la estimulación genital, por supuesto. Aunque no siempre ocurre de esta manera. Resulta que el contacto genital no siempre es necesario para alcanzar el clímax. Los orgasmos pueden producirse por una amplia gama de actividades, que no necesariamente tienen que ser de naturaleza sexual. Según un nuevo estudio publicado en el International Journal of Sexual Health, hay formas infinitas en que las personas pueden llegar al orgasmo.

El estudio incluyó un análisis de las respuestas a un correo electrónico en el sitio web postsecret.com, en el que el autor describió que tuvo un orgasmo mientras hacía ejercicio. Un total de 919 personas contestaron, la mayoría de las cuales describieron varias formas en que también habían alcanzado el orgasmo sin ningún tipo de estimulación sexual.

Un gran número de encuestados (23.7 por ciento) dijo que también habían experimentado orgasmos inducidos por el ejercicio. Entre los muchos ejercicios relacionados con el orgasmo estaban "montar a caballo, andar en bicicleta, [y] 'sentarse y saltar sobre una pelota de Pilates'". Si bien estas rutinas implican cierta presión o fricción genital, no es el caso con todas, algunas personas también mencionaron cosas como ejercicios abdominales, patinaje sobre ruedas, natación y levantamiento de pesas.

Varios encuestados (10 por ciento) describieron orgasmos que ocurrieron mientras viajaban en un vehículo, desde coches hasta autobuses, aviones y montañas rusas. A menudo, el orgasmo fue el resultado de un viaje particularmente accidentado. En las palabras de una participante: "Conservé mi vieja camioneta Ford durante dos años y pretendí que estaba tratando de arreglar la suspensión, pero fue demasiado placentero debido a las vibraciones cuando usaba jeans ajustados".

Alrededor del 7 por ciento describió orgasmos resultantes de otras funciones corporales, especialmente orinar y defecar. Por ejemplo, como dijo un participante: “Cuando tengo dolores fuertes por gas y tengo que ir al baño, a veces tengo un orgasmo y son fuertes. Una vez sucedió en una reunión del trabajo con varias otras personas y tuve que mirar hacia abajo y agarrarme de los brazos de la silla en la que estaba. Estaba palpitando tan fuerte".


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Con menos frecuencia, las personas describieron orgasmos resultantes de la estimulación de partes del cuerpo no genitales, como sus pies, boca y oídos. Sin embargo, los orgasmos de la estimulación del pie parecían ser más comunes que los otros. Aunque a veces se producían por un masaje en los pies, otros reportaron haberlo alcanzado mediante experiencias variadas: "Una vez tuve uno al sacar mis pies por la ventanilla de un coche en movimiento. El viento les hizo cosquillas y tuve un extraño orgasmo que comenzó en mis pies".

Otros informaron haber tenido orgasmos mientras amamantaban, usaban drogas (especialmente marihuana, éxtasis y LSD), leían, escuchaban música, daban a luz, se rascaban la comezón y dormían. Quizás lo más fascinante para mí, como alguien que estudia el sexo para ganarse la vida, fueron las personas que reportaron orgasmos por comer. Una persona dijo que tenía un orgasmo cada vez que comía un "tomate cherry perfectamente maduro", y otra dijo que tenía orgasmos cuando comían atún; algo sobre la textura en su boca la llevaba al clímax.

También me interesaron las personas que reportaron orgasmos mientras experimentaban mucho dolor, como hacerse un tatuaje o una perforación corporal, o incluso cuando estaban sufriendo un dolor severo debido a un cálculo renal o un procedimiento dental. En palabras de una persona: "El más intenso y sorprendentemente inesperado fue cuando me hice un tatuaje en el pie. El dolor fue terrible y cuando terminó, el tatuador comenzó a frotar mi pie con gel. La yuxtaposición del intenso dolor inmediatamente seguido por el intenso placer fue demasiado. No estoy seguro de si él sabía lo que estaba pasando, pero me frotó el pie hasta que terminé".

Sin embargo, la investigación tiene un límite, ya que no sabemos con qué frecuencia experimentan las personas estos tipos de orgasmos o cuán comunes son en la población general. Del mismo modo, no necesariamente sabemos cuál es el factor determinante en muchos de estos casos. Por ejemplo, algunos involucraron varias cosas, como escuchar música mientras conducían un carro, lo que vuelve incierto si fue la música, el viaje o alguna combinación de ambos factores lo que provocó el orgasmo. Además, algunos participantes describieron que estos orgasmos ocurrían en presencia de otras personas, mientras que otros estaban solos, así que tampoco sabemos cuánto importa la presencia de otras individuos en todo esto.

También está el hecho de que estamos tratando con datos que fueron reportados por los propios participantes. En ausencia de datos fisiológicos o neurológicos, no sabemos si estos orgasmos son físicamente iguales a los orgasmos que resultan de la estimulación genital. (Claramente, necesitamos más investigación sobre el orgasmo).

Dejando de lado las limitaciones, los resultados de este estudio sugieren que los orgasmos no parecen ser una experiencia limitada al sexo o la estimulación genital. En cambio, parecen ser una experiencia multisensorial que potencialmente puede provenir de muchos tipos diferentes de estimulación. Si es verdad, esto significa que probablemente solo hemos arañado la superficie cuando se trata de entender cuándo, cómo y por qué las personas pueden tener orgasmos.

Justin Lehmiller, PhD es investigador del Instituto Kinsey y autor del blog Sex and Psychology. Síguelo en Twitter @JustinLehmiller o Instagram @JustinJLehmiller.

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